La banca tiene créditos impagados por 115.000 millones: la morosidad se mantiene en el 9,1%

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(Foto: iStock Images)

La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas ha repuntado levemente en enero hasta el 9,168%, frente al 9,11% registrado al cierre de 2016, manteniéndose en niveles cercanos a los registrados en mayo de 2012, cuando la mora se situaba en el 9%. El total de créditos dudosos (aquellos que llevan impagados más de 90 días) se ha reducido hasta los 115.697 millones de euros.

Así lo muestran lo datos provisionales del Banco de España, que indican que el crédito total del sector bancario español ha caído hasta los 1,26 billones de euros, un 1,12% respecto al mes anterior. En términos interanuales, la reducción es del 4,31%.

La tasa de mora ha bajado 4,4 puntos porcentuales respecto al máximo histórico marcado en diciembre de 2013, cuando se colocó en el 13,6%. Sin incluir los cambios metodológicos de 2014, la ratio de morosidad se situaría en el 9,37%, puesto que este saldo de crédito se reduciría hasta los 1,234 billones de euros al excluirse el crédito de las Entidades Financieras de Crédito.

Al cierre de diciembre, las entidades financieras contabilizaron un total de 68.095 millones de euros en provisiones para cubrir los impagos. Un año antes, este colchón se situaba en 79.508 millones de euros.

Cuando una entidad contabiliza un crédito como “dudoso” tiene un problema doble. Por un lado le supone un aumento de costes por la obligación de provisionarlo, es decir, por destinar una parte de su capital a tapar el agujero generado si no es posible lograr su devolución.

Por otra parte, los intereses de demora que se sigan generando en este préstamo impagado ya no se pueden computar como ingresos por parte del banco. En este escenario, la entidad puede negociar una refinanciación para evitar que los créditos morosos le penalicen a la hora de acudir al mercado para financiarse. Esto se realiza mediante un nuevo préstamo do con una novación. No obstante, el Banco de España impide sacarlo de la cuenta de dudoso cobro al no estar clara la capacidad del moroso para poder hacer frente al nuevo crédito.

Aunque la tasa de morosidad respecto a los máximos de 2013, el nivel actual sigue siendo peligroso debido al estrangulamiento financiero que está sufriendo el sector como consecuencia de las bajos tipos de interés, la creciente competencia y las exigencias regulatorias.

La patronal bancaria espera que siga la tendencia de despidos en el sector y de cierre de oficinas para aumentar la eficiencia y luchar contra el auge de las fintech. El proceso de fusiones que se esperaba para este año se ha retrasado por la ausencia de Gobierno, lo que ha obligado a las entidades a aprobar los citados planes de ajuste. Además, una tasa de paro del 18% es un riesgo adicional que puede presionar los balances de los bancos españoles si se mantiene durante mucho tiempo.

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