Un accionista denuncia artificios contables en la matriz de Vega Sicilia en contra del interés social y de los accionistas minoritarios

Un accionista denuncia artificios contables en la matriz de Vega Sicilia en contra del interés social y de los accionistas minoritarios
Vega Sicilia.

Un accionista ha denunciado «artificios contables» en El Enebro, matriz de Vega Sicilia, en contra del interés social y de los accionistas minoritarios. La accionista perjudicada se ha reservado el derecho de impugnar los acuerdos de la Junta, que podrían perjudicar sus legítimos intereses.

Según el denunciante, este comportamiento revela claramente que los cinco hermanos Álvarez Mezquíriz, que controlan El Enebro, S.A. y sus sociedades dependientes, están utilizando a la matriz y a sus filiales en contra del interés social, en su exclusivo beneficio y en perjuicio de la accionista minoritaria.

La sociedad El Enebro, S.A., ha celebrado su Junta General Ordinaria en la que han sido aprobadas sus cuentas anuales, individuales y consolidadas, del ejercicio 2017, con el voto en contra de la accionista María José Álvarez, titular del 16% de las acciones de la Compañía, basándose en que las cuentas presentadas no reflejan la verdadera realidad jurídica y económica de la misma.

En el año 2013, los cinco accionistas que controlan El Enebro, S.A. y que eran y son sus administradores, vendieron sus propias acciones de Eulen, S.A., a El Enebro, S.A., por un precio de 100 millones de euros (principal más intereses), una operación considerada por los accionistas minoritarios como fraudulenta y encontrándose, en la actualidad, judicialmente impugnada.

En el año 2017, los accionistas mayoritarios y administradores cobraron 16 millones de euros a través de un crédito de Bodegas Vega Sicilia, S.A. a El Enebro, S.A, evitando, de esta forma, que esa cantidad constituyese parte del beneficio de El Enebro, S.A.

Con este subterfugio contable, han dejado reducidos los beneficios de El Enebro, S.A., de 16 millones que debería ser su beneficio real, a 1.544.000 euros. Con esta treta, pretenden saltarse la ley que, protegiendo los derechos de los accionistas minoritarios, impone que al menos 1/3 de los beneficios sociales del ejercicio constituya dividendo a repartir entre los accionistas.

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