Turismo

Airbnb, el rey de la gentrificación mueve millones de visitantes en España pero factura como una pyme

Diez años después del nacimiento de la empresa sigue siendo imposible saber cuánto factura en los países donde opera

Casi dobló la cifra de negocio de su filial Airbnb Marketing Services SL

Airbnb, el rey de la gentrificación mueve millones de visitantes en España pero factura como una pyme
Mapa de las más de 17.000 ofertas de Airbnb en Barcelona

Millones de personas entran cada año en España para alojarse en una vivienda con Airbnb, la compañía californianana principal responsable del fenómeno de la gentrificación en los centros de las ciudades y en zonas turísticas. Airbnb alojó, sólo el 11 de agosto de este año, a 3,5 millones de turistas en España según sus propios datos.

Sin embargo, esta actividad carece de transparencia y la recaudación de Hacienda es mínima por ella: la actividad de Airbnb escapa del fisco español y se beneficia de ella Irlanda, el país favorito para la ingeniería fiscal de las tecnológicas norteamericanas.

Según datos de Airbnb Marketing Services SL, la única filial que esta empresa tiene en España y que no refleja su actividad real en el país, facturó 4,59 millones de euros en 2017, ganó 213.969 euros y pagó 72.000 euros en impuestos. Una cifra de negocio y una factura fiscal propia de una pyme.

El gigante turístico con estas cifras supera la posición 26.000 dentro del ranking de las principales empresas españolas. Según la información del Ranking de Empresas de El Economista, con estos datos Airbnb se encuentra inmediatamente por debajo en el ranking de Jo-Bex Man SL y de Montajes Complutum SL, empresas absolutamente desconocidas.

Y es que la ingeniería fiscal permite a este agente turístico de primer orden beneficiarse de una situación fiscal ventajosa que es la que intenta revertir el impuesto digital propuesto por la Comisión Europea y que el gobierno español de Pedro Sánchez quiere implementar en las próximas semanas. Desde la empresa se ha respondido a OKDIARIO que «Airbnb cumple con la regulación y paga todos los impuestos correspondientes en los lugares donde opera».

Sin apenas plantilla

Airbnb no necesita una gran plantilla para la actividad brutal que realiza en España, ya que su actividad de intermediación le permite desprenderse de gastos derivados de la gestión de las habitaciones que oferta. Tampoco se hace responsable de velar por el correcto cumplimiento de normas y regulaciones de las mismas, que queda en manos de los ‘anfitriones’. Esta labor de externalización de responsabilidades y actividades le permite funcionar en España con apenas 21 empleados, según sus datos publicados en el Registro Mercantil.

Según la propia compañía, en 2016 su actividad movió 4.370 millones de euros en España. El anfitrión se queda con un 94% de lo que cobra mientras que Airbnb le cobra un 3% a él y hasta un 15% al cliente. Si estuviéramos hablando de que la empresa se queda con un 18% de cada transacción realizada en su web, en 2016 se habría quedado cerca de facturar 800 millones de euros en España (en 2016), de los que sólo 2,9 son rastreables para la Hacienda española.

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