La industria petrolera de Venezuela se desmorona: tendrá que invertir 125.000 millones de $ para contentar a la OPEP

Venezuela
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela (Foto: Getty)
María Villardón

La hiperinflación, las deudas con acreedores y los vetos internacionales de compra de deuda están desmoronando (aún más) la industria petrolera de Venezuela. Nicolás Maduro, presidente del país, ha pedido a PDVSA un aumento de la producción de crudo en un millón de barriles al día, sin embargo, no será un reto fácil teniendo en cuenta sus problemas financieros. Si quiere cumplir con la OPEP y aumentar el bombeo tendrá que hacer una inversión de 125.000 millones de dólares en la construcción de, al menos, cinco mejoradores para procesar el crudo.

La OPEP ya ha puesto la cara colorada al Gobierno de Nicolás Maduro. Hace apenas un mes que el cártel liderado por Arabia Saudí exigía a Venezuela las cifras reales de producción de la petrolera PDVSA, pues el bombeo de crudo estaba descendiendo más de lo deseable. Según los datos del cártel, en noviembre de 2017 el país latinoamericano cerró con una producción de 1,9 barriles diarios, mientras que en 2015 se bombeaban 2,7 barriles. Por lo tanto, en dos años la capacidad de producción ha descendido en 800.000 barriles al día.

Antes de la reunión del cártel, Maduro pidió a PDVSA un aumento de la producción de petróleo de un millón de barriles, sin embargo, teniendo en cuenta la precaria situación de las infraestructuras petroleras será complicado. Eso sin contar que el 30% de la deuda externa de Venezuela corresponde a la petrolera estatal y que están intentado refinanciarla.

El experto de Market Finance, Jesús Casique, ha explicado al rotativo local El Nuevo País que, si quieren aumentar la producción de petróleo, tendría que hacerse una fuerte inversión para la instalación de (al menos) cinco mejoradores para procesar el petróleo. En estos momentos, Venezuela tiene un total de cuatro mejoradores para procesar el crudo, cada uno de ellos mejora 200.000 barriles al día, pero no son suficientes para elevar la producción que pide Maduro.

Según las mismas fuentes, cada uno de estos sistemas tiene un precio de 25.000 millones de dólares, por lo que la cifra ascendería a 125.000 millones de dólares, casi la deuda que tiene contraída PDVSA que asciende a 150.000 millones de dólares.

La hiperinflación y las deudas devoran el país

Venezuela depende de los ingresos petroleros e importa prácticamente todo lo que consume, y los bajos precios del crudo han exacerbado la crisis del país, lo que llevó a la Asamblea Nacional Constituyente, electa en agosto pasado y conformada solo por oficialistas, a redactar un decreto de convocatoria al diálogo. En el documento emitido por el foro chavista se pide buscar un camino para alcanzar una economía “productiva y diversificada”, pues señalan que el país mantiene una “dependencia casi exclusiva de la explotación y comercialización del petróleo, relegando la promoción y consolidación del aparato productivo diverso”.

La hiperinflación, mientras tanto, devora la capacidad adquisitiva del venezolano y la Comisión de Finanzas del Parlamento estima que el índice de precios al consumidor cerrará en el 2.000 % este 2017, una situación que difícilmente cesará pues se mantiene la inyección descontrolada de dinero al sistema económico.

El Gobierno ha declarado que la inflación desbordada se debe a un “ataque terrorista de precios” y ha ordenado la fiscalización de los precios de todos los comercios del país, lo que, según muchos pequeños comerciantes, ha llevado a sus negocios a la quiebra.

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