Filial de Aguas de Valencia, de la familia Calabuig

El independentista Madí ha fracasado en Aguas de Cataluña: entró en pérdidas en su primer año al frente

El independentista Madí ha fracasado en Aguas de Cataluña: entró en pérdidas en su primer año al frente
David Madí, presidente de Aguas de Cataluña.
Carlos Ribagorda

Eugenio Calabuig, presidente y propietario de Aguas de Valencia, contrató a finales de 2018 a David Madí, independentista, uno de los cerebros del ‘procès’, ex hombre fuerte del ex president Artur Mas, para dirigir su filial de gestión de aguas en Cataluña. La intención era que su perfil secesionista sirviera para ganar numerosos contratos públicos de los ayuntamientos catalanes, gobernados en su mayoría por los ex convergentes y por ERC y la CUP.

Sin embargo, Madí ha fracasado, al menos de momento. Aguas de Cataluña obtuvo un resultado de explotación negativo de 411.000 euros y una pérdida neta de 38.000 euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil por el grupo. Números rojos que el año anterior fueron ‘verdes’, beneficios, según la misma fuente: 619.000 euros de ganancias netas.

La jugada por lo tanto no le ha salido bien de momento a la familia Calabuig. Nacidos en Castellón, se les ha situado más en la órbita del PP que de cualquier otro partido. Se hicieron con el control de Aguas de Valencia en 2017, cuando concretaron la compra de las acciones que tenía la francesa Suez en la compañía, y en 2018 tomaron la decisión de contratar a un directivo cercano al independentismo para su filial de Cataluña.

A Madí no le ha ido bien. No ha conseguido los contratos de los ayuntamientos que esperaba pese a que lo primero que hizo fue contratar a Marc Pifarré como su mano derecha. Pifarré fue secretario general de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), por lo que tendría contactos suficientes para conseguir esos contratos públicos de gestión del agua.

Nada más lejos de la realidad, a tenor por el resultado de 2019 de la compañía. Aunque algún contrato sí ha conseguido, no exento de polémica. En julio de 2019 el ayuntamiento de San Cugat del Vallés, el de más renta per cápita de Cataluña y gobernado entonces por los ex convergentes, decidió ampliar dos años más el contrato de gestión de agua con la empresa Agbar, rival de Aguas de Cataluña.

Un mal trago que ha conseguido endulzar con un pequeño contrato de este ayuntamiento hace unas semanas. El nuevo gobierno del consistorio, que ha cambiado de alcalde convergente a uno de ERC -coaligado con el PSC y las CUP-, le ha adjudicado en julio y sin concurso el contrato para detectar la presencia del coronavirus en las aguas residuales de la ciudad.

Pero, de momento, la empresa de la familia Calabuig sigue siendo residual en Cataluña, al limitar su presencia en esta comunidad a algunos consistorios de Tarragona.

Consejo Asesor independentista

Ante el fiasco de los primeros pasos de Madí por Aguas de Cataluña, la compañía ha dado una vuelta de tuerca más en su giro hacia el independentismo y ha creado un consejo asesor con más figuras de la política y el empresariado defensores del secesionismo.

Hasta ahora no ha sido suficiente con Madí y Pifarré, así que la firma valenciana ha contratado como asesores -lobbistas- a los políticos Joan Puigcercós y Oriol Amat, y al empresario Ernest Pérez Mas. Puigcercós fue presidente de ERC en sustitución de Josep Lluís Carod Rovira y ha defendido la independencia con vehemencia.

Amat, ex diputado convergente y ahora en la universidad Pompeu Fabra, fue el ideólogo del ‘España nos roba’, eslogan que fue un mantra utilizado por los independentistas hace años y del que ahora algunos reniegan. Amar aseguró que Cataluña tendría como moneda el euro en caso de que alcanzaran la independencia. El empresario Pérez Mas es el fundador de Parlem, la ‘teleco’ oficial del independentismo.

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