Ibex 35

El Ibex 35 sube el 0,36% impulsado por los máximos de Wall Street y el sector eléctrico

El Ibex 35 subió el 0,36% esta semana, condicionada por los máximos históricos de Wall Street y los mensajes del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense, dispuestos a bajar los tipos de interés y a aplicar otras medidas monetarias expansivas si continúa empeorando la actividad económica.

Bolsa de Madrid
Bolsa de Madrid

El Ibex 35 cerró la semana ligeramente en positivo impulsado por los bancos centrales, que confirmaron su intención de estimular la económica si continúa desacelerándose el crecimiento. El selectivo español no pudo seguir la estela del resto de índices, muy penalizado por la alta exposición al sector financiero. El Ibex continúa cotizando dentro del rango entre los 9.000 y los 9500 puntos desde mediados del mes de febrero, a pesar de no haberse resuelto ninguno de los principales catalizadores presentes en el mercado, como la guerra comercial, el Brexit o las tensiones en Italia y Oriente Medio.

En el plano empresarial, el sector que peor se comportó fue la banca, con una caída media superior al 2%. La posibilidad de que los bancos centrales mantengan los tipos de interés bajos durante mucho tiempo dificulta una mejoría en sus beneficios. Aunque la compañía que más cayo fue Indra, después de anunciar el interés por comprar ITP. La posibilidad que necesite realizar una ampliación de 500 millones para financiar esta compra ha pesado sobre el ánimo de los inversores.

Las empresas relacionadas con las materias primas se vieron beneficiadas por la debilidad del dólar, ya que las hacen comparativamente más baratas. Arcelormittal y Acerinox lideraron las subidas a pesar de no haber ninguna novedad sobre la guerra comercial. IAG fue otra de las empresas con mayor volatilidad durante esta semana después de conocer el “profit warning” de Lufthansa, que anunció una caída estimada en los beneficios de un 21%. Las principales causas son la guerra de precios de las aerolíneas en los trayectos cortos, la fuerte subida del petróleo durante el primer trimestre y el clima de incertidumbre sobre el crecimiento económico.

Wall Street volvió a alcanzar nuevos máximos históricos después  que la Reserva Federal anunciara su intención de bajar los tipos a partir del mes de julio. Durante la reunión de la Fed pudimos comprobar un cambio en el lenguaje, ya que se eliminó la palabra “paciencia” del discurso, y se sustituyó   un crecimiento “solido”,  por uno “moderado”. A pesar de que los EEUU cuentan con una macroeconomía envidiable, crecimiento 3.1%, desempleo 3.60% e inflación del 2%, prefiere iniciar una bajada de tipos antes que la economía se deteriore fruto de las tensiones comerciales.

Las últimas encuestas otorgan un 100% de posibilidades a que la Fed baje 25 puntos básicos en la reunión de julio. Además, el 33% de los analistas encuestados estiman que se producirán  dos bajadas en los que resta de año, frente al 36% que apuestan  tres bajadas. Es probable que esta decisión de la Fed no se trate de un hecho puntual e inicie una progresiva bajada de tipos durante los próximos años. Por esta razón pensamos que esta no es la mejor base para construir un rally alcista de manera sostenible, ya que si deciden bajar los tipos es porque temen una desaceleración económica.

Mario Draghi sorprendió a los mercados el pasado martes al anunciar que el BCE está preparado para bajar los tipos o introducir nuevas medidas de estímulo en el caso que la inflación continúe cayendo. El problema de la institución europea es que tiene los tipos en cero, y acaba de finalizar el programa de compra de activos, por lo que los nuevos estímulos podrían tener un impacto muy limitado en el mercado.

Las negociaciones sobre la guerra comercial continúan estancadas, y los inversores esperan que se reactiven durante la próxima semana en la cumbre del G20. En Reino Unido seguimos pendientes de conocer quién será el próximo primer ministro, y cuál será su postura frente al Brexit. Mientras Italia y Bruselas siguen discutiendo sobre el objetivo del déficit marcado para 2019 y 2020.

En el mercado de las materias primas destacamos al oro, que superó la resistencia de los 1.400 dólares,  por primera vez desde 2013 , impulsado por el debilitamiento del dólar. La intención de rebajar los tipos de interés por parte de la Reserva Federal ha llevado al EURUSD a máximos desde finales del mes de marzo. Este movimiento ha favorecido a un repunte en los precios de las materias primas.

La próxima semana toda la atención la protagonizará la cumbre del G20, ya que los inversores confían en que se restablezcan las negociaciones entre EEUU y China, que actualmente están en punto muerto. Un tono constructivo podría impulsar los activos de renta variable a nivel global, arrastrando así al Ibex 35. Sin embargo, también habrá que prestar atención a los datos macro, en el que destacamos el dato de IPC, que volverá a ser determinante en las próximas decisiones del BCE. La próxima semana esperamos que el Ibex 35 continúe cotizando dentro del rango comprendido entre los 9.000 y los 9.500 puntos, a no ser que alguno de los catalizadores presentes en el mercado como la guerra comercial, Brexit, la deuda italiana o las tensiones entre EEUU e Irán, pasen a otro nivel.

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