¿Qué pasará cuando el BCE comience a retirar su plan de asistencia financiera?

Italia gasolina
Mario Draghi cuando presidía el BCE..

Seguimos durante 2017 recogiendo la reducción paulatina de la morosidad bancaria tal y como ocurrió durante todo el año pasado. Es decir, cada vez hay menos impagos de créditos. Carlos Fernández, analista de XTB comentó con OKDIARIO que si seguimos con una inflación ligeramente superior al 2%, el Banco Central Europeo (BCE) cumplirá su promesa e irá retirando sus políticas expansivas a lo largo del ejercicio en curso hasta hacerlas desaparecer a finales de 2018. Se trata de una noticia que puede tener una cara buena y la otra mala.

En el ámbito positivo, la retirada de estímulos dará lugar a un incremento en los tipos de interés, lo cuál mejorará los estrechos márgenes bancarios. Como les venimos contando en este periódico muchos banqueros se vienen quejando de que con tipos negativos es imposible ganar dinero y es una aberración económica.

Con este nuevo escenario se aumentará la rentabilidad de los préstamos y los bancos estarán dispuestos a incrementar su volumen total. Lo cual supondría un alivio para el volumen total de créditos concedidos que a pesar de los esfuerzos de Draghi han tenido una tendencia bajista en los últimos meses. Si se consuma este cambio de tendencia en la concesión de crédito, supondría una muy buena noticia para la economía real.

El problema surge que al retirar el BCE sus subastas de liquidez, sin este colchón protector proporcionado por el banco central, puede ocurrir que los bancos no se muestren tan dispuestos a ofrecer financiación algo que podría ser muy dañino para la mencionada economía real.

No hay que olvidar tampoco que para España en particular y para la zona euro en general, las cifras de crecimiento siguen fuertes por lo que mientras que la macroeconomía acompañe la mora debería de continuar bajando.

Otros expertos consultados por este diario recuerdan que los bancos europeos acumulan más de un billón de créditos morosos en sus balances, lo cual les ha limitado mucho a la hora de conceder nuevos créditos y con la nueva realidad ya se consolidaría esta tendencia de «cerrar el grifo».

Aunque esta problemática se cierne sobre todo en italianos y griegos a día de hoy, se trata de un asunto común a toda la banca de la UE, que podría ver con pavor un cambio de escenario menos cómodo como afirman algunos analistas del sector.

Como saben a partir del mes de abril, Súper Mario reducirá el importe de sus compras de bonos hasta s60.000 millones de euros al mes. Y todo porque aquellos países con más alta morosidad han vuelto a crecer debido a estos programas de QE por sus siglas en inglés.

Tanto es así que se ha llegado a plantear en Europa la creación de un banco malo que absorbiera todos los créditos improductivos y difíciles de cobrar para arrancar en 2018 con un nuevo panorama de futuro. Sin embargo, esta propuesta ha contado con la frontal oposición del Banco Central de Alemania por lo que es difícil creer que se consiga llevar a cabo.

Sólo el tiempo, dicen los expertos, aclarará cuál de los dos efectos primará sobre el otro, si lo bueno o lo malo y para saberlo habrá que quitar el cómodo colchón que hasta el momento ha tejido el señor Draghi.

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