Europa es vulnerable a otra crisis bancaria por el retraso de los nuevos mecanismos de rescate

Dinero BCE

Europa es vulnerable a otra crisis bancaria por el retraso de los nuevos mecanismos de rescate y resolución de entidades. Puede parecer que tras la crisis hemos aprendido todas las lecciones que nos eviten nuevos sustos en el futuro. Pero la realidad es bien distinta. José Manuel González-Páramo, David Marsh, Pedro Schwartz y Juan Castañeda, expertos en el sector bancario, coinciden en destacar la importancia que para Europa representa la Unión Bancaria algo que no quedará del todo resuelto hasta el año 2024. ¿Qué pasará si antes volvemos a tener dificultades en esta materia?

La fFundación Rafael del Pino ha reunido esta semana a cuatro primeros espadas especializados en el sector bancario para abordar el futuro de la Unión Bancaria Europea así como el de la City de Londres después del Brexit. Pues la capital inglesa es un actor principal en esta materia que al desligarse del resto de la UE habrá que ver cómo impacta en el resto de socios.

José Manuel González-Páramo actuó como moderador de esta reunión de sabios. Páramo trabajó en el Banco de España, fue miembro del Consejo del BCE y ahora desempeña un puesto ejecutivo en el BBVA. Quizá por ello ofreció la versión más optimista reconociendo que para que la UE crezca y se fortalezca tiene que dotarse de una Unión Bancaria que tenga una misma regulación para todos los países, una misma supervisión y unas mismas garantías de los depositantes.

De hecho, tiene que haber un sistema para que los bancos, si es menester, «mueran» en Europa de la misma forma, es decir, que se liquiden de igual modo. Páramo afirmó que estos asuntos capitales fueron arrumbados porque no había crisis y porque de facto suponía ceder soberanía de todos los países al Centro de Europa.

No tuvo reparos en afirmar que la crisis sorprendió al Viejo Continente con una tarea a medio terminar en el ámbito bancario que todavía está por concluir. Mientras se termina ve con preocupación, este doctor en Economía por la Universidad de Columbia, movimientos populistas en Europa que combaten la idea de integración.

El ejemplo más claro el propio Brexit o cómo las autoridades italianas a la hora de liquidar sus bancos malos evitan cumplir la normativa comunitaria sorteando el bail in (las pérdidas las asumen los bonistas, accionistas, acreedores y depositantes) y prefieren que el Estado, a ser posible con ayuda de Bruselas, se haga cargo de limpiar los destrozos y así evitar el coste político de tener mucha gente en la calle diciendo que lo ha perdido todo.

Todo esto abre un abanico de posibilidades; que se integre Europa más rápido, que se asuma que hay varias velocidades dentro del territorio o incluso la disolución de la UE como algunos pretenden.

Juan Castañeda es colaborador de varios bancos centrales y del Banco de España y arrancó su intervención afirmando que la construcción del euro fue precipitada. Nadie esperaba un cataclismo financiero y menos que hubiera un efecto contagio en toda la región debido a los países más débiles que después intoxicaron al sistema bancario.

Cree Castañeda que ya no se pueden poner más parches y apuesta porque una Institución supranacional con sede en Frankfurt domine los destinos de todos los bancos europeos. Cuyos requisitos de capital y de procedimientos serán iguales en todos los estados miembro. Esto evitará «los sesgos patrióticos» para que los diferentes países pretendan ser más benévolos con sus bancos pero muy exigentes con los de los demás.

Para Castañeda todo esto que es tan lógico y que es el objetivo que nos hemos marcado no quedará consolidado hasta el año 2024 por lo que espera que no haya una crisis fuerte, como la vivida, antes de esta fecha pues no estaremos preparados del todo. También afirmó que para comprobar que verdaderamente lo estamos tendremos que esperar a cuando nos enfrentemos a verdaderas dificultades.

David Marsh es el director general de la OMFIF, un organismo que vincula a los bancos centrales, los fondos soberanos y los grupos financieros del sector privado. No es partidario del Brexit y cree que será un gran problema tanto para UK como para la UE. La Unión Bancaria dice que es una demanda desde hace más de 20 años por parte de los Gobernadores de los distintos Bancos Centrales de Europa y que si no se ha hecho es porque los alemanes lo paraban.

Querían una unión política, luego monetaria y después bancaria cuando es justo lo contrario de lo que hay que hacer, aseguró el británico. Tampoco cree que haya ninguna ciudad en Europa a día de hoy con capacidad suficiente para asumir el papel que desempeña la City en el panorama bancario mundial. Tendrán que pasar unos años sentenció pero se conseguirá pues no a todos los banqueros extranjeros que operan desde Londres se les renovará el permiso de residencia, afirmó con la típica ironía inglesa.

Pedro Schwartz compartió tesis con Castañeda: el mecanismo de Unión Bancaria está a medio montar, como venga una crisis fuerte nos puede volver a machacar, aseguró el veterano profesor que confesó que la implantación del euro le pareció una decisión precipitada. Afirmó que la moneda única es como estar en el patrón oro y que a países como España como no puede crear moneda tiene que ganársela por vía balanza de pagos.

Además alertó: ¿qué ocurrirá con las deudas en euros de aquellos países que se marchen de la UE, las tendrán que asumir sus acreedores? Algo que Páramo cerró en seco; «el único país que se lo ha planteado ha sido Grecia y cuando ha medido las consecuencias ha decidido quedarse.

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