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El hachazo fiscal de Sánchez ‘roba’ 63.000 coches de las ventas de los concesionarios en sólo 2 meses

El hachazo fiscal de Sánchez ‘roba’ 63.000 coches de las ventas de los concesionarios en sólo 2 meses
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Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

La falta de voluntad política del Gobierno de Pedro Sánchez a la hora de eliminar los efectos de la normativa europea WLTP en el alza del impuesto de matriculación ha provocado que el sector de la automoción se desangre en plena crisis del coronavirus. En concreto, el hachazo fiscal del Ejecutivo ya ha robado 63.000 coches de las ventas de los concesionarios en tan sólo 2 meses -ya que entró en vigor el pasado 1 de enero-. Una situación que llega después de que el mercado español cerrara el año 2020 como el peor de toda Europa -lejos de los datos de Alemania, Italia, Francia y Reino Unidos-con un desplome de las matriculaciones de más del 32%.

Así lo han confirmado fuentes del sector a OKDIARIO, que han explicado que «el alza del impuesto de matriculación penaliza las ventas con una subida del precio media del 5%, hasta sumar entre 800 y 1.000 euros más a la factura de la compra de un coche nuevo. Un golpe fiscal que provocará que el sector pierda más 160.000 ventas en 2021 y se aleje de los niveles previos al impacto de la crisis del coronavirus».

«El desplome de las ventas en el primer mes del año es sólo un aviso de los datos que va a registrar el sector de la automoción en el primer semestre del año»

«El mercado español cerró el primer mes del año con una caída del 50%, pero esto es sólo un aviso de los datos que va a registrar el sector de la automoción durante el primer semestre del año», puntualizan. El mercado automovilístico español registró la peor caída de la serie historica con un volumen de 40.000 turismos y todoterrenos, lo que se traduce en un descenso del 51% en comparación con los 87.000 unidades entregadas en 2020, según los datos publicados este lunes por las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

¿Los principales motivos? El efectos de las restricciones de la tercera ola de la crisis del coronavirus, el fin de las ayudas del programa de renovación del parque circulante español 2020 -más conocido como plan Renove- y el aumento del impuesto de matriculación.

No obstante, explican que «el desplome de las ventas en el primer mes del año es sólo un aviso de los datos que va a registrar el sector de la automoción en el primer semestre del año». En concreto, prevén que el mercado automovilístico español registre en el mes de febrero una caída de las matriculaciones del 40%, lo que se traduce en la pérdida de más de 40.000 vehículos en comparación con los 94.000 unidades vendidas en el mismo periodo del año anterior.

«La automoción se enfrenta a un ejercicio con muchas incertidumbres donde, con toda seguridad, la demanda caerá, lo que nos lleva a pensar que hasta 2022 no se podrá hablar de recuperación».

«El alza de la presión fiscal en el sector de la automoción será el culpable del 20% de la caída de las ventas en el segundo mes del año, lo que se traduce en casi 23.000 vehículos. Algo que el sector no se puede permitir en plena crisis del coronavirus y sin el respaldo del Gobierno tras el fin de las ayudas del plan Renove, pese a sobrar el 85% de los fondos que movilizó el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo -200.000 millones de euros-«, explican.

Adiós a 18.000 puestos de trabajo

«La automoción se enfrenta a un ejercicio con muchas incertidumbres donde, con toda seguridad, la demanda caerá, lo que nos lleva a pensar que hasta 2022 no se podrá hablar de recuperación. De esta manera, los concesionarios no pueden asegurar ni el empleo ni sus inversiones», avisan al Gobierno de Pedro Sánchez. En concreto, prevén que el alza del impuesto de matriculación provoque la pérdida de 18.000 puestos de trabajo.

El pasado 1 de enero entró en vigor la normativa WLTP impuesta por la Comisión Europea (CE), a pesar de las promesas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo -cartera de Reyes Maroto- y del Ministerio de Hacienda -con María Jesús Montero al frente-. Aunque prometieron que iban a compensar el alza fiscal finalmente se han quedado de brazos cruzados, dando la espalda al sector de la automoción en uno de sus años más complicado.

Este impuesto no sólo provocará la pérdida de casi 160.000 matriculaciones y la destrucción de miles de empleos, sino que también disparará el envejecimiento del parque móvil español, lo que se traduce en más contaminación y menos seguridad. Esto ha hecho encender todas las alarmas en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dirigido por Teresa Ribera, cuyo objetivo desde que llegó al Gobierno es eliminar los coches de combustión de las carreteras españolas.

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