Del Pino

La familia Del Pino cifra en 35 millones de euros las pérdidas de su aventura en ‘National Geographic’

Es la cantidad que refleja la Memoria de 2017 de Casa Grande de Cartagena, el vehículo inversor de los dos hermanos Del Pino que siguen juntos: Joaquín y María

El negocio inicial era abrir 400 tiendas y restaurantes de la marca National Geographic fuera de Estados Unidos

El dueño de la compañía ahora es Rupert Murdoch

La familia Del Pino cifra en 35 millones de euros las pérdidas de su aventura en ‘National Geographic’
Imagen de la tienda de National Geographic en la Gran Vía de Madrid.
Carlos Ribagorda

La familia Del Pino ha cifrado en 34,9 millones de euros las pérdidas sufridas por su inversión en National Geographic, un fructífero negocio -la explotación de la marca fuera de Estados Unidos en tiendas, restaurantes y merchandising- que ha acabado en ruina para todos los inversores debido a la crisis económica y a la decisión de Joaquín Del Pino, presidente, de no invertir un euro más en el proyecto a finales de 2015.

Es la millonaria cantidad que refleja la memoria de 2017 de Casa Grande de Cartagena, la compañía con la que invierten los dos hermanos de la familia Del Pino que todavía no se han separado, Joaquín y María, consejeros de Ferrovial. Históricamente, Casa Grande ha sido el vehículo inversor de la familia Del Pino hasta que los cinco hermanos, incluido Rafael, presidente de Ferrovial, decidieron separarse en 2016.

Joaquín Del Pino, gestor de la inversión de la familia en National Geographic, ha liquidado la empresa el año pasado reconociendo las pérdidas. Una ruinosa inversión que empezó en 2009, cuando Del Pino, Mario Losantos y otros inversores adquirieron la empresa a su primer dueño, José Ramón Carabante, constructor murciano que llegó a tener un equipo de Fórmula 1 e intentó adquirir el 5% del BBVA.

400 tiendas

La familia Del Pino le dio un impulso al proyecto y empezó a abrir tiendas y restaurantes por medio mundo. Singapur, Panamá, Sidney y Madrid. En España abrieron en la Gran Vía. El plan de negocio incluía la apertura de entre 300 y 400 tiendas y restaurantes en todo el mundo salvo en Estados Unidos.

Pero las escasas ventas y las muchas deudas por la megalomanía de las tiendas obligó a cerrar el negocio el 31 de julio de 2015. Sin embargo, el negocio no se cerró en paz entre los accionistas ya que accionistas minoritarios de la empresa acusaron a Del Pino de cerrar el negocio sin contar con ellos.

No solo eso. También le acusaron de tener pactada con National Geographic la venta de la licencia de la marca fuera de Estados Unidos a Rupert Murdoch, actual propietario. «La jugada de Del Pino solo es entendible si ya tenía pactada la venta de National Geographic. Porque la empresa tenía solución. Pero al dejar de invertir de la noche a la mañana, lo hundió. Estaba en su derecho de no invertir más, pero no en dejar tirados a los accionistas minoritarios», asegura uno de estos accionistas.

La familia Del Pino tenía el 36% de la empresa. Según la Memoria del ERE de extinción de la empresa en el proyecto se dilapidaron unos 94 millones de euros entre inversiones, ampliaciones de capital y garantías aportadas por los socios. Ahora se conoce la cifra exacta perdida por la familia propietaria de Ferrovial: 34,969 millones de euros.

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