El agujero negro de Correos es la gran amenaza para el próximo ministro de Fomento

Correos
Furgonetas de reparto de Correos y Telégrafos.

El nuevo ministro de Fomento que sustituya a Ana Pastor va a tener sobre la mesa una patata caliente que deberá gestionar con extremo cuidado. Se trata de la empresa pública Correos, que está siendo investigada por las autoridades europeas por usar ayudas ilegales del Estado español para hacer competencia desleal, hechos que han sido denunciados por las empresas del sector.

La empresa está segregada en tres divisiones: la sociedad estatal Correos y Telégrafos, que es la encargada del servicio postal universal; Correos Express, que es la responsable de los envíos de paquetería; y Correos Telecom, que es la unidad encargada de la expansión en materia de comercio electrónico.

El dinero público lo recibe la primera de ellas, Correos y Telégrafos, por realizar el servicio postal universal, es decir, por asegurar la calidad del servicio en todo el territorio nacional con independencia de la rentabilidad económica del negocio. Desde el año 2001 hasta la fecha, los contribuyentes han inyectado más de 2.700 millones de euros, una cantidad que los aporta el Estado vía presupuestos sin que exista una estimación real del coste de este servicio universal.

Lo que estudian las autoridades europeas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) española es si este dinero está sirviendo para financiar la actividad de la división de paquetería (Correos Express), que en los dos últimos años ha perdido más de cuatro millones de euros. “Estos números rojos no han evitado que la empresa de paquetería realice inversiones astronómicas, tales como PDA que cuestan 650 euros”.

Vender por debajo del coste con ayudas ilegales

Según las investigaciones actuales, Correos podría estar vendiendo por debajo del coste (dumping) gracias a las ayudas ilegales, realizando subvenciones cruzadas y ofreciendo descuentos irregulares a grandes clientes, tanto en paquetería como en servicios postales.

Las empresas del sector, agrupadas en la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), tienen el “compromiso firme” de acabar con estas presuntas prácticas ilegales, según ha explicado a OKDIARIO su secretario general, Francisco Aranda. La patronal conoce bien lo que está ocurriendo, ya que Correos Express es una de las empresas que la integran.

Despilfarro y gasto en publicidad

Por su parte, los sindicatos critican algunas de las últimas medidas puestas en marcha por la empresa matriz, tales como la plataforma de Comandia (para la creación de tiendas en Internet) o los buzones en las comunidades de vecinos (terminales Homepaq), mientras otros “se dejan morir como Correos Telecom”, indican fuentes laborales.

Otra partida de gasto importante es la de publicidad, cuyo presupuesto para este año es de 9,2 millones de euros y está centrada en la división de paquetería. Todo ello acompañado por un proceso de conversión de las clásicas oficinas de Correos en tiendas, ampliando su tradicional oferta de servicios a la venta de libros o material de papelería. Todo ello financiado, en parte, con dinero público.

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