Los trabajadores esperan que BBVA no presente un ERE hasta que no se apague el ‘caso Villarejo’

Representantes sindicales de los trabajadores de BBVA creen que el banco no ha presentado un despido colectivo durante el año 2019 debido a que se encuentra inmerso en un proceso judicial que está afectando a su reputación. El motivo: haber contratado su anterior cúpula dirigida por Francisco González al ex comisario de Policía Nacional José Manuel Villarejo, hoy en prisión preventiva.

Para el mercado español, se ha dado a conocer que el banco tenía previsto un recorte similar a los de Banco Santander o Caixabank con un ERE de más de 3.000 personas. Sin embargo, «paralizó los planes ante la crisis reputacional provocada por el caso Villarejo», según aseguraba ‘Expansión’. Las fuentes sindicales consultadas consideran que este rumor de los 3.000 despidos es persistente en el tiempo y que vuelve a salir de modo recurrente.

Este periódico ha podido saber de fuentes conocedoras de la situación que se van a pedir esfuerzos a las áreas de negocio y holding y no a las soluciones de cliente únicamente. Además, se seguirá invirtiendo en todas las iniciativas relevantes, así como en el desarrollo de las capacidades críticas para el futuro.

Los presupuestos de BBVA para 2020 incluyen ajusten que podrían afectar a todas las divisiones del grupo

Este martes se ha conocido que los presupuestos de BBVA para 2020 incluyen ajustes que  podrían afectar a todas las divisiones del grupo, especialmente al centro corporativo y que tocarían varios países, singularmente México, (43% de los beneficios), España (23%) y Turquía (8%).

Además, el hecho de que BBVA no haya aplicado recortes que otros sí han llevado a cabo, aumenta la idea de que en algún momento debería de hacerlo para tratar de mantener su rentabilidad.

En España, el banco lleva varios años recortando sucursales y ya ha anunciado que en 2020 tiene previsto echar el cierre a 180 o 200 más.

Fuentes financieras conocedoras de las actividades de los distintos bancos consideran que los esfuerzos en eficiencia han sido una constante en años pasados y en el contexto actual son todavía más necesarios, dado que el mercado sigue con tipos negativos y la evolución macroeconómica se está parando.