Elecciones Generales 2015

El PSOE castigará fiscalmente a las empresas y recuperará Sucesiones y Patrimonio

Pedro-Sánchez
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (FOTO: EFE)

El PSOE ha decidido no innovar en materia fiscal y ha optado por lo mismo de siempre: subir impuestos para financiar el aumento del gasto público. Los objetivos de los socialistas a la hora de aplicar el castigo tributario son las grandes empresas, olvidándose de que son las que crean puestos de trabajo y de que hay ocho millones de ahorradores que invierten en ellas.

Según el documento “Agenda para una recuperación justa”, si el PSOE gana las elecciones va a proceder a eliminar «múltiples exenciones y bonificaciones, muchas de ellas de escasa justificación» en el Impuesto de Sociedades. Para compensar este castigo fiscal los socialistas quieren plantear una “tributación mínima” del 15% sobre los beneficios de las grandes empresas, frente al 28% que ha fijado la reforma laboral del PP.

Sin embargo, lo más agresivo para el sector privado es la creación de un nuevo impuesto “sobre la detracción de rentas en abuso de derecho”, que gravaría con un tipo del 35 % los beneficios que las empresas que «sustraigan» del control tributario mediante «esquemas de planificación fiscal agresiva». Es decir, que optimizar la factura fiscal, actividad que es legal en España, va a ser perseguido por el Gobierno si el PSOE logra acceder a La Moncloa.

En cuanto a los hogares, los socialistas quieren recuperar el Impuesto de Patrimonio en todo el territorio nacional, mediante la fijación de un tipo mínimo que el partido que lidera Pedro Sánchez no especifica. En la actualidad las comunidades autónomas establecen exenciones de hasta el 100% para no castigar a las familias que, debido a este tributo, pagan dos veces por su propiedad.

De la misma forma, el PSOE quiere recuperar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en el mismo sentido que Patrimonio, estableciendo un mínimo nacional. El objetivo es claro: perseguir a aquellos que, según los socialistas, “no contribuyan de forma justa al sostenimiento de los gastos públicos”. Es decir, a todos los padres que dejen herencia a sus hijos fruto del trabajo de toda una vida.

Una reforma fiscal del PSOE no puede anunciarse sin las tradicionales impuestos “medioambientales”. En esta ocasión pretender subir los tributos a las emisiones de CO2, los óxidos nitrosos y los vehículos de motor,  fusionando el Impuesto de  Matriculación y el de Circulación. “También se establecerían impuestos sobre los residuos industriales tóxicos o peligrosos y los residuos de envases, embalajes y bolsas”, señala el texto.

En un acto presentado junto a Jordi Sevilla este jueves, Pedro Sánchez ha dicho que con todas estas medidas más la lucha contra el fraude fiscal van a recaudar 10.000 millones de euros adicionales el año que viene con respecto al presente y 25.000 millones en 2019.

Asimismo, el PSOE sugiere establecer un mayor control de las SICAV (vehículos de inversión de grandes fortunas) mediante el establecimiento de un porcentaje de participación máxima para cada inversor, un periodo de permanencia máximo de las plusvalías acumuladas sin que tributen, y la dotación a la agencia Tributaria de competencias para supervisarlas e inspeccionarlas. Hay que recordar que, en contra de lo que se suele creer, las SICAV tributan como cualquier fondo de inversión.

En cuanto a las amnistías fiscales, los socialistas proponen prohibir por ley «de forma absoluta» que se apliquen de manera general o individualizada, y también quieren desvelar el nombre de los defraudadores acogidos a la que puso en marcha el PP.

Finalmente, el PSOE propone crear una «excedencia para emprender», con reserva de puesto de trabajo para todas aquellas personas que inicien un proyecto empresarial, así como “acercar” la cotización a la Seguridad Social y el sistema de pago de impuestos de autónomos, de forma que coticen por los rendimientos netos que reciben.

Reducir el déficit aumentando impuestos

Pedro Sánchez ha dicho que si gobierna reducirá el déficit al 1% en 2019. Esto implica una disminución menor que la que previsión del actual Ejecutivo, que lo sitúa en el 0,3% en 2018.

El secretario general del PSOE ha dicho: «Lo haremos con una senda gradual y equilibrada en la consolidación entre ingresos y gastos distinta a la propuesta por el PP, que está exclusivamente centrada en el recorte de aquello que es el patrimonio público de los españoles, como es el Estado de bienestar», ha criticado.

Eso se traduce en que se cobrará más impuestos, puesto que tienen previsto aumentar el gasto público, sin tener en cuenta el impacto negativo que puede tener sobre la economía.

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