Sánchez ya tiene el voto favorable del PNV y la abstención de ERC y CDC sin incluir el referéndum

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Pedro Sánchez y Antonio Hernando en la segunda sesión de investidura. (Foto:EFE)

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya tiene el voto favorable del PNV y la abstención de ERC y DiL (CDC). Apoyos relevantes a la hora de sumar con Podemos y el resto de partidos de izquierda para formar un ‘Gobierno del cambio’. Tal y como ha contado OKDIARIO, el líder del PSOE continúa con las negociaciones para formar Gobierno, esta vez, ‘sin luces ni taquígrafos’ para conseguir llegar a La Moncloa ‘in extremis’. Sánchez ya ha conseguido el apoyo de los independentistas y, además, sin incluir un referéndum para Cataluña de por medio. Tanto ERC y Democracia y Libertad habrían cedido ante la insistencia de Podemos, por un lado haciendo de mediador, y las pretensiones del líder socialista para evitar nuevas elecciones y no dar ‘alas’ a la derecha. Un paso que Sánchez tendría prohibido por los suyos y la resolución expresamente firmada en el Comité Federal, pero que podría dar un giro al no incluirse el referéndum expresamente.

El acuerdo se produce a pocos días de haberse reunido con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien aseguró que, pese al veto de Ciudadanos, hablaron sobre el referéndum y la posibilidad de abrir la puerta a una consulta aunque ya aseguraron no tendría por qué ser inminente. La idea encaja de lleno con ofrecer su abstención en este momento tan delicado para las formaciones de izquierda que lo entenderán como una deuda a saldar.

Puigdemont también explicó al PSOE que estaría dispuesto a estudiar la posibilidad de una Ley de Claridad como la de Canadá que clarifique los términos de una eventual negociación con el Estado y que establezca un procedimiento constitucional a este respecto. Algo que encaja más con el concepto de Estado federal de Sánchez y su reforma de la Carta Magna.

De esta manera, a Sánchez sí que le podrían cuadrar las cuentas salvando el escollo del ‘derecho a decidir’, al menos por los independentistas. Falta conocer la opinión de Podemos, en concreto de la confluencia catalana En Comú Podem, ya que siempre lo ha considerado «fundamental» en las negociaciones.

Sin embargo, el ‘cara a cara’ entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez aún tendrá que esperar. Ambos dirigentes dieron por seguro que su ‘escenificación pública’ de vuelta a la mesa de negociaciones fuera antes de Semana Santa. Ahora informan de que se llamarán por teléfono. Vuelta al ‘no streaming’ de Sánchez y a apagar las luces y los taquígrafos por parte de Podemos. La decisión de mantener un contacto por vía telefónica se ha adoptado al constatar «la imposibilidad de cuadrar las agendas respectivas», señalan los partidos en un comunicado.

Tiene ganado el apoyo del PNV

Sin embargo, Sánchez no pierde el tiempo y continúa con sus ‘comunicaciones’ con otras fuerzas. Con la abstención de los independentistas en la mochila, el líder del PSOE también ha buscado apoyo en el PNV. El partido de Aitor Esteban votó en contra en su investidura. El motivo de los vascos es que el socialista no «dio suficientes pasos como para asegurar su apoyo». A día de hoy lo tiene ganado, apuntan fuentes conocedoras.

En su intervención durante el debate de investidura, Esteban recordó que el PNV estuvo siempre dispuesto a «explorar la posibilidad» de entenderse con el PSOE para llegar a acuerdos «sin vetos», pero le recriminó que en el acuerdo con el partido de Albert Rivera no hay «nada de nada» en lo que se refiere específicamente al País Vasco. Ahora las cosas habrían cambiado por parte de Sánchez, insisten las mismas fuentes.

El portavoz nacionalista le dijo a Sánchez durante su discurso, punto por punto, las propuestas que debería incluir para tener el voto vasco favorable. Así, reclamó una «actualización del Concierto Económico con capacidad normativa en el ámbito del IVA» y le preguntó «qué hay del desarrollo del futuro autogobierno» y «qué modelo de Estado» impulsaría en caso de salir investido presidente. Con ese ‘melón’ abierto, Esteban siguió tendiéndole la mano a Sánchez diciendo: «El PSOE puede seguir siendo un actor importante en un futuro acuerdo. Las bases sobre las que se asiente un posible acuerdo deberán ser muy diferentes a las que presenta hoy. Quedamos a la espera», dijo.

Dicho y hecho. El líder del PSOE ha hecho los deberes y ya ha conseguido el voto favorable de los nacionalistas vascos. Eso sí, se desconoce cuál ha sido el precio que ha tenido que pagar o los españoles con un futuro ‘Gobierno del cambio’.

Sólo el equipo negociador y los más cercanos a Sánchez conocen de primera mano las conversaciones y lo que el líder socialista está pactando. El resto de dirigentes, directamente, critican su actitud al considerar que se les debería de mantener informados. Muchos ya no ocultan que pueda cometer alguna «locura con tal de salvarse a sí mismo». El socialista tiene hasta el 2 de abril para cerrar esos acuerdos con el resto de partidos y evitar así la pelea interna por revalidar su puesto. Aunque desde la dirección se han dado menos tiempo para cerrar los acuerdos y preparar lo que ya se vislumbra como unas primarias reñidas. 

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