Directivos del Popular transmiten a Botín las incertidumbres de sus empleados sobre su futuro

Banco Popular
Oficinas de Banco Popular
Borja Jiménez

Tres meses después de la compra de Banco Popular por parte de Banco Santander, la entidad que preside Ana Botín aun no ha decidido qué hará con los empleados del banco adquirido, lo que está provocando una situación de estrés en la plantilla, que todavía no sabe qué será de ellos.

Esta situación ha propiciado que los directivos de Banco Popular se hayan personado ante la cúpula de Banco Santander para transmitir esta situación de incertidumbre que atraviesa su plantilla, harta de la falta de comunicación de los bancos desde el primer momento de la compra pues, tal y como confirman fuentes sindicales, «todos nos enteramos de todo por los medios».

«Han transcurrido tres meses en los que siguiendo con la tónica inicial, nos hemos podido ir informando de lo que acontenció a través de los medios de comunicación. Han transcurrido tres meses en los que nadie ha tenido la gallardía ni el decoro de informar a la plantilla absolutamente de nada. Eso sí, ha habido mucha premura para ‘pillar cacho’ con la venta de parte de la cartera de inmuebles al fondo buitre Blasckstone y del mismo modo, la ha habido para reclamar a Hacienda unos importes que el banco cántabro entiende le corresponden tras la generosa adquisición», señala en un comunicado la sección sindical de Banco Popular de CGT.

Según explican, llevan «sufriendo» tres meses en los que «el manejo de la presión se le ha ido de las manos a alguno de nuestros mandos intermedios». De este modo, presionados por la plantilla, directivos de Banco Popular ya se han reunido con sus colegas de Banco Santander para hacerles comprender que los equipos están «en una situación límite».

Fuentes conocedoras de la situación han explicado a OKDIARIO que lo transmitido al banco que preside Ana Botín ha sido, además de la incertidumbre que se cierne sobre los trabajadores, es que la plantilla también ha perdido acciones.

Desde CGT explican que «las oficinas están bajo mínimos (de ánimo y de efectivos), luchando por conseguir unos objetivos cuyo único fin es rellenar una estadística para que estos responsables puedan quedar bien ante sus superiores».

Sin embargo, a día de hoy, y pese a la reunión, la plantilla de Banco Popular sigue igual. «No hemos recibido ninguna comunicación sobre el rumbo que vamos a tomar o hacia qué dirección nos van a llevar, ni quiénes ni cómo lo van a hacer», concluyen.

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