Economía

Las ideas económicas de Errejón: subidas masivas de impuestos, renta básica y derroche

Pese a que hay quien quiere disfrazar al partido liderado por Íñigo Errejón como un Podemos ‘suavizado’, lo cierto es que las medidas en el ámbito económico serán absolutamente iguales, tal y como demostró Más Madrid en sus medidas económicas para la candidatura de la capital.

El hachazo fiscal con un Errejón con fuerza en el Congreso estaría asegurado. De hecho, su candidatura para Madrid prometía aumentar del 21% al 23% el tipo máximo del IRPF en el tramo autonómico y subir del 2% al 6% el tipo autonómico del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para las inmobiliarias, entre otras medidas de carácter fiscal. El objetivo es claro, castigar el bolsillo de quienes generan empleo: tanto los grandes consumidores como las empresas.

La finalidad pasa por un teórico aumento en la recaudación para derrochar con un aumento del gasto público brutal. En Madrid, sin ir más lejos, quiso aumentar con fuerza las partidas más populistas: Sanidad, Educación, I+D…

Renta básica

Sin embargo, una de las ‘medidas estrella’ de la candidatura de Íñigo Errejón para las Elecciones Generales del próximo 10 de noviembre será, muy probablemente, la renta básica. Existe la posibilidad, de hecho, de que imite la propuesta de su ex partido para las elecciones del 28 de abril, que pasaba por una renta básica de 600 euros para todos los españoles que se iría actualizando con el IPC y con el alza del salario medio.

Como cualquier partido de izquierdas que se precie, la formación de Íñigo Errejón no se olvidará de intervenir ahí donde pueda. Uno de los sectores más afectados sería, además del sector financiero -que sería castigado con dureza fiscalmente-, el inmobiliario. Y es que el ex número dos de Podemos ha prometido hacer lo que sea necesario para «impedir subidas abusivas mediante el control de precios».

En definitiva, ahogo fiscal y despilfarro del gasto público. Unas cuentas que, lógicamente, haría que el déficit se disparase y traería consecuencias catastróficas para una economía que ya de por sí estará castigada por una recesión que todos, menos la izquierda, ven.