Lehman Brothers: la quiebra del capitalismo

Lehman
Logotipo de Lehman Brothers en una casa de subastas. (Foto: GETTY)

“¡Resistir es mantenerse en pie, cuando la verdad nos hace vulnerables!”

“Es el 14 de septiembre de 2008; ¡y no! no es un día habitual. Estoy absolutamente exhausta tras un verano extremadamente complejo. La quiebra de los Bancos hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae, junto con la absorción del gigante de inversión Bear Stearns, ha provocado uno de los mayores colapsos ¡nunca vistos! del sistema financiero global, con una caída bursátil abismal del 67% del sectorial bancario. Ahora mismo, el mercado atiende con muchísimo temor a todo el sistema financiero y no sabemos ¡cómo toda esta locura va a terminar! Aniquilar uno de los ¡5 grandes! (Bear Stearns) ¡es algo impensable! pero las consecuencias de que Lehman Brothers termine quebrando; ¡sí pueden ser catastróficas! Tras una semana intensa, con un 16% de volatilidad en el sectorial bancario de Estados Unidos, ¡necesito un descanso! Parece que este fin de semana, Barclays adquirirá Lehman y se pondrá remedio a esta temeraria espiral bajista, que vivo atemorizada en silencio”.

15 de septiembre de 2008; son las 21:30h de la noche y estoy cenando en una terraza, siguiendo con mi antiguo terminal HTC las noticias que llegan de Wall Street. Las negociaciones entre Lehman Brothers y Barclays ¡se rompen! y el gigante de la inversión Lehman… se declara en quiebra señores. ¡No me lo podía creer! Por supuesto, el temido contagio no tarda en llegar y Merrill Lynch, el tercero de los ‘big 5’ de inversión mundiales, anuncia su integración con Bank of America, tras declararse ‘herido de muerte’, ante la quiebra que supuso Lehman Brothers. Solamente nos quedan dos; Goldman Sachs y Morgan Stanley. John J. Mack; CEO de Morgan, anuncia a sus empleados que disponen de liquidez para aguantar hasta junio de 2009… El sistema financiero mundial está en jaque. Una quiebra que supone; ¡el fin del capitalismo!”

Aún, a día de hoy, siento como tales escalofríos recorren mi cuerpo al venirme a la memoria ese fatídico 15 de septiembre de 2008, ¡un domingo cualquiera! tras contemplar atónita ¡a más no poder! cómo un gigante de la banca mundial, como era entonces Citigroup, ¡se desplomaba un 65%! ante los rumores de quiebra de Lehman.

Jamás imaginé que ello sería un juego de niños, comparado con lo que aconteció después de aquello; una caída adicional de un 95% de la cotización del Citi y la quiebra en bloque de toda la banca de inversión y aseguradoras. ¡El capitalismo estaba en bancarrota! por culpa de la despiadada codicia de la Banca.

Mientras tanto, el G21 se reunía semana tras semana, tratando de remediar el colapso del mundo capitalista, y por supuesto; ¡no encontraba solución alguna al crash bursátil! a pesar de los intentos de liderazgo de Gordon Brown y Nicolás Sarkozy. ¡Mi mundo estaba en quiebra! y en ese momento, se les ocurrió la brillante idea de darle una cerilla a un pirómano. El capitalismo pasaba de un sistema liderado por la voluntad del pueblo, ¡a la tiranía de los bancos centrales! Mi mundo, nuestro mundo; había concedido como última esperanza, el mayor y más peligroso de los poderes a Ben Bernanke y la FED; ¡Les habíamos concedido el poder de crear moneda de manera ilimitada!

Qué fue de aquél: ¡Refundemos el capitalismo! Tal vez recuerden en marzo de 2009, a Nicolás Sarkozy advirtiendo que se debía refundar el capitalismo y aquella célebre frase que quedará en el recuerdo, ¡por su maravillosa contundencia! pero también por su fragilidad; ‘too big to fail’. ¡Evitar que los bancos sean tan grandes, que no puedan quebrar! Tan sólo hacía falta mirar a nuestro alrededor, para ver la realidad de aquella buena voluntad: El sistema de cajas de ahorro quebrado e integrado en los grandes Bancos.

España pasando de un 70% de deuda sobre PIB a un 100% y rescatada por Europa, con una carga fiscal más propia de los estados del norte de Europa, ¡pero con un Estado del bienestar aniquilado! Las desigualdades sociales, el distanciamiento cada vez más evidente entre ricos y pobres, el bajo nivel salarial y un mundo en general, ¡más corrupto! ¡más crispado! ¡más inestable! ¡más vulnerable! y para la inmensa mayoría; ¡más pobre! Esta señores ¿era la promesa del G21, abanderada por la vedette Sarkozy? ¿Refundar el capitalismo? ¿Para quién? ¿Para el querido club Bilderberg?

¡Una década ya del escalofriante apagón financiero! y sí, nos quedan Bancos más grandes, más poderosos y más corruptibles; ¡mal business! El traspaso de poder del Estado a los Bancos centrales, ha sido la lógica y verdadera respuesta de una sociedad, ¡muy capaz de agarrarse a un clavo ardiendo! ante la crisis financiera más brutal, que jamás hemos vivido. En mi opinión, aún es pronto para valorar las consecuencias y los efectos colaterales de “inflar” los mercados; manipulando al consumidor americano, en pro de que gaste sus merecidos ahorros, ¡para evitar el colapso!

Pero lo que indiscutiblemente no puedo negar, es que el trasvase del Estado del bienestar a las arcas de los entes privados, es claramente uno de los lastres que hoy, espero seamos capaces de comprender. La vulnerabilidad tangible de un sistema social crispado, económicamente desvalido y un Estado con poco margen de maniobra, ¡nos otorga un nuevo desafío! a las puertas de un ciclo económico, que comienza a dar ligeros síntomas de agotamiento.

¿Cómo responderemos a una nueva crisis financiera, sin apenas margen de maniobra? Mi propuesta es muy clara, y ahora al igual que entonces, siento y opino que lo que Lehman Brothers debería habernos enseñado, es a buscar soluciones en la economía productiva ¡y no en la especulativa! pero como ven señores; cosas de bancos… de las que lamentablemente ¡no aprendemos!

@GisTurazzini

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