Economía

Sánchez: ¡Ojito con tu azote bancario!

Sánchez recauda por los carburantes cuatro veces más de lo que le cuesta la rebaja de los 20 céntimos
Pedro Sánchez, presidente de Gobierno

“Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra.” Antonio Gala

En su origen, el ser humano aprendió a vivir en sociedad como mecanismo de supervivencia, agrupándose así alrededor del fuego para compartir comida y refugiarse de los grandes depredadores. Esa voluntad racional de colaboración e innovación ha desencadenado en un maravilloso mecanismo de creatividad empresarial que nos ha llevado de facto a ser la especie dominante del planeta Tierra, eso sí, con un rasgo por encima de todos; el raciocinio.

Ser seres racionales es nuestra gran fortaleza, pero también nuestro principal enemigo puesto que es el fortísimo temperamento de líderes ávidos de poder el que nos va moldeando y definiendo a lo largo de nuestra historia, y no siempre para bien. Lo vivimos hoy en día bajo dictaduras relativas en Rusia y China, donde sus líderes de partido siguen mandando sobre el destino de miles de millones de personas, empecinados ¡cómo no! en continuar la tragedia de la ambición imperialista de la primera mitad del siglo XX.

La ambición de reunificar Taiwán y Ucrania son señales claras de conductas opresivas y autoritarias de personas forjadas en el poder. Y no se confundan, es ese tipo de poder el que da o quita libertades sobre un colectivo capaz de desarrollarse en función de su propia autoestima, carácter y especialmente de su propio incentivo de superación mediante grandes valores como el esfuerzo y el sacrificio. Al fin y al cabo, una sociedad sin incentivos es una sociedad en el corredor de la muerte.

Por este motivo señores, es fundamental comprender el principio básico de la acción humana que nos presentó Mr. von Mises allá por el 1.949, justo en un período en el que el liberalismo Hayekiano se retaba en batalla ideológica contra el intervencionismo Keynesiano. Pero claro, el brillante Keynesianismo se impuso al calor de un dominio que lógicamente prefirió elegir la arrogante conducta de considerar que el poder del Estado es el padre tutor y redentor del resto de sus habitantes, en contraposición de un ideario basado en reducir dicha cuota de poder a su mínima expresión confiante que la necesidad y el incentivo sacarían lo mejor de sus cualificados ciudadanos.

Por supuesto que en esencia el poder es corruptible, hasta ahí demostrado, ¿no? Y que la ambición es positiva cuando lo que pretendes es lograr que tus propios objetivos se basen en tu ideario individual donde tratas de sacar lo mejor de ti mismo, idealmente sin entorpecer la libertad individual de otro, mientras que la ambición de poder consiste pobremente en tratar de imponer tu autoridad al resto, algo que obviamente tiene sus riesgos ¡y no pocos! Como decía Pítaco de Mitilene allá por el año 650 a. C., si queréis conocer de verdad a un hombre, revestidle de un gran poder.

Dicho todo lo cual, he de confesarles que estoy ciertamente preocupada por el talante con el que están vistiendo a nuestra querida España aquellos que se hacen llamar hoy en día gobernantes, en una pasada semana que por cierto entiendo como un absoluto despropósito. Estupefacta me quedé escuchando a una Nadia Calviño presumiendo de tener el liderazgo europeo de los fondos públicos, un cometido que las autoridades del más alto nivel de nuestro Estado se encargan de repetir como un mantra. ¿Acaso debemos sentirnos orgullosos de liderar la caridad europea?

Pues, ¡welcome to Spain! Así es nuestro gobierno señores, una clase política anclada en vicios conductuales que han marcado un claro y pobre atributo sanchista, que ya que me permitís, añado que les viene de perlas. Pedir para sobrevivir es sin duda el rasgo que más define al sanchismo. La ambición de este gobierno no consiste en cambiar el modelo económico confiando en las buenas personas que lo habitan a través de la iniciativa privada. Más bien reside sobre la nula ambición de un gobierno capaz no solamente de enorgullecerse de implorar limosna, sino que además los vemos insistiendo en sus aberrantes argumentos económicos como fuere subir los impuestos a las compañías cíclicas. ¿Por qué? ¡Ojo al dato! porque según esta panda son “beneficios caídos del cielo” ¡touché!

Ah, y me olvidaba, también se han dado el lujo de darnos lecciones de moralidad ‘eco friendly’ aconsejando a nuestros barones quitarse la corbata para ahorrar energía, eso sí, saliendo ipso facto de La Moncloa en su flamante helicóptero, antes de coger su circense Falcon. Ay Sánchez… has sido incapaz en todos estos años de mover mi opinión hacia ti ni siquiera un milímetro hacia el lado positivo. Los tintes comunistas de este gobierno cada vez son más alarmantes, y hoy me presto a recordarles que están aquí para servir al pueblo ¡y no para aprovecharse de él, queridos! Y es que su tontería de subir impuestos a la banca se traduce en nada menos que ¡50.000 millones de euros en créditos! ¿Les queda algún tecnócrata por ahí?

Porque a ningún buen economista se nos pasaría jamás por alto que la banca lleva una década ahogada como consecuencia del intervencionismo del BCE, y siendo apaleada por el imaginario colectivo debido al rescate bancario que por cierto, fue para las cajas de ahorro, sistema financiero más público que privado. La demagogia imperante de este gobierno es tan preocupante, que nos ha quedado claro que cual rasgo psicopático son muy capaces de creerse sus propias mentiras. Presumir de crecimiento cuando venimos de un desplome del PIB, es tan absurdo como peligroso.

Del mismo modo que fanfarronear de mercado laboral y empleo en este país es demagógicamente ridículo cuando el mayor demandante de empleo es el propio Estado, realmente me asustan. Entonces sólo me queda exponerles con datos que la única realidad de este país consiste en que España está tirando la “limosna europea” para tapar sus cifras y aferrarse, para variar, al poder a costa del contribuyente.

Me atrevo abiertamente a contarles que una vez más lo verdaderamente cierto de toda esta cuestión será que los autónomos van a sufrir el mayor atraco de su historia, que España es el país con más inflación de los principales países de la UE, que es el que menos se ha recuperado y que está entre los que más gasta y más se endeuda. ¡Somos la joya de la corona!

El poder como el nogal, no deja crecer nada bajo su sombra. Todo, como en los buenos reinados, se basa en satisfacerles, no cuestionarles y acatar. Hoy España y su papá Estado están tan inmersos en un pernicioso espiral de mentiras, temeridades y abusos incongruentes de poder que me preocupan casi tanto, como que sigan siendo incapaces de interiorizar que cualquier tipo de poder, si no se basa en la unión, es débil. Y sólo un débil se corrompe ante el poder, ese poder que cuando es absoluto corrompe absolutamente.

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Owner Founder CEO

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