Aparece Pedro Sánchez: está en Mojácar y va con gorra y gafas para que no le reconozcan

No lleva sombrero de ala ancha de medio lao, pero sí una coqueta gorra. Tampoco faltan las gafas oscuras para protegerse de las radiaciones del sol almeriense y ocultar su atractivo rostro. Se llama Pedro Sánchez y es el líder del PSOE y uno de los hombres más buscados de España. Pero no está en paradero desconocido, sino en Mojácar.

El líder socialista, acompañado de su mujer, Begoña Gómez, disfruta de unos días de vacaciones, lejos de las intrigas palaciegas de Ferraz, de las presiones políticas para que deje gobernar a Rajoy y de los cuchillos que afilan en silencio los barones del PSOE.

Pedro Sánchez, calada su gorrita en la cabeza y sin separarse de sus gafas de sol, pasea junto a su esposa por Mojácar y comparte mesa, mantel y quién sabe si confidencias con ella, mientras guarda en su bolsillo las llaves que abren la puerta a un futuro Gobierno en España.

Igual que guarda su teléfono móvil, que consulta de vez en cuando de tapadillo para no ganarse una bronca de su mujer. Todo para ver si ha entrado algún whatsapp nuevo de César Luena, que le informe de novedades, porque no es plan de quedarse en fuera de juego ahora que el partido está en la fase decisiva tanto dentro como fuera del PSOE.

Pedro y Begoña. Begoña y Pedro. Juntos, inseparables y de incógnito a la orilla del mar. Mientras, el PSOE se mantiene firme y férreo en sus posiciones: no apoyarán a Rajoy. Puede que las vacaciones sirvan al líder socialista como un breve periodo de reflexión para asumir su derrota y dejar que el vencedor se lleve la gloria de formar Gobierno. Y quien dice gloria, dice marrón.