La sentencia contra Deliveroo pone de nuevo bajo la lupa el modelo laboral de la economía colaborativa

trabajador - coste por hora
Trabajador de Deliveroo e

La primera sentencia judicial contra Deliveroo y el modelo rider vuelve a poner bajo lupa las condiciones laborales de los empleados de plataformas como Glovo y UberEats. El juzgado de primera instancia nº6 de Valencia ha dado la razón a un trabajador de la compañía tras considerar que mantenía una relación laboral y por tanto, concluye que el despido es improcedente.

La sentencia se suma a las actas de la Inspección de Trabajo de Valencia y de Madrid, que establecieron -los pasados meses de diciembre y enero respectivamente- que los repartidores de comida a domicilio eran asalariados aunque en sus respectivos contratos figuren como empleados autónomos. Después de estos dos expedientes, el organismo dependiente del Ministerio de Empleo abrió más de media docena de inspecciones nuevas por toda España.

Los inspectores estrecharon el cerco a las plataformas digitales solicitando documentación y reuniéndose con trabajadores de Deliveroo y Glovo en ciudades como Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, A Coruña, Alicante y Gijón. Pese a que la sentencia puede ser recurrida y los sindicatos se encuentran a la espera de las resoluciones, el debate sobre el modelo laboral de la economía colaborativa vuelve a abrirse.

‘Falsos autónomos’, fraude de ley

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores de Autónomos (ATA) apuntan que pese a que en 2008, el 80% de los falsos autónomos se englobaban en el sector de la construcción, ha habido un traspaso en estos últimos años. Tanto es así que, apuntan que existen falsos autónomos en los sectores de reparto de comida a domicilio sin vehículo propio, ya que una bici no se considera vehículo.

«Los falsos autónomos es un problema, un fraude de Ley y hay que combatirlo. Siempre hemos pedido y pedimos mayor control y denuncia. Es una competencia desleal, esta forma encubierta de trabajo asalariado hace mucho daño a aquellas empresas que contratan a sus trabajadores como marca la Ley», denuncian.

La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) ha celebrado la sentencia y asegura que «bajo el sugerente nombre de ‘economía colaborativa’ plataformas como Deliveroo están haciendo caja a costa de los derechos laborales de autónomos que deberían ser asalariados», apunta María José Landaburu, secretaria general.

«Los ‘falsos autónomos’ sufren de manera ilegal la ausencia de derechos que los que sí somos autónomos sufrimos legalmente. Han convertido a los autónomos en el chollo del mercado laboral», sostiene. Landaburu afirma que el fallo del juzgado de Valencia pone en tela de juicio este «fraude de ley que precariza lo derechos de los trabajadores».

La sentencia, ¿marcará un antes y un después?

La sentencia, en opinión del profesor e investigador de derecho laboral Adrián Todolí, debe suponer un antes y un después en el sector de las plataformas online. «Lo que no parece que tenga sentido es, tras esta sentencia, seguir permitiendo esta bolsa de fraude en la economía de plataformas, ya que solamente con Deliveroo estamos hablando de más de 1.000 trabajadores que actualmente no están cotizando en el Régimen General de la Seguridad Social», explica en su blog.

Asimismo, Todolí subraya que este tipo de prácticas supone un varapalo para las cuentas estatales, así como para el mercado de la competencia. aa gran «pérdida de ingresos para el Estado y la competencia desleal hacia aquellas otras empresas que realizan la misma actividad cumpliendo con sus obligaciones».

El abogado Javier Veiga sostiene que es la resolución del juez es «acertada porque desde el punto de vista laboral para poder ser considerado como trabajador por cuenta propia (autónomo) se requiere una organización propia de los recursos y factores productivos. Bien es cierto que puede ser que el repartidor de Deliveroo aporte su propio medio de transporte y se organice de cara al reparto como crea más conveniente (direcciones a tomar en el recorrido), pero lo cierto es que actúa bajo la dependencia y por cuenta de su empresa, Deliveroo, que es al fin y al cabo quien abona sus sus emolumentos».

Deliveroo está estudiando recurrir la sentencia y está valorándola antes de decidir los próximos pasos. Sin embargo, los expertos consultados indican que este fallo «supone un reconocimiento de los justos derechos que corresponden al trabajador», señala Veiga.

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