La concentración del sector aéreo genera más de 16.000 despidos en Europa

Air France
Un avión de la aerolínea Air France-KLM. (Foto: GETTY)

El sector aéreo europeo se ha reinventado para superar la crisis que ha alcanzado a todas las grandes aerolíneas. Los directivos han apostado por procesos de fusión que han llevado aparejadas reestructuraciones de plantillas que se han saldado con 16.768 despidos. La última compañía en sumarse a esta tendencia ha sido Air France-KLM, compañía franco-holandesa que ha anunciado un plan de 2.900 despidos que ha generado disturbios con agresiones a los directivos de la compañía.

Air France ha confirmado al comité de empresa su plan de reducción de plantilla que se realizará entre 2016 y 2017, la mayor parte en territorio francés. Los sindicatos han convocado una huelga para protestar por estos despidos, ya que se trata del primer ajuste laboral en la historia de la aerolínea.

Todas las grandes compañías europeas se han visto obligadas a mejorar su productividad para ser más competitivas, especialmente en un mercado en el que las aerolíneas de bajo coste han irrumpido con fuerza. Los atentados terroristas del 11-S en Nueva York iniciaron el reajuste a nivel mundial, proceso que se agudizó con la escalada del precio del petróleo en los últimos años de la burbuja crediticia mundial. Todos estos factores obligaron a reinventarse o morir, y las grandes aerolíneas diseñaron macroproyectos de fusión.

Así, British Airways redujo 5.800 empleos antes de realizar su fusión con Iberia. La compañía española redujo su plantilla en 4.568 personas, entre bajas voluntarias y forzosas, realizando un plan de reestructuración que le permite crecer ya por encima de sus competidoras de bajo coste en lo que a demanda de pasajeros se refiere.

Otro de los gigantes del sector que adelgazó su plantilla fue Lufthansa, con un plan de 3.500 bajas en 2013. La empresa tenía unos números rojos superiores a los 500 millones de euros como consecuencia del alza del precio del queroseno, el impuesto de tráfico en Alemania y Austria y la tasa de emisiones de CO2, regulación que afectó a todas las compañías del sector pero que tuvo una mayor incidencia en aquellas que disponían de flotas mayores.

Fuera de Europa los ajustes también han sido importantes. Las norteamericanas United Airlines, American Airlines y Delta Airlines, aprobaron planes de despido que afectaron a 1.500, 4.400 y 7.000 trabajadores, respectivamente.

No obstante, la reestructuración laboral de mayor volumen ha sido la protagonizada por Malaysia Airlines, con 20.000 despidos aprobados por el nuevo administrador que dirige la compañía y que la disolverá para crear otra.  Los dos accidentes de 2014 han hundido la reputación de la compañía, que se deshace de un tercio de los empleados.

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