Crisis del coronavirus

Los jubilados empiezan a empeñar sus casas por la crisis: crece la demanda por hipotecas inversas

Hipotecas inversas

La pandemia del coronavirus ha reactivado la demanda de las hipotecas inversas. Es un producto financiero poco conocido entre los ciudadanos y escasamente comercializado en España que permite a los mayores de 65 años convertir su ahorro inmovilizado -la vivienda- en liquidez. Ahora, en plena crisis del coronavirus y en previsión de que la situación se recrudezca, muchas personas buscan liquidez para ayudar económicamente a su entorno familiar, o para compensar las bajas pensiones que reciben.

«Esta fórmula aporta tranquilidad económica a las personas que tiene una activo y que no le sacan rendimiento. La demanda de las hipotecas inversas ha crecido un 23% entre marzo y septiembre respecto al año anterior», explica Ángel Gominges, CEO del asesor independiente Óptima Mayores, quien también anticipa que el importe de las operaciones de 2020 superará los 30 millones del año anterior. Con vistas al aumento de préstamos, la firma está negociando con varias entidades, aunque por el momento – y desde 2013- camina de la mano de la entidad portuguesa BNI Europe. «La demanda actual supera la oferta del mercado», explican desde Óptima Mayores.

Pero, ¿qué es y cómo funciona la hipoteca inversa? Es un préstamo o crédito con garantía hipotecaria diseñado para mayores de 65 años mediante el cual, una persona pone su casa como garantía y obtiene un préstamo bancario. La cantidad media que se presta es del 30% del valor de tasación, aunque puede llegar hasta el 45%. El préstamo se articula mediante un solo pago o en forma de renta mensual vitalicia. Y lo más importante: no se pierde la propiedad de la vivienda. Tras el fallecimiento de los titulares del crédito, los herederos disponen de un plazo de un año para decidir si devuelven el dinero a la entidad y recuperan la vivienda, o si dejan la casa al banco.

Las hipotecas inversas están reguladas por la Ley 41/2007 e incluye exenciones fiscales. En concreto, establece la exención de pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) y una reducción de las tasas notariales y registrales frente a las de un préstamo hipotecario normal. A pesar de las condiciones favorables que ofrecen, son las grandes desconocidas entre los ciudadanos españoles. En nuestro país hay más 8.000.000 de personas mayores de 65 años con vivienda en propiedad, pero solo el 12% de ellos sabe qué es la hipoteca inversa

Ni bancos ni aseguradoras 

En la actualidad, la mayoría de bancos y aseguradoras del país no comercializan este producto financiero, aunque algunos han reconocido que están estudiándolo. Es el caso de Bankinter, Santander, VidaCaixa o Mapfre.

«Estamos aprendiendo cuáles son los riesgos y cómo definirlo para estar seguros de que nos cubrimos», decía el consejero director general de VidaCaixa, Javier Valle, a principios de año, quien también pedía una mayor definición regulatoria al respecto. Aseguradoras como BNI, Caser y Catalana Occidente -esta última en un volumen muy bajo y solo a demanda- sí que ofrecen este producto financiero.

Aunque existe cierto recelo por parte de las entidades a apostar por las hipotecas inversas, el Banco de España se ha mostrado partidario de mejorar la fiscalidad de los productos para acumular ahorro a largo plazo con vistas a la jubilación. Considera también que se podría adaptar la oferta comercial para hacerlos más atractivos.

Según explicó este mismo lunes el director general de Economía y Estadísticas del Banco de España, Oscar Arce, las actuales deducciones por aportaciones “se acaban concentrando en los declarantes con mayor nivel de renta” y “no tienen impacto significativo sobre nuevo ahorro”, sino que sus titulares “dejan de ahorrar en instrumentos con menos incentivos” para realizarlo en dichos productos.

A juicio del responsable del Banco de España, entre los elementos a los que merece la pena “dar una oportunidad a la reflexión” sobre “cómo operan” es a los productos que permiten licuar el patrimonio como pueden ser las hipotecas inversas y debería darse “entre todos: sector privado por supuesto, también autoridades reguladoras, supervisores”.

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