El PP teme que los votos a Ciudadanos terminen beneficiando a Unidos Podemos, como ocurrió el 20D

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Edificio de la sede del Partido Popular en la calle Génova. (Foto: Partido Popular) | Última hora Madrid

El Partido Popular teme que los votos a Ciudadanos terminen beneficiando a Unidos Podemos, como ocurrió en las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre, en las que la formación naranja no logró representación en 26 de las 52 circunscripciones, lo que supuso que 564.000 votos fueron a la basura, según fuentes del PP.

Según el Partido Popular, en 10 de las provincias en las que Ciudadanos no logró escaños, sí los logró Podemos en detrimento del partido de Mariano Rajoy. Esas 10 circunscripciones sumaban en total 49 escaños. En este sentido, el PP ha calculado qué hubiera pasado si esos votos a Ciudadanos hubieran ido a su partido y sostiene que habría logrado 6 escaños más seguros y otros cuatro posibles (7 a costa de Podemos, 2 del PSOE y 1 del PNV). «Se trata de casi 300.000 votos que lejos de ser útiles para Ciudadanos, sirvieron a Podemos para lograr 7 escaños», explican las mismas fuentes.

La Ley d’Hondt beneficia a los partidos mayoritarios y hace que los que concentran sus votos en pocas circunscripciones consigan más representación pese a tener menos votos en el conjunto del país.

También fuentes de Ciudadanos reconocen que la actual ley perjudica a su partido y que al final el 26J «los restos» se los repartirán entre el Partido Popular y Unidos Podemos.

Con todo esto, el PP insistirá durante la campaña en pedir el «voto útil», ya que votar partidos minoritarios en muchas circunscripciones tiene escaso o ningún alcance en los resultados de esas formaciones. En este sentido, Rajoy quiere movilizar la abstención del 20D, donde perdió muchos votos, y recuperar los 2 millones que se fueron a Ciudadanos. El Partido Popular confía en aumentar sus votos pero no está seguro de sumar muchos más escaños que en los pasados comicios y sabe que tendrá que llegar a acuerdos con otras formaciones. Tanto es así que Rajoy este lunes ya ha lanzado un mensaje en esta dirección para que se abandonen las líneas rojas y los vetos: «el que gana las elecciones tiene que gobernar». A su juicio es una norma básica en democracia, porque supone “hacer caso a lo que dice la gente, el pueblo soberano. Espero que lo hagan”. También insiste en recordar que él no se ha sentado con Podemos como hicieron otros y en responsabilizar de las nuevas elecciones a PSOE y Ciudadanos, que no quisieron aceptar el planteamiento que les hizo el PP de conformar una gran coalición.

Los populares confían en que el votante del PP que optó por la formación naranja castigará el acercamiento que hizo Albert Rivera hacia los socialistas al firmar un acuerdo de investidura fallido. Sostienen que el pacto entre el PSOE y Ciudadanos fue un fracaso y que, además, los meses de negociaciones para la formación de Gobierno, desde el 20D y hasta que se disolvieron las Cortes, sirvieron para que cada partido se retratara. Además, el PP sabe que Ciudadanos no es un partido consolidado y que su electorado es el más infiel, lo que hace más sencillo que quienes le votaron cambien de papeleta el 26J.

Por otro lado, fuentes de Génova cuentan que el presidente se muestra «muy optimista» y «con ganas», seguro de que ganará las elecciones y podrá alcanzar acuerdos para formar Gobierno. Este lunes ha prometido además una campaña «moderada» y en defensa de los intereses generales y ha advertido a sus rivales de que si su «única campaña» es ir contra el PP, «allá ellos».

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