¿Qué es y cómo funciona un «factoring»?

contrato
(Foto: GETTY).

El factoring es un instrumento financiero por el cual las empresas pueden disponer del importe de las ventas que han realizado antes del plazo (vencimiento) que han acordado con el comprador. Se trata, pues, de una forma de obtener liquidez para poder afrontar el día a día sin que los plazos de pago con el cliente afecten a la actividad.

Además, como servicios complementarios, la compañía puede beneficiarse de otros elementos como la emisión de la factura, la preparación de todos aquellos documentos relacionados con el cobro así como su gestión y comprobación y, en el caso que exista un impagado, su seguimiento y gestión para poder cobrar.

Algunas empresas de factoring, a cambio de satisfacer una cantidad de dinero mayor, también pueden llegar a hacerse cargo de la totalidad del riesgo. De esta forma, la compañía se asegura el cobro de la factura de todas formas.

¿Cómo funciona el factoring?

En toda operación de factoring participan tres partes, que son las siguientes:

– Factor: es la compañía de factoring.

– Usuario: es la empresa vendedora que contrata el servicio.

– Deudor: es la empresa que realiza la compra.

El funcionamiento de toda operación es la siguiente:

– Se realiza el acuerdo entre la empresa compradora y vendedora conforme se realiza una transacción comercial por la que se estipulan unas determinadas condiciones de pago en un plazo acordado. Se trata de la venta que genera el derecho de cobro.

– La empresa usuario contacta con la compañía de factoring y le expone los detalles de la operación. Entonces, se realiza el consiguiente estudio de riesgos para determinar si acepta o no formar parte de esta operación.

– Una vez la empresa ha decidido entrar en esta transacción, realiza la gestión del cobro, los trámites administrativos y concede la financiación. Para ello, gira un efecto a la empresa vendedora para que pague un efectivo, que se compone de un nominal al cual se le restan los conceptos de comisiones e intereses. Es en este punto donde la empresa factor obtiene su beneficio. Este tipo de interés acostumbra a ser importante, ya que la empresa factor asume un riesgo. Normalmente, este coste de financiación depende de la complejidad de la operación y de la cantidad de servicios adicionales que se contraten.

– Finalmente, la empresa deudora realiza el pago de la factura acordada con el vendedor a la compañía de factoring. De este modo, recupera su inversión inicial y consigue unos beneficios derivados de los intereses y comisiones que ha cobrado a la empresa vendedora.

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