Amazon deja en evidencia el modelo obsoleto de Mercadona en venta on-line

Juan Roig
El presidente de Mercadona, Juan Roig. (Foto: EFE)

El director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, ha irrumpido en el mercado de la alimentación español poniendo sobre la mesa un modelo que ha cosechado un notable éxito por allí donde ha pasado. El gigante de la venta por Internet amenaza la hegemonía de los grandes grupos de distribución españoles que no han querido (o no han sabido) adaptarse a un nuevo entorno en el que los consumidores apuestan cada vez más por la compra on-line, especialmente los más jóvenes.

Amazon ya es una amenaza real para los centros comerciales en productos que tradicionalmente han tenido una gran demanda en el mercado de venta por Internet, como los tecnológicos, así como en otros que recientemente están cobrando importancia, como es el caso del textil y el calzado. Ahora, el grupo norteamericano llega al sector de la alimentación de productos elaborados, lo que ha cogido a Mercadona, líder de los supermercados en España, con el pie cambiado.

Según confirman fuentes del sector de la distribución, El Corte Inglés y Media Markt están reinventando su estrategia de ecommerce para competir con Amazon en el terreno de los productos electrónicos, lo que en el caso del gigante presidido por Dimas Gimeno se extiende al mercado de la alimentación.

Carrefour también está estudiando adaptarse al entorno, pero Mercadona (como Eroski) sigue apostando por el modelo de compra presencial, lo que supone una importante carga de costes que la venta por Internet reduce notablemente.

“El mercado tradicional puede estar caduco en 5 o 10 años y hay cadenas de supermercados que no están por la labor de modificar su negativa a entrar en el negocio de venta de alimentación on-line”, explican las fuentes consultadas.

Mercadona: Internet no es rentable

El rechazo del presidente de Mercadona, Juan Roig, a incorporarse a este mercado es notorio. Para el empresario “la venta por Internet da muchas pérdidas”, ya que la compañía “no es capaz de repercutir el alto coste del negocio on-line en el cliente”. Por ello, aunque Mercadona dispone de una página web en la que las familias pueden comprar y recibir los productos en sus casas, la plataforma digital está obsoleta y la empresa se niega a apostar por este canal.

“En España la distribución minorista y de proximidad depende de los productos frescos, pero este no es el caso de Mercadona, que es líder de la alimentación de productos secos. Llega tarde a esta irrupción de Amazon y le puede perjudicar más que a El Corte Inglés o Carrefour”, explican las fuentes consultadas.

Además, hay supermercados que sólo venden a través de Internet y que están presionando en términos de competencia. Por ejemplo, Ulabox esta teniendo muy buena acogida en Barcelona y se está implantando en Madrid, con almacenes, logística y servicio al cliente propio. En el resto España atienden a sus clientes, de momento, con el apoyo de empresas de mensajería y se están configurando como un referente en la venta de alimentos “secos” entre la población joven, los denominados “millennials”.

Crecen un 25% las compras de alimentos en Internet

El momento es actual es clave. Según los datos que maneja la consultora internacional Nielsen los hogares españoles han aumentado un 25% las compras de alimentos a través de Internet en los últimos doce meses.

Platos precocinados, congelados, charcutería, bebidas, quesos y leche lideran el crecimiento en este segmento de negocio. Las compras se suelen concentrar en la primera semana de cada mes, coincidiendo con el ingreso de la nómina, lo que confirma la venta on-line como un canal clave en la llamada “compra de reposición”.

Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, explica este cambio en los hábitos de compra por “la incorporación de la tecnología en el día a día del consumidor”, que “posibilita la aparición de nuevas oportunidades de consumo”.

“Gracias al móvil, los tiempos muertos cobran vida, es decir, podemos comprar ya cuando vamos en transporte público, al regresar a casa desde la oficina, mientras esperamos en la consulta del médico, en un recreo entre clases o viendo la televisión”, indica Núñez. Quien no sepa adaptarse a los cambios sufrirá en los próximos años.

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