De Páramo: «Viendo cómo se acariciaron Rajoy e Iglesias es evidente que hay una pinza»

Albert Rivera
El secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo (Foto: Efe)

Mariano Rajoy y Pablo Iglesias llegaron al debate de la Academia de la Televisión con un acuerdo bajo el brazo por el que ninguno de los dos atacaría al otro en cuestión de corrupción, así lo creen fuentes de Ciudadanos. «Si Albert no pone sobre la mesa los SMS de Bárcenas o la Caja B del PP, Rajoy se va de rositas», aseguran.

Fernando del Páramo, responsable de comunicación de C´s va más allá y en declaraciones a OKDIARIO asegura que: «Viendo cómo se gestó el debate y cómo se acariciaron Rajoy e Iglesias es evidente que existe una pinza» y añade que: «Rajoy no plantó cara al populismo dándole alas a Pablo Iglesias», algo que tacha de «gran irresponsabilidad». Además, el dirigente del partido naranja asegura que el líder de Podemos: «Se dejó la regeneración en casa cuando no se atrevió a mencionar los mayores casos de corrupción que implican a los populares y al propio Rajoy».

Los del partido naranja no encuentran otra explicación a que el líder del partido de los círculos no cuestionara directamente los mensajes telefónicos entre el presidente en funciones  y Luis Bárcenas o los sobresueldos que tantas portadas han ocupado, del mismo modo que presenciaron con gran sorpresa la omisión, durante todo el debate, por parte de Rajoy al respecto de Venezuela cuando los de Génova han esgrimido en multitud de ocasiones este argumento durante la precampaña.

La estrategia, según Ciudadanos no era otra que la de hacer una «pinza» para polarizar el voto entre el Partido Popular y Podemos, recuperando la imagen del bipartidismo que siempre ha beneficiado a los de Génova, sustituyendo al Partido Socialista por la formación de los círculos. Es precisamente por este motivo por el que en la sede del partido naranja se congratularon con la actuación de su candidato a la Presidencia del Gobierno en el bloque dedicado a la corrupción, ya que, lejos de arrinconarlo, Albert Rivera despuntó con brillantez con las críticas tanto a Rajoy como Iglesias con respecto al segundo problema que más preocupa a los españoles.

Lejos de aquel Iglesias del debate del pasado mes de diciembre en el que enumeró caso por caso las causas por corrupción abiertas en los tribunales contra el PP, el candidato del partido morado, sobrevoló tímidamente algunos de los casos que han salpicado a los de Génova en este último año, con el «olvido» de Bárcenas, pago de las obras de la sede o los sobresueldos a los dirigentes de la formación azul.

Por su parte, el nº1 de los populares también se «olvidó» de las subvenciones del Gobierno de Nicolás Maduro a los de Iglesias a través de la fundación CEPS, las dudas sobre una posible financiación ilegal o los lazos ideológicos que unen a los de los círculos con el Gobierno bolivariano. «Ni una mención», insisten.

Páramo subraya que a lo largo de los minutos dedicados a la corrupción, Iglesias estaba «incómodo» y subraya: «No pudo ser el Pablo de la cala viva porque no le dejaron ser él mismo». Del mismo modo, el de C´s asegura que en el descanso de ese bloque, Jorge Moragas y Carmen Martínez Castro apartaron al candidato popular «con caras de preocupación», no en vano los de Génova eran conscientes que era este asunto y no otro el más complicado para el presidente en funciones.

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