Las cuatro razones por las que dejaremos de ir a las sucursales

Las cuatro razones por las que dejaremos de ir a las sucursales
Borja Jiménez

Las sucursales están abocadas al cierre. De hecho, los expertos consultados por OKDIARIO aseguran que, si aún siguen abiertas, es fundamentalmente por las personas mayores de cincuenta años, a quienes, por norma general, les cuesta más adaptarse al proceso de digitalización que atraviesa la banca. Hemos recopilado las cuatro razones fundamentales por las que las oficinas bancarias están en peligro de extinción.

Cada vez menos jóvenes

Los jóvenes están cada vez más acostumbrados a hacer todo tipo de operaciones bancarias. Desde pedir un crédito -basta con ver la creciente moda de los microcréditos rápidos-, hasta hacer una simple transferencia o hacerse una nueva tarjeta. Todo se puede hacer desde el sofá.

Tal es la prisa por adaptarse, que organismos como el Banco de España creen que las entidades nacionales están yendo, incluso, demasiado rápido. El director del Departamento de Conducta y Reclamaciones del Banco de España, Fernando Tejada de la Fuente, mostró en mayo su gran preocupación ante el “riesgo muy serio” de exclusión financiera de zonas rurales y personas mayores tras el cierre del 40% de las oficinas bancarias desde 2008.

Santander
Fachada de una sucursal de Banco Santander.

Santiago Carbó, catedrático de la Bangor Business School, subraya que «con las nuevas tecnologías no tienes ya ni que llamar por teléfono o ni que meterte al ordenador, porque lo hacemos todo a través del smartphone». Este cambio, bajo su punto de vista, «es lo que los clientes están demandando, particularmente los más jóvenes, que prácticamente no conocen el servicio a través de la oficina».

«Las generaciones más mayores, o las que están menos integradas en la digitalización, puede que sigan utilizando las sucursales, y nosotros para alguna operación concreta, como préstamos o créditos», concluye Carbó, dándole sentido a la existencia de sucursales en la actualidad.

La carrera

Los bancos son conscientes de este fenómeno, al que llevan adaptándose mucho tiempo y sobre el que han depositado grandes esfuerzos. «La digitalización de la banca es una carrera en la que el ganador tendrá una gran ventaja sobre sus competidores en el medio plazo», aseguran desde uno de los grandes bancos de este país.

Es decir, que los bancos españoles están protagonizando una batalla en la que todos quieren parecer «el más moderno». «Nuestras principales oficinas, unas doce, tienen muchos empleados, son muy visuales, con grandes pantallas de plasma, y los clientes no se aburren mientras esperan su turno», aseguran desde Liberbank.

José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca, señaló en el 25º Encuentro del Sector Financiero, celebrado hace unos días, que “la transformación digital es el riesgo que más incógnitas abre. Es una transformación inducida por dos vías, por un lado los clientes quieren operar con el banco de una manera diferente, y por otro los reguladores están abriendo las puertas a otros competidores».

La gran banca española invertirá este año más de 4.000 millones en digitalizarse.

La gran banca española invertirá este año más de 4.000 millones en digitalizarse. El Banco Santander, por ejemplo, destina cada año unos 2.000 millones de euros en este proceso. Sin embargo, BBVA es considerada por muchos expertos como la entidad que encabeza esta carrera, al ser la primera en arrancar. El banco que preside Francisco González realizó, ya en 2010, importantes inversiones en su tecnología interna.

Sabadell, por su parte, invierte 300 millones aproximados al año en su transformación comercial y digital, y se marca como objetivo aumentar las ventas a través de los canales online del 21% actual al 36% en 2020.

Modelo franquicia en auge

En esta «carrera», muchos bancos, entre los que destaca Liberbank, han optado por un modelo de negocio en el que la franquicia es básica. En vez de optar por el cierre de oficinas, prefieren dejar la gestión de las mismas en manos de terceras personas -agentes financieros-, a quienes ofrecen el mobiliario y determinadas ofertas, a cambio de que lleven las riendas de la sucursal.

A Liberbank le ha salido bien franquiciar parte de las 350 sucursales ‘rurales’ que tenía en 2016. De ellas, más de cien ya son franquicia, y la intención del banco, según ha podido saber OKDIARIO, pasa por alcanzar las 150, dado el éxito de la transformación.

Sucursal del banco Liberbank.
Sucursal del banco Liberbank.

El modelo de agentes (franquicias) de Liberbank comenzó en septiembre de 2016, en el marco del Plan Comercial (nuevo modelo de oficinas y de atención al cliente). Se comenzó con una oficina piloto, en la localidad de Cancienes (Avilés), en Asturias. Debido al buen funcionamiento de la misma durante un trimestre, en diciembre de ese mismo año se lanzó el desarrollo del proyecto.

«Las oficinas bancarias son las típicas sucursales a pie de calle, y los agentes financieros son profesionales independientes que tienen su propio despacho y oficina profesional, dedicada al asesoramiento financiero, seguros, gestoría, etc. Además, comercializan nuestros productos y dan asesoramiento financiero», explican desde otro de los grandes bancos nacionales, en el que recuerdan también que «tampoco tienen caja ni manejan efectivo».

«Están identificados con los logos de la red de agentes del banco y disponen de servicios tecnológicos que nosotros les ponemos», continúan las mismas fuentes, que afirman que «no son meros intermediarios, sino que van generando su propio balance, con productos de activo, pasivo, inversión e intermediación que les generan beneficios recurrentes». Es decir, que no son meros ‘comisionistas’.

Como ejemplo, sin embargo, no vale Bankinter, que tenía en España, a cierre de 2012, 505 agentes financieros y contaba con 367 oficinas, mientras que hoy la entidad que dirige Dolores Dancausa cuenta con sólo tres oficinas menos que en 2012, y con 427 agentes financieros. Esta reducción de ‘franquicias’ se debe a que en 2014 hubo una redistribución de la red en Bankinter, ahora más enfocada al negocio de banca privada. Así, aquellos agentes más enfocados al modelo de banca generalista se han ido marchando de la red.

Exigencias

No es sólo la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos el motivo por el cual el sector bancario comenzó a cerrar sucursales y despedir empleados. Las distintas autoridades bancarias llevan años apretando al sector para que nadie se quede rezagado en este proceso de reestructuración que ha supuesto el cierre de cerca de 20.000 oficinas desde 2012.

Hoy, el sector bancario español, sea por su capacidad de adaptarse al futuro o por las exigencias de instituciones como el Banco Central Europeo, ha reducido su red de oficinas en un 40%, lo que ha supuesto la salida de casi 90.000 empleados.

 

Un análisis de Joaquín Maudos, director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y catedrático de la Universitat de València, señala que más de la mitad de los municipios de España carecen de oficinas bancarias, mientras que un 15,8% dispone de una única entidad de depósito que ofrece servicios a través de sucursales.

Así, el cierre de oficinas ha sido una necesidad, y no sólo un ‘capricho’ del sector bancario, que ha tenido que recurrir a la reducción de su red de sucursales para asegurar su viabilidad. Prácticamente todos los bancos españoles reconocen que sus planes pasan por continuar con esta senda, en la que se seguirán cerrando oficinas en los próximos años.

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