Los inversores internacionales rechazan invertir en Cataluña mientras siga la incertidumbre

Inversores españoles
Personas en la Bolsa de Madrid.

El desafío secesionista está pasando factura económicamente a Cataluña desde varios frentes. A la caída de las reservas hoteleras y la fuga de empresas hay que añadirle las dudas generadas en la mayoría de los inversores internacionales, que declinan realizar operaciones mientras continúe la incertidumbre política en la comunidad autónoma.

El 55% de los inversores de carácter internacional encuestados por la consultora Kreab ha afirmado que «no va a tener en cuenta Cataluña como destino de inversión mientras se mantenga esta situación». No sólo eso, sino que 8 de cada 10 consideran que «los últimos acontecimientos en Cataluña tendrán un impacto negativo o muy negativo en sus decisiones de inversión».

Además, existe un 10% de inversores que tampoco tendrá en cuenta el resto de España en sus inversiones «en el actual escenario de incertidumbre», por lo que las inversiones de todo el país se verán afectadas en mayor o menor medida por la situación política en Cataluña.

La consultora señala que en julio el resultado arrojaba «un notable optimismo sobre España como destino de inversión», aunque también recuerda que los encuestados consideraban que la incertidumbre política era el principal factor de riesgo a la hora de invertir en nuestro país.

«Ahora que el conflicto independentista en Cataluña se ha agudizado, parece que los inversores están posponiendo sus decisiones de inversión e incluso reduciendo su exposición a la región con el objetivo de reducir el riesgo», señala el estudio.

Más de un millar de empresas han huido de Cataluña desde la celebración del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Son los efectos generados por la inseguridad jurídica derivada del desafío independentista.

Ni las grandes compañías ni las más pequeñas quieren arriesgarse a estar radicadas en una región que no ofrece ninguna seguridad jurídica. Las primeras sociedades en salir fueron las ligadas al sector financieroSabadell y Caixabank anunciaban su traslado de sede a Alicante y Valencia, respectivamente, atajando así una sangría en Bolsa.

Gas Natural y Colonial siguieron la senda de la banca y decidieron venirse momentáneamente a Madrid. Por su parte, Abertis se lo pensó dos veces antes de salir de Cataluñala compañía de Salvador Alemany está en plena guerra de OPAs y prefería guardar la calma. Finalmente, también la sociedad decidió trasladar su sede a la capital.

Tras el paso dado por estas empresas, muchas otras han decidido seguir la misma política, hacer las maletas y trasladarse a otros puntos de la geografía española.

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