Educación Financiera

La formación de los políticos y la alfabetización financiera

La corrupción en las universidades públicas y privadas es un tema tabú

Bill Gates y Jeff Bezos invierten millones de dólares en Educación en EEUU

Educación financiera
Educación financiera

Estamos en un momento bastante confuso, tanto en el mercado como políticamente. Desde hace unos meses, hasta la Educación en España está en boca de todos. Es una lástima que se generalice que unos cuantos casos de personas de dudosa moral y, lo que me parece más grave, menos interés en aprender, permitan poner en entredicho la Educación y la formación de muchas personas, no sólo en alguna universidad en particular, sino de forma amplia en España.

Nos preocupa mucho la corrupción de los políticos, que ha conseguido hacer triunfar una moción de censura, sin embargo, es un tema tabú la corrupción en las universidades públicas (y privadas). Las universidades se han convertido en centros de corrupción, chanchullos e irregularidades y nepotismo. Cada vez tiene menos importancia la excelencia y el mérito, ya que lo que prima son los contactos y los padrinos necesarios en la universidad para conseguir una plaza. La consecuencia a lo largo de los años de este sistema corrupto es un nivel educativo, en el mejor de los casos, mediocre.

Al final, el resultado es que no hay ninguna universidad española entre las 200 primeras del mundo. Y eso con un presupuesto bestial. Mientras no consigamos reformar la universidad, cada vez irá a peor el nivel de educación. Las consecuencias de no tener personas educadas, es el camino más rápido al declive económico y empresarial de un país.

Estudios recientes en EEUU han conseguido demostrar una relación entre la finalización de estudios universitarios y éxito financiero. Así, las personas que dejaron los estudios no pueden acceder al 90% de los trabajos ofertados y ganan la mitad que los graduados universitarios cuando encuentran un trabajo.

Por otro lado, me argumentará alguno que hay muchas personas que han conseguido tener éxito financieramente sin educación, y estaré de acuerdo, pero es mucho más difícil. Cuanto más alto sea el nivel educativo, la cantidad de dinero que recibiremos a futuro será más alto. Ahí está el poder de la educación y por qué empresarios como Bill Gate o Jeff Bezos invierten millones de dólares en educación para niños y adolescentes. Y lo hacen porque saben que la educación en EEUU es transparente, los títulos universitarios válidos y contrastados con unos conocimientos y una preparación, y nadie duda de la excelencia de las universidades. Y ahí el problema en España.

Y eso me lleva al tema de hoy: por qué es importante la educación financiera para la estabilidad financiera de las personas. Profundizando más en el tema educativo, y más concretamente en la educación financiera, y según la definición de la OECD (2011), “es el conocimiento y comprensión de los conceptos financieros y las habilidades, motivación y confianza para aplicar ese conocimiento y compresión para tomar decisiones efectivas en diferentes contextos financieros, para mejorar el bienestar de los individuos y la sociedad, además de estar habilitados para participar en la vida económica.” ¿Y qué incluye también este concepto? Como describe Lusardi en su trabajo sobre el tema de 2008, esta definición incluye el conocimiento de conceptos básicos, como el interés compuesto, la diferencia entre valores nominales y reales, además del concepto general de diversificación. Hoy día, es crítico. Por una parte, porque todo el mundo tiene acceso a tarjetas de débito y de crédito, compra en la red y potencialmente puede incurrir en más crédito que le puede acabar llevando a problemas de deuda. Los créditos al consumo y la facilidad de acceder a ellos es cada vez más fácil. Cuanto mayor educación financiera se transmita a los jóvenes, menores problemas futuros en el ámbito financiero de las personas y, como consecuencia, mayor nivel de vida.

Las personas que son financieramente alfabetizados son mejores ahorradores y se preocupan por su jubilación, independientemente de si a futuro las pensiones existen o no. Son personas que difícilmente se arruinarán, ya que entienden lo que es un presupuesto, ahorrar, crédito y tipos de interés. Estos conocimientos básicos pueden suponer una mejora sustancial de la calidad de vida. Un estudio realizado por Lusardi y Mitchell en relación con este tema, Financial Literacy Around the World: An Overview, propone tres preguntas para medir el conocimiento financiero. Y como mal de muchos es consuelo de tontos, el estudio alberga unos resultados que confirman que el analfabetismo financiero es un problema global y que las mujeres presentan resultados peores que los hombres, además de que la alfabetización alcanza los valores máximos en el grupo de mediana edad. Las preguntas son muy básicas:

  • Suponiendo que tienes 100 USD en una cuenta de ahorro y el tipo de interés es del 2%, después de 5 años, cuánto dinero tendrías en la cuenta? A) Más de 102 USD, B) Exactamente 102 USD C) Menos de 102 USD D) No sé E) No contesto
  • Imagina que el tipo de interés de tu cuenta de ahorro fuera del 1% al año y la inflación fuera del 2% por año. Después de un año, cuánto podrías comprar con la cantidad de dinero en la cuenta? A) Más que hoy, B) Lo mismo, C) Menos que hoy, D) No sé E) No contesto
  • Dime si es verdadero o falso: “Comprar las acciones de una sola compañía normalmente nos debería de dar retornos más seguros que un fondo de acciones”. A) Verdadero, B) Falso, C) No sé, D) No contesto

Es tal la importancia de este tema, que no solo es un problema individual, sino que es mucho más amplio y debería de abordarse como una necesidad en la Educación básica. Y esto, con una parte de los políticos que están en contra de ofrecer a las personas estos conocimientos; sí, es mejor que todo el mundo sea idiota. Uno de los temas que más me ha impactado este verano ha sido el éxito (libro más vendido en Amazon) y a la vez las críticas a un libro fantástico, que debería ser de referencia en la ESO, Mi primer libro de economía, ahorro e inversión, de María Jesús Soto.

Tengo muy pocas esperanzas de que este tema se tome en serio en el Gobierno actual, en manos de populistas y nacionalistas, como tampoco lo hicieron los gobiernos pasados. Pero quizá deberíamos plantear ofrecer a nuestros hijos “extra escolares” de educación financiera, que está demostrado que es muy rentable a largo plazo, para ellos y para la sociedad en general.

Después de muchos años en el sector de inversión, me doy cuenta de que una gran parte de la sociedad no está alfabetizada financieramente. Es posible, que muchos de los problemas generados por la crisis del año 2008 no hubieran sido tan graves ni tan generalizados si lo hubiera estado.

No sé si volverá una crisis similar a la del 2008, pero creo que de los errores debemos aprender y que se debería hacer un esfuerzo en ponernos en situación de control sobre nuestras inversiones, y por ende, de nuestra estabilidad financiera futura.

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