El administrador concursal de Blanco amenaza a los empleados con no cobrar si hablan con la prensa

Blanco
Uno de los puntos de venta de Blanco (Foto: EFE)
María Villardón

El 1 de febrero el administrador concursal de Blanco convocó al Comité de Empresa de la textil a una reunión urgente al día siguiente en las oficinas centrales de Alcorcón. Los representantes de los empleados esperaban noticias sobre la venta de la compañía, sin embargo, según una grabación de audio a la que ha tenido acceso OKDIARIO, el encuentro se saldó con la amenaza por parte de la administración concursal de no cobrar los pagos pendientes si había una información más sobre Blanco en los medios de comunicación.

La reunión, ajena a la mesa de negociación y sin acta, se celebró en las instalaciones que Blanco tiene en la localidad madrileña de Alcorcón. En ella estaban presentes, según confirman a este periódico fuentes de los empleados, el administrador concursal, Antonio Muñoz Perea; la economista y representante del auxiliar delegado, Carmen Izquierdo; Nuno Ferreira, director financiero de Blanco y los representantes de los trabajadores.

Era 2 de febrero, el encuentro comenzó de manera afable, se hablaron de asuntos poco trascendentes como lugares para comer o el viento que hacía. Lo normal en los momentos de tensión: hablar del tiempo. El trato es cordial, pero hay un punto de inflexión que marca la reunión y es cuando Izquierdo nombra las apariciones en prensa de Blanco.

El Comité de Empresa estaba ávido de noticias, acuden al encuentro pensando que les darían buenas nuevas sobre la venta de Blanco, controlada por la sociedad Global Leiva, en concurso de acreedores desde noviembre. Muñoz, el administrador concursal, les explica que lo que les puede decir es que “hay posibilidades razonables» de la venta, «no certezas”.

Por su parte, Izquierdo interrumpe y añade: “Os queremos transmitir un poco de tranquilidad, estamos negociando y haciendo gestiones, no os vamos a decir ni cómo ni con quién porque hemos firmado una cláusula de confidencialidad”.

El día del encuentro aún se les adeuda la nómina de enero, la parte proporcional de las pagas extras de 2016 y el finiquito. Tanto a los que siguen trabajando como a los que no. Un finiquito, que aseguran las fuentes de los empleados, que estaban en su mayoría mal calculadas.

Insiste Izquierdo, que lo que quieren transmitir es que “no piensen que nuestro silencio es falta de actividad. Creemos que en un plazo breve podemos tener resultados para pagar la nómina de enero de manera íntegra o, al menos, parte de la nómina”.

“¿Cómo va la venta de Goya?”, preguntan los representantes del Comité de Empresa.

Muñoz declara que “han firmado confidencialidad por todos los temas que estamos negociando para que se puedan desarrollar. Presumiblemente, los temas van por buen camino pues se cobrará también enero, no de Fogasa, que se tardaría más, si salen bien las gestiones. Pero si se puede cobrar dentro de 10 días, pues mejor para ustedes y más tranquilidad para nosotros”.

Los empleados preguntan la fecha de cobro de la nómina de enero, “si todo sale bien, ¿para qué fecha?”. “No hay fecha”, contesta Izquierdo. “Si el tema sale mal se cobrará en Fogasa, que te cubre 4 nóminas”, añade Muñoz.

El administrador concursal, algo más conciliador que Izquierdo, señala que, de momento no puede dar más detalles, “pero el tema hoy huele bien, lo que no quiere ser que sea una certeza. Pero hoy el camino… va por buen camino”.

A mitad de reunión, un encuentro que dura alrededor de 20 minutos, la economista les exige a los empleados no hablar con la prensa porque, si es así, esa sería la última conversación. “Pido confidencialidad, estamos dando aquí la mayor información para mayor tranquilidad de la gente. Pero si mañana nos encontramos de nuevo una nota en ABC mandada por los sindicatos y por el Comité de Empresa esta es la última reunión. No podemos permitírnoslo”.

“Se rompen las negociaciones”, insiste el administrador concursal de Blanco.

A estas alturas de la conversación el tono amable se ha vuelto amargo y todos los presentes comienzan a elevar la voz. Los representantes de los trabajadores alegan que no pueden controlar lo que van a decir los demás.

