A Repsol no le afecta el fracaso de Doha: puede aguantar con un barril a 40 dólares

Imaz (Repsol) arremete contra el Gobierno por querer que paguen
Imaz (Repsol) arremete contra el Gobierno por querer que paguen "a los fondos" y "las fiestas de las eléctricas"

El pasado domingo, Doha acogió una de las cumbres más importantes de los últimos años para el futuro del petróleo, y es que hasta dieciséis productores de oro negro se dieron cita para abordar un posible acuerdo de congelación de la producción tras la brutal caída que ha sufrido este recurso en el último año y medio. Desde junio de 2014, cuando el barril de Brent cotizaba a 112 dólares, el precio del petróleo se llegó a desplomar un 70% hasta los 35 dólares.

En medio de ese escenario, Repsol se vio obligada a acometer desinversiones adicionales y ajustes para este año con el objetivo de evitar el colapso financiero. Así, la compañía logró reducir el precio del barril de petróleo necesario para no registrar números rojos (lo que se conoce como break even) y conseguir el respaldo de las agencias de calificación. En la actualidad este límite es de 40 dólares, frente a los 50 dólares planteados inicialmente.

El fracaso de Doha, sin embargo, no ha significado un desplome del precio del crudo. Por suerte para Repsol, el petróleo ha repuntado en los dos últimos días contra todo pronóstico. O quizá no haya sido cuestión de suerte. Y es que fuentes del sector explican que pese a que la reunión no llegó a buen puerto, el simple hecho de que los países aceptaran citarse supone una buena noticia para el mercado, que confía en que ese acuerdo se acabará produciendo.

Fuente: Investing
Fuente: Investing

Es por eso que el precio del crudo ha repuntado desde entonces en lugar de venirse abajo. El oxígeno que podría haberle dado a la petrolera un acuerdo de congelación respecto a la producción de crudo se lo da el propio mercado. No en vano, Repsol cerró en positivo la jornada de ayer en Bolsa y este martes ha registrado una subida del 3,4%.

Un último as en la manga

No obstante, pese a esta subida, el Gobierno ha querido curarse en salud y en su nuevo cuadro macro pronostica que el barril de Brent se mantendrá en torno a los 39,7 dólares este año y subirá a los 45 dólares en 2017. Así, según estas previsiones Repsol no tendría nada por lo que preocuparse, pues su break even se mantiene en 40 dólares tanto para este año como para el que viene.

Analistas consultados explican además que a Repsol aún le queda un as en la manga si se produjese una tendencia bajista de forma continuada: la venta de su parte de Gas Natural. Esa posible desinversión es un asunto que siempre ha estado sobre la mesa, pero con el precio del crudo por encima de los 40 dólares no parece un escenario que vaya a producirse al menos a corto plazo.

 

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