Mujeres con TalentOK: Raquel Oliva, vicepresidenta de Oliva Iluminación

“Dubai es un mercado para explotar muy potente, pero debo encontrar a la persona adecuada”

“Dubai es un mercado para explotar muy potente, pero debo encontrar a la persona adecuada”
Raquel Oliva, vicepresidenta de Lámparas Oliva
María Villardón

Los comienzos nunca son sencillos, sobre todo si el contexto está seriamente dañado como era el caso del año 1942. España intentaba reconstruir un país que acababa de salir de una sangrienta Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial estaba en plena ebullición. A pesar de todo, Francisco Oliva Alocén tomó la determinación de seguir su instinto y poner a disposición de los demás, del público y de sus clientes, sus conocimientos sobre iluminación. En pleno corazón de Madrid, en el barrio de Chueca, abrió “Oliva Iluminación”, una pequeña tienda en la que únicamente se vendían bombillas y que ahora cumple 75 años.

Hoy, la compañía sigue en manos de la familia Oliva. Raquel Oliva, nieta de Francisco, es la vicepresidenta de esta firma que, ahora sí, que vende muchísimo más que bombillas. Explica los orígenes de la empresa que dirige y no puede esconder la admiración que siente por el emprendedor que fue su abuelo. “En homenaje a ellos, hoy me he puesto esta mosca (un pequeño broche) que me regaló mi abuela”, explica mirándolo con cariño.

La familia, ¿bien? Gracias”, le preguntamos. No tarda en atajar nuestra ironía, Raquel es consciente de que las empresas gestionadas por familias no siempre salen bien paradas. Aunque, asegura Oliva, que este no es su caso. “Mi padre y yo nos entendemos con solo mirarnos, nos llevamos fenomenal, nunca he discutido con él”, declara. Además, añade que tienen muy bien repartidas las competencias. “Uno de mis hermanos da clases de iluminación en la Universidad de Nebrija, tiene un perfil diferente al mío, no se encarga de la dirección y todo lo que hace me parece bien, no hay problema”, explica a OKDIARIO.

Olivia Iluminación nació en el Madrid de posguerra

Su día a día lo componen su trabajo y sus tres hijos, con los que desayuna cada día y les acompaño al colegio. “Me voy directamente a la empresa y cuando llego a casa ayudo a mis hijos a aquello que necesiten”, nos cuenta. También confiesa que, siempre que puede, hace ejercicio tres veces por semana, “usualmente yoga”. ¡Ah! Y viajar, “cuando veo la oportunidad, viajo junto a mi futuro marido, nuestra más grande pasión”.

La directiva relata que “Oliva Iluminación nació de la necesidad de una estabilidad económica en mi familia en una época muy complicada”. La primera tienda estaba situada en la Calle Pelayo, muy cerca de dónde está la actual Oliva en la Calle Hortaleza, en el barrio de Chueca.

Además de este punto de venta, tienen un showroom de 5000 m2 para profesionales en la Calle Estrada con una exposición muy grande de lámparas y una sala técnica donde poder experimentar con la luz.

Están fundamentalmente presentes en España, pero han desarrollado proyectos en más de 40 países y tienen la ambición de explorar otros mercados. Raquel afirma muy segura que quiere llevar el nombre Oliva a Dubai. “Es un mercado muy potente que me gustaría explotar, creo que tiene mucho potencial”, explica. Sin embargo, asegura que, de momento, a pesar de tener muchos contactos allí todavía “debe buscar a la persona adecuada y de confianza que vaya a abrir mercado, yo tengo tres hijos». 

En la actualidad, con un mundo absolutamente globalizado, las empresas se mueven en un océano rojo en el que hay que competir incansablemente. Oliva explica que lo que les hace diferenciarse es que sus esfuerzos “diarios van dirigidos a estar al día en las últimas tecnologías y diseños industriales”.

Proyectos de interiorismo en 40 países

Asegura que en Oliva Iluminación viven la luz desde un punto de vista técnico y formal. “Procuramos transmitir la importancia de la iluminación en cada proyecto arquitectónico o de interiorismo a través de las personas que trabajan aquí”. Raquel explica que hay aspectos que no se aprenden en las universidades y es el trato con las personas. “Eso no ha cambiado, siendo una empresa familiar y tratamos a nuestros trabajadores como si fueran de la familia. Al final tienes que mirar por ellos, para que puedan dar lo mejor de sí mismos”, concluye.

Oliva se licenció en International Business por la Universidad de Richmond en Londres y no se lo pensó: “Cuanto terminé mis estudios me incorporé a la empresa”. Cada día, cuando llega a la empresa, se reúne con toda la dirección y brinda apoyo a los departamentos de que lidera, entre otros: Proyecta y Marketing. En este momento, Raquel sonríe (saca y pecho) y comenta que Proyecta lo creó “justo al llegar a Oliva” y está muy contenta con el resultado.

Estudió empresariales, pero confiesa que sus intereses iban (y van) mucho más allá. “He hecho cursos de pintura, piano, interiorismo y fotografía, en cuanto puedo, sigo aprendiendo ya que alimenta mis ganas de crecer como persona y profesionalmente”.

El equipo de Oliva está compuesto solo por mujeres

Elegir un producto estrella de entre todo lo que se encuentra en showroom madrileño de Oliva Iluminación debe ser complicado, no cabe duda. Pero Raquel no tiene dudas: “El servicio, procuramos que el cliente se sienta arropado por nosotros desde la primera llamada”.

Claramente, la directiva está dotada de aquello que todo líder de un proyecto debe tener, cercanía y empatía. Habla de su equipo con la seguridad que dan los años y un capital humano de alta cualificación. “Tenemos la gran capacidad de llevar a cabo cualquier solución lumínica que nos ponga por delante, algo que nos ha hecho crecer a lo largo de nuestra historia”, concluye.

Es un equipo muy joven y talentoso, describe Raquel. Además, lo componen únicamente mujeres, “con unas ganas de trabajar tremendas y quiero estar a la altura”. Asegura que el hecho de que sean mujeres ha sido “bastante fortuito, aunque espero que podamos transmitir nuestra visión en un sector tan lleno de hombres”.

Oliva entiende cada una de las piezas que tienen como “una obra de arte. Ya no solo tiene que iluminar, sino también ser un objeto decorativo”. Explica que hay lámparas que, por ejemplo, están realizadas en materiales prácticamente opacos, pero con diseños verdaderamente bellos. “La novedad será buscar la exclusividad con la customización y personalización con el objetivo de tener iconos de diseño industrial inéditos”, matiza.

Raquel explica, como buena conocedora del sector, que las mejores marcas del mercado son aquellas que suman, tecnología, calidad y diseño. “Una firma que reúna todo esto podría perfectamente ser Artemide, con la que llevamos trabajando hace muchos años”, comenta.

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