Un despacho de abogados acumula más de 1.000 demandas contra Cofidis por usura y amenazas

Cofidis
Página web de Cofidis.
Borja Jiménez

El despacho de abogados Preico Jurídicos acumula más de 1.000 demandas contra la financiera Cofidis por conceder créditos rápidos a los clientes «sin una información profunda y transparente sobre la letra pequeña que ocultan sus pólizas de crédito», ya que un consumidor estará condenado a pagar increíbles sumas de intereses y más aún si este último se retrasa en el pago en alguna de sus cuotas. Y no sólo eso, sino que según el mismo despacho, la empresa prestamista acosa a sus clientes morosos hasta el punto de llamar a sus vecinos y familiares para advertirles de que tal cliente tiene que ponerse en contacto con Cofidis por un asunto económico.

Raúl Castañeda, Gerente de Preico Jurídicos, fue propietario de una mercantil donde colaboraba con Cofidis, y esta última se apropió de un dinero sin justificar. «Me querellé contra Cofidis debido a que se apropió indebidamente de 225.000 euros sin justificación alguna en un fondo que disponía en las cuentas de Cofidis a través de una mercantil destinada a la venta», señala Castañeda, que recuerda que «la querella ha sido admitida a trámite y, mejor aún,  la fiscalía se ha posicionado en mi bando».

A partir de ahí, el bufete comenzó una cruzada contra la firma que ya acumula a más de 1.000 demandantes, tal y como han explicado a OKDIARIO desde el despacho, desde donde están reclamando ante los Juzgados competentes los contratos firmados entre cliente y financiera para demostrar al Juez que hay una posible usura y con ello se está consiguiendo aplicar la Ley Azcárate (ley contra la usura) y se están ganando los juicios, con lo que los clientes de otras demandas, de momento, han recuperando los intereses pagados.

El despacho de abogados ha lanzado una iniciativa para intentar legislar una ley que regule los límites. “La Ley de Regulación en los límites de intereses sobre los créditos al consumo está para evitar que las financieras y bancos puedan seguir cobrando sin control unos intereses desproporcionados debido a nuestra urgencia y necesidad de acudir a la solicitud de un crédito, aprovechándose así de nuestra debilidad económica al no llegar a final de mes, mientras ellos se enriquecen y nos tienen endeudados y atrapados”, explica Castañeda.

Según el despacho, han recibido cientos de llamadas de clientes que les han manifestado un gran enfado cuando se retrasan con el pago de algún recibo. El ‘modus operandi’ de Cofidis, según este bufete, pasa por buscar en la guía telefónica a sus vecinos, lugar de trabajo y familiares, «para ponerle en evidencia». 

El objetivo del bufete pasa por lograr la nulidad del contrato así como los gastos de penalización por impago y por seguro «que por otro lado no se especifica ni reúne los requisitos de claridad exigibles para ser aceptado por el consumidor, ni se acredita que correspondan a un servicio adicional o a la gestión de cobro, ni tampoco que se le hayan generado perjuicios que justifiquen tales comisiones», explican.

Según se pudo demostrar en un juicio ya celebrado en Madrid, siempre según el citado despacho, el interés era un 20,83% TAE cuando «le debían aplicar un 8%». El Banco de España recomienda que los intereses de los créditos al consumo se sitúen entre el 6 y el 9%. Cofidis asegura por su parte que el «Banco de España tanto en sus publicaciones como en su web clasifica de manera diferenciada los préstamos personales de las líneas de crédito, entendiéndolos como dos productos crediticios diferenciados y con tipos de interés distintos, más elevados en el caso de los revolving».

Según explica la propia entidad en su página web, estos productos tienen la peculiaridad de que se convierten en una «línea de crédito permanente» ya que «el dinero que devuelve mes a mes queda disponible para que puedas volver a solicitarlo cuando quieras». Además, se puede «devolver anticipadamente, total o parcialmente, el capital que te quede pendiente, sin gastos de administración asociados». De esta forma, el crédito inicial que solicitó una determinada clienta era, según Cofidis, de 1.200 euros que «tras las sucesivas reutilizaciones del capital ya amortizado efectuadas por la demandada durante 4 años se convirtió en un capital prestado o importe financiado de 7.888 euros», explican desde la entidad financiera.

Cofidis, de hecho, ya ha sido condenada a devolver los intereses cobrados a varios clientes por declarar las condiciones TAE como usureras. «Por esta razón, desde el despacho de abogados estamos promoviendo personalmente la captación y recepción de clientes que se encuentran en la misma situación que los demandantes anteriores que ganaron los juicios, y como cumplen los mismos requisitos, el despacho ha procedido aceptar todos los casos y a demandar masivamente a Cofidis y a cualquier otra entidad financiera que opere de la misma manera».

Pese a que ya se han superado las 1.000 demandas, «no es nada comparado con los clientes realmente afectados en la misma situación, donde calculamos un número aproximado de dos millones de personas que si conocieran el movimiento que se está realizando se sumarían a demandar a Cofidis y otras y con estas reclamaciones los clientes podrían recuperar su dinero», explica a OKDIARIO  Castañeda.

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