Durante la crisis del coronavirus

La inutilidad de la Administración para colocar a los parados: media en el 1% de las contrataciones

El Gobierno da sólo 20 días a las empresas para solicitar el nuevo ERTE pero la web lleva una semana bloqueada
El Gobierno da sólo 20 días a las empresas para solicitar el nuevo ERTE pero la web lleva una semana bloqueada

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no sólo ha estado sumido en el caos por la gestión de los ERTE desde que se declaró el estado de alarma y comenzó la crisis del coronavirus. Lo más preocupante es que en la que debería de ser su misión fundamental de este organismo y de las oficinas de empleo de las CCAA -colocar a los parados e insertarles de nuevo en el mercado laboral- no sólo no termina de arrancar sino que tiene un papel completamente irrisorio.

La misión del SEPE, según declara este organismo en su propia página web, es la siguiente: «Contribuir al desarrollo de la política de empleo, gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo con el fin de conseguir, con la colaboración de los Servicios Públicos de Empleo Autonómicos y demás agentes del ámbito laboral, la inserción y permanencia en el mercado laboral de la ciudadanía y la mejora del capital humano de las empresas». Sin embargo, este último aspecto parece que no está en su hoja de ruta por el momento.

Según se puede extraer de los datos del propio Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz, ni siquiera el 1% de los contratos que se han firmado entre marzo y junio, el arranque de la crisis del coronavirus, se han firmado con la intermediación de las oficinas públicas de empleo. Desde los sindicatos aclaran que no es el SEPE el organismo encargado de la mediación ante una oferta laboral, sino que son las oficinas de las CCAA. Aunque sí que es cierto que al SEPE le corresponde colaborar con éstas para lograr la inserción laboral, según se detalla en su misión.

Concretamente las oficinas públicas de empleo se pueden atribuir 37.782 colocaciones de demandantes de empleo activos. Es decir, contratos que han sido ofertados por el empresario a los servicios públicos de empleo con resultado de colocación, según la propia definición del Ministerio de Trabajo. Si en este periodo de tiempo se han firmado 3,9 millones de contratos, se puede extraer que apenas el 0,9% de las salidas laborales de parados durante estos últimos meses han tenido como intermediario al antiguo Inem.

Si se tiene en cuenta también a la inserción laboral de los demandantes «en baja inferior a 180 días» -aquellas colocaciones de personas que figuraban inscritas como demandantes de empleo y han transcurrido menos de 180 días desde su baja como ‘demandante de empleo’ hasta su colocación- la situación tampoco cambia demasiado. Mostraría que las oficinas de empleo han intervenido en la colocación de apenas el 2% de los contratados: exactamente en 78.920 colocaciones. No obstante, los demandantes en baja inferior a 180 días ya no estaría propiamente en las listas del Inem sino que, según la definición de Trabajo, salieron de estas en el último medio año.

Por poner un ejemplo, sólo en el mes de junio -el último con datos disponibles- Trabajo detectó 266.370 colocaciones de demandantes de empleos activos en el SEPE. Pues bien, sólo 15.873 se hicieron por una oferta que el empresario gestionó a través de las oficinas de empleo y en 250.497 casos éstas no tuvo ninguna intermediación, tan sólo se dedicó a registrar la baja como demandante de empleo en sus famosas listas.

Estos datos son los que han llevado en multitud de ocasiones a numerosas formaciones políticas a solicitar una reforma integral del SEPE. Algo quizás más urgente que nunca teniendo en cuenta que los últimos datos -contando los ERTE y los autónomos con cese de actividad- elevan el número de parados reales a 7,2 millones de personas.

De todas formas, sólo contando con las cifras de parados oficiales (que aún no llegan a 4 millones porque el Gobierno considera que «los ERTE no son paro») España tiene ya más desempleados que 19 países de la UE juntos y el triple que Alemania, lo que permite hacerse una idea certera del gran drama que se vive en el mercado laboral español.

Desde el sindicato CSIF recuerdan que el caos registrado en el SEPE «en absoluto» es «responsabilidad de dicha plantilla» y aclaran que, pese a que la misión del SEPE en su página web recuerda que la colocación de los parados es parte de sus objetivos en realidad estas competencias están transferidas desde hace años a las CCAA.

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