Así se llevó a cabo la mayor estafa de vino de la historia

Estafa
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Quédate con este nombre: Rudy Kurniawan. Es el responsable de la mayor estafa de vinos de la historia. Rudy, de 40 años, apareció en la escena de la alta sociedad americana a principios de la década del 2000. Se hizo pasar por un rico más en la ciudad de Los Ángeles. Su tren de vida era tan elevado que nadie cuestionó sus dudosos orígenes.

Este hombre de ascendencia indonesia tenía un don: un excelente olfato -y gusto- para el vino. Comenzó a comprar y vender vinos de Borgoña y a ser una pieza fundamental en las subastas. En una de ellas llegó a vender mercancía por valor de 25 millones de dólares. Kurniawan se posicionó como uno de los mayores compradores de la exclusiva bodega Domaine de la Romanée-Conti. Tanto es así que le apodaron ‘Dr. Conti’. Las catas que organizaba con añadas históricas eran verdaderos acontecimientos sociales en las altas esferas de California.

El historial de su estafa es asombroso: en el 2006 vendió un falso Chateau Mouton-Rothschild 1945 por 56.000 dólares. Colocó en el mercado botellas falsas por valor de 30 millones de dólares. Hasta que cometió el error de vender una caja de Domaine Georges Roumier 1923 por 112.000 dólares. El problema es que esta bodega no produjo vino antes de 1924. Alguien se dio cuenta y durante 4 años se llevó a cabo una investigación que finalizó con su arresto, en el año 2012, en su casa de California. En ella el FBI halló un auténtico laboratorio donde rellenaba botellas de Burdeos con vino de Napa. Y todo el material necesario para llevar a cabo la operación: etiquetas, corchos, sellos. Días después la policía destruyó 500 botellas falsas encontradas y pertenecientes a las mejores bodegas del mundo. Kurniawan fue condenado a 10 años de prisión y a compensar a las víctimas del fraude con 28 millones de dólares. Para ello se subastaron las 5.000 botellas auténticas que el arrestado coleccionaba en su bodega.

¿Cómo pudo engañar durante tanto tiempo? Recordemos que era la época de la burbuja de Silicon Valley. Los nuevos millonarios morían por tener su propia colección de vino y había una demanda excepcional. Además muchas de las botellas se adquieren por inversión o coleccionismo y rara vez se degustan. Así que no hay muchas oportunidades ni demasiadas personas que conozcan bien estos vinos.

La falsificación de Kurniawan vuelve a la actualidad gracias al documental ‘Sour Grapes’ de Netflix.  El protagonista no quiso ser entrevistado para el documental: nunca ha concedido una entrevista desde que ingresó en prisión. Pero el film contiene varias grabaciones de cenas, catas y subastas en las que el falsificador participó.

Laurent Ponsot es propietario de la prestigiosa bodega Domaine de Ponsot. Fue una de las personas que lanzó la voz de alarma cuando empezaron a aparecer demasiadas botellas de sus añadas. Ponsot interviene en el documental y afirma que “es imposible que Kurniawan falsificara todo ese número de botellas él solo. Y el problema es mucho mayor de lo que ha trascendido en los medios de comunicación. El 80% del vino de Borgoña producido antes de 1980 es falso».  Aquí te dejamos el trailer de ‘Sour Grapes’. Un genio de la estafa.

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