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Inditex podría comprar con sus 6.000 millones de caja a Puma, Hugo Boss o Marks & Spencer

La textil gallega no ha crecido mediante operaciones corporativas

La retribución al accionista mediante dividendo, uso probable de la caja

Inditex podría comprar con sus 6.000 millones de caja a Puma, Hugo Boss o Marks & Spencer
Flora Pérez, Pablo Isla y Denise Patricia Kingmill (Foto. Inditex)

Inditex parece estar llegando a su techo. Al menos en cotización bursátil, algunos analistas consideran que la firma de Amancio Ortega puede haber encontrado su límite bursátil y que sus números en todo el mundo ya no son tan fulgurantes como hace unos años. En esta situación de indefinición, la compañía con un as en la manga: 5.944 millones de euros de caja neta, 500 millones más que hace 12 meses. Esta caja, una de las mayores de empresas europeas, permitirían a la textil gallega comprar al contado a competidores como Puma (con un valor en bolsa de 5.620 millones de euros), Marks & Spencer (5.580) o Hugo Boss (5.420 millones).

¿Qué es probable que haga Ortega con esta caja neta? El perfil del emprendedor de origen leonés, sexta fortuna mundial según Forbes, hace que pocos apuesten porque Inditex crezca ahora mediante compras. «Estoy seguro de que tienen cientos de ofertas de empresas que quieren que las compren, pero el crecimiento de Inditex viene siendo orgánico desde hace muchos años y no creo que esto cambien en vida de Amancio Ortega. Quien sabe si en el futuro», comenta el analista Eduardo Bolinches.

El presidente Pablo Isla ya lo avanzó en 2016: «La caja que tenemos es para asegurar la inversión y crecimiento de la empresa. El dinero invertido se destina a la apertura y remodelación de tiendas y también a sistemas y tecnología». Nunca se ha hablado de operaciones corporativas a gran escala con lo que realizarlas sin informar anteriormente al accionista de sus intenciones sería muy poco ortodoxo.

«Venden más, pero porque abren más tiendas»

Pero expertos financieros coinciden en que Inditex necesita un revulsivo para seguir manteniendo una posición de preeminencia y liderazo mundial. Según Bolinches, «su problema es que no arrancan en las ventas online, donde hay un dios todopoderoso que es Amazon. Luego evidentemente no venden más.  Los inversores ven que pincha, que llega tarde a internet. Creo, como intuición personal mía, que se le está empezando a tratar como un valor cuya actividad ha alcanzado el máximo y que sólo incrementa ventas porque abre espacios nuevos. La cotización está estancada. Le pasa lo contrario que a Apple: factura más porque tiene un cliente fiel dispuesto a pagar más. A Inditex le pasa lo contrario: quien no puede comprarse un jersey de 80 euros en otras tiendas se compra uno de 20 con ellos».

Desde Bankinter se considera que «a los precios actuales, el valor cotiza con una gran prima frente a sus competidores y a unos múltiplossimilares a los de grupos de productos de lujo como LVMH, Kering, Ralph Lauren o PVH. Creemos que el entorno más competitivo del segmento “low/middle cost” en el que opera Inditex, en un escenario de desaceleración del ritmo de ventas y márgenes menos sostenibles, no justifican el nivel de cotización actual. Mantenemos nuestra recomendación de Neutral con un precio objetivo de 23,3 euros».

Nicolás López, de MG Valores, no cree que su caja vaya a servir para adquirir compañías: «Dudo que Inditex se vaya a dedicar a invertir en otras compañías. Ya tiene bastante con seguir abriendo tiendas. Lo normal es que cuando entra en madurez revierta al accionista con dividendos. En la medida en que necesite abrir menos tiendas al año imagino que utilizará su caja para recomprar acciones, para aumentar dividendo o algo de ese estilo. Su futuro es ir suavizando sus aperturas de tiendas y más con el mayor impacto de internet. Repartir el sobrante no sé si de golpe con un dividendo extraordinario sería una posibilidad».

Para este experto, «la clave de Inditex es cuanto pueda seguir creciendo en el futuro. Sigue siendo un modelo exitoso, ropa de diseño a precios competitivos y por el momento gana a todos sus competidores».

Bolinches recuerda que «su cotización descuenta que el comprador de textil ya no es tan prestigioso. La cotización dejó de ser una escalera que sube al cielo. Se quedó lateralizará y posteriormente se va configurando un techo abovedado y empieza a corregir. Las ventas cogen velocidad con una pauta de máximos y mínimos decrecientes. Estos valores intentan mantenerse en lateralidad, intentar no marcar nuevos mínimos».

La única solución para evitar el inicio de la caída es según asegura «bajar ratio de PER, subir rentabilidad por dividendo y no fallar en las estimaciones, tienes que vender más y más. Coger nuevos mercados aunque asumas más riesgos. Muchos analistas ven los problemas de divisas emergentes y la exposición de Inditex a divisas emergentes no es baja. Inditex está en Indonesia, India, China, en África, eso hace que la psicosis de posible burbuja en contagio a monedas emergentes hace que el dinero no entre en este tipo de valores».

En el top 3 de la moda mundial

Según datos del índice Top 100 Fashion United, que reúne a las compañías cotizadas top del mundo de la moda, Inditex solo está detrás en bolsa de LVMH (Louis Vuitton, la mayor compañía francesa con 155.000 millones que se diversifica en joyería, vinos o relojes con decenas de marcas icónicas) y de Nike con 114.000 millones. La empresa gallega queda por encima de otras como Dior, Hermès o Kering.

Sin embargo, su posicionamiento específico la lleva a ser competidora directa en el sector de ‘fast fashion’, donde se encuentran la sueca H&M o la norteamericana GAP. Un segmento con menos margen que las marcas posicionadas en lujo, con más rotación de colecciones y donde los españoles son hoy líderes indiscutibles. Los suecos de H&M llevan tres años muy malos en bolsa con la acción a 120 coronas suecas (11,40 euros) frente a las 360 (34,19) que alcanzó en 2015. Y los norteamericanos también están muy lejos de sus máximos. Inditex ha crecido en este ‘target’ muy competitivo con un modelo que parece mostrar algo de agotamiento. Pablo Isla todavía tiene 54 años y la intención firme de jubilarse en Arteixo (La Coruña). Pero es difícil esperar grandes cambios de estrategia mientras siga presente la figura del creador de todo el imperio Amancio Ortega.

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