Los expertos recomiendan a los pequeños inversores cobrar en acciones el dividendo de Santander

Santander
Oficinas de Banco Santander en Madrid. (Foto: Getty)

No todas las empresas han pasado por el aro y han dado la ‘paga extra’ a sus accionistas. Después de la ‘lluvia de dividendos’ en los meses de verano, las compañías van confirmando a su accionariado qué día del calendario tienen que marcar en rojo. El Banco Santander ha fijado el día 3 de noviembre para abonar el segundo dividendo a cuenta de los resultados de este año y para hacerlo, ha elegido la modalidad scrip dividend, que permite a sus accionistas optar por cobrar en efectivo o en acciones de la entidad.

Los accionistas de la entidad financiera podrán acogerse al plan de «Dividendo Elección» a partir del próximo 17 de octubre. Un día después comenzará el periodo de negociación de derechos, que acabará el 1 de noviembre.

El día cambia para aquellos que soliciten cobrar el dividendo en efectivo: tendrán de plazo hasta el 27 de octubre y lo cobrarán el 3 de noviembre.

Pero, ¿cuál es la mejor opción de las dos?

¿Qué deberían hacer los accionistas del Santander?

Elegir una u otra alternativa siempre dependerá del objetivo del inversor: si prefieren ampliar su posición en la compañía, es preferible que opten por aumentar su cartera de acciones, según IG Markets; mientras que si su objetivo cuando invirtió en Santander fue cobrar un ‘plus’, es preferible que elijan cobrarlo en efectivo.

«Aquellos accionistas con un gran volumen de cartera en el Santander, no les recomendaría incrementarla, sería preferible que lo cobraran en efectivo», explica a OKDIARIO Álvaro Blasco, analista de ATL-Capital. Sin embargo, si son pequeños inversores, «es mejor acudir. Ahora mismo la Bolsa tiene un buen recorrido y dentro de ese recorrido, el sector financiero tiene una gran influencia», apunta.

«El Santander va a hacerlo bien y aunque todavía no sabemos cómo va a asimilar lo del Banco Popular -que fue absorbido por la entidad que preside Ana Botín el pasado mes de junio- está actuando con diligencia. Por otro lado, la compañía ha mejorado bastante el resultado en España y también en Brasil, aunque las cosas van algo más lentas en Reino Unido. Por estos motivos, es interesante para un accionista seguir dándole confianza al banco y aprovechar que siga subiendo», subraya Blasco.

Ventajas para la empresa

Los expertos afirman que la empresa es la que sale ganando si los accionistas deciden cobrar el dividendo en acciones: «para la compañía siempre va a ser mejor repartir acciones en lugar de en efectivo porque éste supone una salida de caja, mientras que las acciones suponen un incremento del capital. Sobre todo en el caso de los bancos, ya que incrementan sus ratios de capital», mantiene Rodrigo García, analista de XTB.

Pero, el accionista en este caso «pierde ‘poder de negociación en la empresa’: al final, habrá más acciones en la misma compañía y por lógica, tocarán a menos beneficio», sostiene García.

“El scrip dividend te lo pagas tú solo, mientras que cuando recibes dinero en efectivo, obtienes parte del resultado del beneficio de la empresa. Es para lo que inviertes en la empresa», indica Blasco. Algo en lo que coincide García, quien sostiene que esta modalidad utilizada por las empresas, perjudica al accionista: «es como si te robo la cartera y te invito a cenar. Los accionistas ven cómo la empresa busca una ampliación de capital encubierta financiada por los propios accionistas. Cada vez hay más acciones, pero toca menos beneficio por accionistas», asegura García.

El scrip dividend «apareció en un momento de debilidad para las empresas, pero ahora todas presumen de buenos resultados», concluye Blasco.

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