Las ‘timofertas’ del súper: así juegan con los precios las cadenas de distribución

Un supermercado-súper (Foto: GETTY).
Un supermercado (Foto: GETTY).

Productos a un euro, llévese dos y le regalamos uno, descuento del 30% en la segunda unidad, promociones del 3×2 o packs ahorro… Cada vez hay más ofertas entre los lineales del súper que no pasan para nada desapercibidas. De hecho, la mayoría acaban en el carrito de la compra. Sin embargo, a veces lo barato sale un poco más caro.

Y es que, los supermercados, en ocasiones, revisten sus productos para que los consumidores piquen el anzuelo y así, elevar sus ventas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha bautizado a estas ofertas como las «timofertas» y se ha movilizado a través de las redes sociales para combatirlas y que se tomen medidas contra ellas.

Calculadora y lupa en mano

En primer lugar: calculadora en mano. En las promociones que regalan una segunda unidad del producto, «hay que comprobar los costes de las dos unidades para ver si realmente estamos ahorrando o con el pago de uno ya está cubierto el coste del otro», explican desde la OCU.

Aunque lo más fácil es no picar, coge la lupa si estás interesado en las promociones. En ocasiones, la letra pequeña esconde «condiciones y requisitos para poder beneficiarte de ellas».

No sólo el precio varía entre los productos, también depende de los establecimientos, ya que la fijación del importe es libre. «Comprueba que el precio que te ofertan está realmente rebajado y es mejor que el de otros establecimientos. Fíjate en el precio por kilo o por litro para poder comparar precios».

Y ojo, que además del precio del producto, también puede variar su volumen. En ocasiones, la capacidad del envase varía.

Y ojo, desde la organización siempre recomiendan valorar si necesitas ese producto o si será útil para algo. No hay que dejarse llevar sólo porque el precio sea atractivo.

Multas para el súper

Pese a que en ocasiones suceda, esta práctica no es lo normal. Ignacio Ochoa, consejero delegado de la consultora Branward, subraya que las cadenas de distribución «no realizan engaños» porque, entre otras cosas, este tipo de prácticas viene de la mano de una multa.

Y no sólo hablamos de una sanción económica, sino que también las compañías se arriesgan a que el consumidor deje de confiar en ellos. Esto también puede acarrear «el desprestigio hacen que el consumidor esté bastante protegido. Por supuesto no pueden arriesgar la pérdida del cliente, lo cual es un precio muy caro a pagar por el establecimiento».

En cualquier caso, Ochoa apunta que «si al ir a pagar en caja no es cierto -lo que ofertan y lo que proponen- siempre puedes devolverlo en ese momento y reclamar in situ. Las grandes y menores superficies utilizan técnicas de venta, promoción y exposición de productos que favorecen su visibilidad y venta pero eso está dentro de lo lícito y legal», concluye.

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