El gasto en pensiones superará antes de final de año la barrera de los 10.000 millones mensuales

El gasto en pensiones contributivas podría superar los 10.000 millones de euros antes de que finalice el año. Probablemente, de cara a septiembre, apuntan los economistas. Los expertos consultados por OKDIARIO avisan de que, tras el alza del 0,9% de las pensiones aprobada por el Gobierno, la nómina que destina el país cada año a las pensiones seguirá creciendo este año a ritmos elevados. En el mes de febrero ya lo hizo un 3,2%.

La explicación que dan es la siguiente: si se mantiene el actual ritmo de gasto de este pilar de la Seguridad Social, en torno a septiembre el gasto podría superar la barrera de los 10.000 millones de euros.

También está cerca el momento en el que vaya a haber en España 10 millones de perceptores de jubilaciones y de pensiones de viudedad u orfandad (en la actualidad la cifra asciende ya a 9,8 millones). De hecho, en los últimos años se han sumado más 100.000 pensionistas nuevos a la Seguridad Social, exceptuando 2015 cuando hubo 89.8587 más.

Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, asegura en declaraciones a OKDIARIO que «la evolución al alza del gasto en pensiones resulta indudable». «Por ejemplo, en lo relativo a las prestaciones de jubilación hemos pasado de una factura mensual de 4.634 millones de euros en febrero de 2010 a 7.056 millones en el mismo mes de 2020», remarca.

No obstante, su mayor preocupación son las pensiones del futuro, que llegará cuando se jubile la generación del baby boom: «El mayor desafío está por llegar cuando se retire la generación del baby boom, los nacidos entre 1960 y 1975, que suma cerca de 11,6 millones de personas. Unas personas que empezarán a retirarse en esta década y que, además, contarán con una elevada esperanza de vida».

Si se tiene en cuenta la demografía, que no engaña, a corto plazo también habrá problemas para pagar las nóminas. ¿La razón? Que hay 2,2 millones de personas con edades próximas a la jubilación, teniendo en cuenta aquellos que tienen entre 61 y 64 años. En cambio, sólo hay 1,5 millones de niños de entre 0 y 3 años lo que indica que el recambio generacional que garantizará el pago de las pensiones dentro de dos décadas no se está produciendo.

El gran debate en el futuro será cómo pagar las pensiones, para lo que el Gobierno y el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, tienen como misión aprobar una reforma en el Pacto de Toledo que de tranquilidad a los jubilados, especialmente a los baby boomers.

Los servicios de estudios dan por hecho que no será posible afrontar los pagos con las cotizaciones actuales, por lo que habrá que seguir recurriendo a las emisiones de deuda o a la financiación mediante otros impuestos, aunque este último extremo se ha estado evitando porque implicaría un nuevo aumento de una fiscalidad que ya de por sí es elevada.

El problema más grande llegará cuando haya una nueva crisis del empleo, algo previsible porque la economía es cíclica, lo que hundiría los ingresos de la Seguridad Social y pondría en jaque el sistema en escasos meses.