Pablo Iglesias quiere ser vicepresidente… y portavoz del Gobierno

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El líder de Podemos, Pablo Iglesias. (Foto: Efe)

El líder de la formación morada, Pablo Iglesias, no se conforma con la Vicepresidencia del Gobierno, también quiere ser el portavoz del Ejecutivo. Así se lo ha transmitido al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, según ha podido saber OKDIARIO.

Iglesias y Sánchez se encuentran en plenas negociaciones para alcanzar un pacto de fuerzas de izquierdas que le permita al socialista ser investido en la Cámara Baja y formar Gobierno.

Aunque Sánchez ha insistido en diversas ocasiones en que durante esta primera etapa de la negociación solo se está hablando de programa y no de puestos en el Gobierno, el podemita tiene muy claro lo que quiere y así se lo ha transmitido: la Vicepresidencia y la Portavocía del Gobierno.

El punto innegociable y primordial para el líder de Podemos hasta ahora conocido era ocupar el cargo de vicepresidente, y sólo así apoyaría un Ejecutivo de Sánchez. Sin embargo, Iglesias quiere mucho más, quiere ser a Pedro Sánchez lo mismo que en la actualidad es Soraya Sáenz de Santamaría a Mariano Rajoy, adjudicándose para él también la Portavocía del Ejecutivo.

El gobierno que quiere Podemos

Podemos Aragón publicó un tuit tras el encuentro entre Pablo Iglesias y el Rey Felipe VI con el reparto de ministerios que se podría dar si se llegaba a un acuerdo de gobierno entre las formaciones de izquierdas.

En el mensaje se incluía una imagen con la posible formación de Gobierno que tendría como resultado un pacto entre las fuerzas de izquierdas: PSOE, Podemos e IU.

Según este organigrama, Pedro Sánchez encabezaría el Ejecutivo con Pablo Iglesias de vicepresidente. Los ministrables podemitas serían los que acompañaron a Iglesias en la rueda de prensa posterior al encuentro con el Rey en la primera ronda de contactos con los líderes políticos para formar Gobierno.

Errejón se encargaría del ministerio del Interior, el ex Jemad Julio Rodríguez ocuparía Defensa, mientras que las carteras de Justicia y Sanidad serían para Victoria Rosell y Carolina Bescansa, respectivamente.

Los dos diputados que Izquierda Unida aportaría a la gran coalición de izquierdas convertirían a Alberto Garzón en titular de Economía, Hacienda y Competitividad. Mientras que el novedoso ministerio de Plurinacionalidad sería ocupado por el líder de En Comú Podem Xavier Doménech.

El Partido Socialista, además de la Presidencia del Gobierno, asumiría la responsabilidad en Industria con Antonio Hernando al frente; Empleo, para Maritxel Batet; César Luena se encargaría de Agricultura y Medio Ambiente; Mari Luz Rodríguez, Educación; Antonio Franciso Pradas, Asuntos Exteriores y María González Veracruz, Fomento.

La realidad, si finalmente se da un gobierno con PSOE y Podemos, no sería muy distinta del organigrama lanzado por la cuenta tuitera podemita.

Una coalición de izquierdas con independentistas

El socialista puede tener el apoyo de Podemos para ser investido presidente del Gobierno e incluso el de Izquierda Unida, sumando 161 votos, pero con el voto en contra del PP y de Ciudadanos (C’s), que juntos aúnan 163 escaños, no lograría ser investido ni en la segunda votación. Necesitaría también votos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y al menos la abstención de los independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Democracia i Llibertat (DiL).

Sánchez ha encontrado su mayor frente en los barones socialistas, que le han puesto dificultades para alcanzar el acuerdo que le puede llevar a La Moncloa. Una de ellas es que el pacto de Gobierno no puede contar con la colaboración activa (el voto favorable) ni pasiva (la abstención) de los independentistas. Aunque en este sentido el líder del PSOE lo tiene complicado nada parece pararle.

El secretario general encontró su salida para lograr su objetivo en una consulta que realizará a la militancia socialista sobre el pacto de Gobierno que alcance, y ésta será ratificada posteriormente por el Comité Federal.

Aunque la consulta no será vinculante porque así viene reflejado en el Reglamento, se podría desobedecer la misma, pero fuentes socialistas aseguran que esto no ocurrirá porque es la voluntad de la militancia.

Por otro lado, C’s ya ha pedido a los socialistas que la investidura sea el 29 de febrero, fecha en la que Sánchez cumple años. En este sentido, el PSOE estudia la ‘maniobra’ y busca acortar los tiempos de su consulta a la militancia. El plazo de negociación de un mes que apuntaron los socialistas que necesitaban para lograr un acuerdo se cumple el 2 de febrero, cuando Sánchez recibió el encargo del Rey.

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