La Policía española quiere armas de mayor alcance y potencia para prevenir atentados como el de Niza

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Fernández Díaz y Cosidó pasan revista a la Policía Nacional (Foto: Efe).

El riesgo cero no existe, pero los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) quieren acercarse lo más posible a esa cota en la lucha contra el terrorismo yihadista. España es un puntal en Europa en este tipo de trabajos policiales dada su experiencia en la derrota de ETA y la rápida reconversión de todos sus cuerpos a la nueva realidad. Pero ahora se trata de lograr que el Ministerio del Interior revise los protocolos de actuación y les dote de mayores medios, entre los que destacan el uso de armas de largo alcance y de mayor potencia, para hacer frente a amenazas terroristas como la de Niza (Francia).

Fuentes policiales consultadas por Europa Press han cuestionado que Interior no haya accedido a atender sus demandas tras el atentado del pasado 14 de julio de Mohamed Lahouaiej Bouhlel. Este tunecino de 31 años residente en Francia desde 2005 utilizó un camión para arrollar a una multitud en el paseo marítimo de Niza, sólo interrumpido tras ser abatido por agentes de seguridad del país galo, matando a su paso a 84 personas.

Entre las reivindicaciones que vienen haciendo sindicatos policiales como el SUP se encuentra la de una mayor dotación de medios que, en su opinión, debe ir en paralelo con un incremento de la especialización de la UIP. «Lo primero son los medios, pero siempre se puede avanzar en cuestiones como los protocolos de actuación rápida», han precisado desde este colectivo e ilegal.

Este mismo lunes, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha puesto en valor los planes de prevención de radicalización yihadista para proteger a los ciudadanos de un «peligro multifacético del que ningún país occidental está exento».

El ‘número dos’ de Interior ha citado la creación del CITCO, un centro que integra la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, durante su participación en un curso de verano en El Escorial organizado por la asociación Dignidad y Justicia.

La conexión entre estas dos amenazas se ha vuelto a poner de relevancia tras el atentado en Niza del 14 de julio, ya que el autor de la masacre consiguió armas a través de la mediación de dos albaneses que, según la investigación en marcha, contaban con acceso a este tipo de mercado clandestino.

Uso de armas de guerra

«Necesitamos la adaptación de medios a la situación actual en la que es habitual el uso de armas de guerra», han explicado desde el SUP, que ha reiterado que los 2.750 funcionarios que forman parte de la UIP precisan de manera urgente de chalecos exteriores individualizados y pistolas Taser para la inmovilización por electrochoque. También reclaman la realización de prácticas de tiro de largo alcance en galerías de campos militares.

Esta misma semana el SUP tiene previsto volver a pedir oficialmente a Interior que ponga a disposición de los agentes este tipo de instalaciones donde se pueda ensayar la respuesta rápida –»de tanto sólo unos minutos»– tras un atentado de grandes dimensiones. El Estado Islámico, que ha incluido a España entre sus principales objetivos, reivindicó el atentado de Niza perpetrado, según ellos, por «un soldado del califato».

Expertos en terrorismo

Expertos en terrorismo como el doctor Mario Toboso Buezo han corroborado que el atentado de Niza «dificulta las tareas de investigación» porque, según las primeras hipótesis, estaríamos hablando de terroristas que sufren un proceso de radicalización exprés «que pueden consolidarse en tres o cuatro meses».

En este sentido, ha apuntado que «adaptaciones operativas» como la que implicaría una mayor especialización por parte de la UIP «seguramente son necesarias» en el marco de una respuesta ante el recurso de vehículos para provocar una gran masacre, algo que, matiza Toboso Buezo, «parece una innovación táctica pero no responden a ningún patrón nuevo de actuación».

En el año 2006 Mohamed Reza Taheri, estudiante universitario, ya utilizó su vehículo todoterreno para atropellar a los estudiantes que se encontraban en el campus de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), ha recordado este experto, que también señala que en 2010 la revista ‘Inspire’ –vinculada al Estado Islámico– ya se postulaba a favor de esta táctica y que un año antes ya se habían producido episodios de atropellos en Israel.

«El alarmismo en el enfoque del fenómeno aumenta la incertidumbre y ésta, a su vez, el miedo», concluye Toboso Buezo, perteneciente al Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI) de la Universidad de Granada.

A pesar de la valoración positiva tras las últimas modificaciones del Código Penal o el pacto antiyihadista de 2015 para blindar el consenso político en respuesta a esta amenaza, expertos como Florencio Domínguez inciden en la necesidad de actualizar el protocolo policial.

«No es lo mismo vigilar a una organización estructurada que tiene una jerarquía que tener que vigilar en general, dentro de una comunidad de islamismo más o menos radical, a personas individuales que no dan signo hasta la tarde anterior, como es el caso de Niza o el de los hermanos que participaron en el atentado de París», ha comentado Domínguez en una entrevista en la Cadena Cope.

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