Los accionistas de BPA exigen una investigación al Tesoro de EEUU por dinamitar el banco andorrano

BPA
(Foto: Getty images)

Los antiguos propietarios (los accionistas) de la Banca Privada de Andorra (BPA) han decidido reclamar al Gobierno de Estados Unidos (EEUU) que investigue las razones que llevaron al Departamento del Tesoro del país norteamericano a dinamitar la entidad financiera con acusaciones falsas sobre supuestos casos de lavado de dinero.

Un despacho de abogados que representa los intereses de los mayores accionistas de BPA, la familia Cierco, ha enviado una reclamación a la oficina general del Tesoro de EEUU para que dirima responsabilidades en este caso. El Departamento de Delitos Financieros del organismo, el FinCEN, fue el encargado de elaborar hace dos años un informe sobre las presuntas actividades ilícitas de BPA, un documento que acabó provocando la intervención de la entidad y su posterior quiebra.

El problema es que ni los técnicos del FinCEN ni los auditores de PwC encargados de realizar una autopsia a BPA tras la intervención han sido capaces de demostrar las acusaciones. Y ahora ya es demasiado tarde. Los Cierco reclaman al Gobierno norteamericano por lo que consideran un uso discrecional de la Sección 311 de la celebre Patriot Act, que permite acusar a bancos de todo el planeta de delitos financieros sin que exista ninguna intervención judicial previa.

Según han confirmado fuentes cercanas al caso a la agencia Reuters, en el documento enviado ahora por los antiguos propietarios de BPA al Tesoro de EEUU se critica que la intervención se produjera «basándose en una insuficiente e inadecuada investigación». Y, por tanto, la familia Cierco reclama que se investiguen las razones ocultas que provocaron el desmantelamiento de la entidad financiera.

La Sección 311: el arma de EEUU para atacar bancos extranjeros

Fuentes jurídicas consultadas por OKDIARIO indican que la citada Sección 311 de la Patriot Act “es en definitiva un instrumento discrecional y arbitrario que destruye a las entidades sobre las que se aplica sin poder preservarse el más fundamental derecho de presunción de inocencia”.

De hecho, existe una página web se dedica a denunciar públicamente el poder que tiene el Tesoro de EEUU para acusar a las entidades financieras de todo el planeta mediante un procedimiento administrativo, no judicial. Éste video resume los principales argumentos:

Sólo las autoridades norteamericanas conocen hasta que punto las pruebas son suficientes para poder aplicar la sección 311 de la Patriot Act, lo que supone un enorme grado de inseguridad jurídica, tal como también ha señalado en un reportaje el semanario británico The Economist.

La intervención de BPA, que era el tercer banco andorrano por volumen de activos bajo gestión con 9.000 millones de euros, también se llevó por delante a su filial en España, Banco Madrid, que actualmente está en proceso de liquidación. El fondo de rescate del Gobierno español (el FROB) ha decidido dejarlo caer y cubrir a los depositantes con un máximo de 100.000 euros por cuenta.

Hay precedente: el FBME Bank de Tanzania

La familia Cierco, accionista mayoritaria de BPA, ya había mandado anteriormente una carta al FinCEN solicitando la retirada de las acusaciones. En la misiva recordaban al organismo una reciente sentencia de un juez de Columbia que anulaba un informe similar emitido por el FinCEN sobre la entidad FBME Bank, que operaba en Grecia y tiene su sede en Tanzania.

El magistrado de Columbia consideró que el Tesoro de EEUU no fundamentó las acusaciones y las medidas adoptadas. El caso de esta entidad es más grave incluso que el de BPA, ya que el FinCEN le acusaba de operar con Hezbolá y con grupos terroristas sirios.

Según ha podido confirmar OKDIARIO, la familia Cierco está a la espera de respuesta por parte del Tesoro de EEUU y estudia demandar a la unidad antifraude norteamericana si no abre una investigación y determina quien el es responsable del terrible daño que ha generado sobre su patrimonio, los depositantes de BPA y el sistema bancario del Principado, que ha dejado de ser una plaza financiera internacional.

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