“ABC puede decir lo que quiera”, recalca Izquierdo, “yo sé lo que digo yo, ya está. Para que no se diga nada, pues yo no digo nada”. Ante esto, una de las representantes, argumenta que “eso no quita que la gente vaya a decir lo que le dé la gana, Carmen”.

El ambiente que se respira ya no es tan cordial. “¿Para qué vamos a hablar de la nómina de enero si no les vamos a poder decir nada? (A sus compañeros) Ese punto, directamente lo tachamos, entonces”, dice una de las presentes. Izquierdo insiste “en que se puede decir la verdad, que la administración concursal está haciendo gestiones y tramitaciones para cobrar la nómina de enero”.

Una de las representantes de los empleados señala, no sin ironía, que desde el primer día los administradores les han dicho que “en su boca no van a poner nada que no se pueda hacer, ¿no es eso?”. Izquierdo, contesta: “Eso”. Bien, prosigue la representante, “no tiene ninguna lógica hablar de la nómina de enero si no sabemos si se va a cobrar”.

“Lo que estoy diciendo es que existen posibilidades razonables, si todo va bien, si sale bien, la cobrarán y si no sale bien pues lo cobrarán ustedes de Fogasa”, concluye el administrador concursal.

“Nosotros la duda que tenemos es que si vamos a cobrar enero antes de irnos o no”, señalan. 

“Las gestiones van bien, pero se pueden romper”, amenaza Muñoz. Por su parte, otro representante de los empleados se defiende de las acusaciones de filtración, “lo de las notas de prensa que no es cuestión de sindicatos”.

Izquierdo explica que no pueden controlar que nadie salga y “diga lo que diga” y hace referencia nuevamente a la noticia del diario ABC. “He hecho referencia a una nota de prensa que está comunicada a Efe por los sindicatos de los trabajadores. Eso pone en la nota de prensa, en ABC se dice que es un comunicado de los sindicatos a Efe. De eso estoy hablando”.

“Nos gustaría transmitir tranquilidad, pero también es verdad que esto se puede ir al garete porque uno se cabreé porque uno ha leído no sé qué. Por eso, lo que pido es discreción en la gente cuando lo trasmitáis”, concluye Izquierdo.

¿Tan difícil es? Entendemos la dificultad, pero intentémoslo, pongamos de nuestra parte lo que podamos”, apostilla el administrador concursal.

A esto, los empleados contestan: “tampoco estamos hablando nada del otro mundo como para que se filtre a la prensa, tengo que transmitir todo a mis compañeros. Pero no puedo controlar que mis compañeros o alguien filtre la información. Si ellos lo quieren sacar en Modaes o donde sea”. Insisten desde el Comité de Empresa que el correo informativo que se manda a los trabajadores lo tiene todo el mundo y cualquiera lo puede ver.

Finalmente la nómina de enero se abonó el día 13 de febrero de 2017, seis días después del cierre definitivo.

En concurso de acreedores desde noviembre

Hace tiempo que las cosas no iban bien en las cuentas de Blanco, en 2012 comenzaron los números rojos y en 2013 declaró el primer concurso de acreedores de su historia llevándose por delante más de 700 puestos de trabajo. En 2014 Blanco acabó en las manos del grupo saudí Alhokair por 40 millones de euros. Así es como la textil era rescatada de acabar en las fauces de los juzgados.

Pero en junio del año pasado Alhokair traspasó la sociedad al fondo AC Modus, calificado como buitre por el sector. Desde la operación, Blanco comenzó, según los trabajadores, a “no pagar a su plantilla, proveedores y arrendatarios de sus locales”. Los empleados con los que ha hablado este periódico afirman que desde la llegada del fondo en junio, “inyectó 18 millones de euros que fueron básicamente para saldar las deudas con grandes arrendadores y sus socios estratégicos de Alhokair en España”. Aseguran, además, que el dinero “no se utilizó para recapitalizar la compañía, para plantear un plan de viabilidad o despedir a gente para hacer más pequeña la empresa”.

A día de hoy, todos los puntos de venta de Blanco están cerrados. La textil echaba el cierre definitivo a principios del mes de febrero, concretamente el día 7.

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