El presidente socialista de la D.O. Valdepeñas se aferra al cargo y dice que los políticos mienten

El presidente de la Denominación de Origen (D.O.) de los vinos Valdepeñas -también alcalde del municipio Valdepeñas- se aferra al cargo a pesar de que prometió que dejaría su puesto cuando uno sólo de los miembros del Consejo Regulador pidiera su dimisión y tras las duras acusaciones de fraude que se están investigando en la Audiencia Nacional, y que han puesto en duda la credibilidad de la D.O.

Ante el problema en la transparencia de la Denominación de Origen, la compañía García Carrión ha pedido la dimisión del presidente de la D.O., Jesús Martín Rodríguez-Caro. Se da la paradoja que en el acta de la Junta Directiva del 12 de febrero, se recoge lo siguiente: «El Sr. Martín (presidente) recuerda que su designación como presidente contó con la aprobación de todas las organizaciones miembro, y señala que bastaría con que una sola organización, con independencia del grado de representatividad que ostente, le retire la confianza para que renuncie a la misma».

Sin embargo, cuatro meses después sigue aferrándose al cargo, a pesar de que en la Junta Directiva celebrada el 6 de marzo de 2020 José García Carrión, en nombre de uno de las asociaciones clave en Valdepeñas, Avival, solicitaba: «Venimos a solicitar formalmente tu dimisión como Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Interprofesional de la Denominación de Origen Valdepeñas». Entregaron una carta que está en el acta de la reunión de ese día. El empresario criticaba que le toca a «la rama productora» (los agricultores) liderar la asociación y que «es urgente tomar medidas eficaces contra el fraude denunciado por Avival y las Asociaciones Agrarias, y buscar una solución definitiva que no se dilate en el tiempo».

Sin embargo, en una rueda de prensa celebrada esta semana en Valdepeñas Martín decía lo siguiente para aferrarse al cargo: «Yo pongo mi cargo a disposición del Consejo Regulador, lo puse en la última Junta Directiva, y lo puse a instancia de una asociación que pedía mi dimisión. Pero cuando hubo que celebrar la junta no se presentó. El juego de niños ralla ya el sentido de la buena voluntad. Cuando piden mi dimisión y en el primer punto del día pongo ratificación o no del presidente, no se puede celebrar la junta porque usted no viene». Dijo que es algo «kafkiano» y que está habiendo «manipulación» de «los entresijos de la casa».

Sin embargo, en esa reunión no iba a haber quórum porque las organizaciones agrarias habían comunicado que no iban a asistir, según los documentos a los que ha tenido acceso este periódico. El cargo está vencido desde mayo de 2018 y el presidente de la D.O. no ha convocado elecciones. Según los estatutos, el presidente de la D.O. no debería ser un político sino un representante de la parte productora o de la parte comercial.

«¿Por qué no dimito en este momento?», se preguntó durante su comparecencia ante la prensa el lunes, una pregunta que lanzó al aire pero a la que no quiso dar respuesta. Después añadió: «Hay una frase que digo siempre, perdonad que me plagie, y es que los políticos -y aunque sea presidente accidental del Consejo, político soy- decimos tantas mentiras que cuando decimos la verdad tampoco nos creen. ¿Pero sabes en el último año las veces que me he levantado dimitiendo?», le dijo a una periodista que estaba en la sala.

Denuncias de fraude y falta de transparencia

Las denuncias de fraude y la falta de transparencia golpean la credibilidad de la Denominación de Origen (D.O.) de los Vinos Valdepeñas desde hace doce meses. La polémica, de la que ha informado en exclusiva desde el pasado mes de enero OKDIARIO, parte de una denuncia a la Fiscalía de los agricultores de Castilla La Mancha del pasado 4 de julio de 2019, hace prácticamente un año, cuando ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha denunciaron a la Fiscalía Provincial de Ciudad Real las supuestas malas prácticas en la comercialización de sus vinos Valdepeñas del empresario Félix Solís. Desde entonces se ha producido movimientos en dos ámbitos: en el seno de la D.O. y en los tribunales.

En mayo la guerra por las contraetiquetas oficiales en la D.O. llegó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº1 de Valdepeñas, después de que la asociación empresarial de García Carrión, Avival, pidiera la anulación de todos los acuerdos de la Junta Directiva del 6 de marzo, antes de que se declarara el estado de alarma y estallara la crisis del coronavirus. También recurrieron ante la Justicia los Estatutos de la Denominación de Origen Valdepeñas, porque los consideraban antidemocráticos. Finalmente García Carrión elevó el caso a la Audiencia Nacional, que finalmente está investigando a la compañía Félix Solís por el presunto fraude.

En el seno de la D.O. los ánimos están más caldeados que nunca. Hace escasos días, de hecho, la empresa García Carrión y los agricultores se han plantado ante las dificultades que a su juicio están encontrando en el seno de la Denominación de Origen (D.O.) Valdepeñas para implementar medidas de transparencia en la comercialización de los vinos.

ASAJA, COAG, UPA, Cooperativas Agrarias y Avival, la Asociación a la que pertenece Bodegas Vinartis del Grupo García Carrión, hacían pública su decisión de abandonar la Denominación de Origen Valdepeñas, según los diversos comunicados que han ido haciendo públicos en los últimos días y a los que tuvo acceso este periódico.

La principal queja es la siguiente: se está impidiendo que se incluya contraetiquetas en los vinos que distingan entre un vino de crianza, reserva y gran reserva y el año de producción. La exigencia principal es que se equipare las etiquetas de los vinos Valdepeñas a las de otras denominaciones de origen españolas como Ribera del Duero o Rioja.

La petición de García Carrión y los agricultores no es otra de que se pongan contraetiquetas específicas -que detallen el año y si el vino es crianza, reserva o gran reserva- como ocurre en los vinos Rioja o Ribera del Duero, las otras D.O. más conocidas del país. Sin embargo, sólo ha empezado a ponerse en los vinos crianza y a partir del año 2016, lo que a juicio de García Carrión y de los agricultores impide aclarar que el vino que realmente vende Félix Solís en el mercado se corresponde con lo que dice la etiqueta del producto.

El problema de transparencia en el seno de la D.O. que preside Jesús Martín se produce, según denuncia Avival, porque Félix Solís, con cerca de un tercio de los votos, puede anular cualquier acuerdo al que llegue la parte empresarial y los agricultores. De hecho, se han estado cancelando reuniones por falta de quórum y vetando, sistemáticamente, cualquier paso hacia una política de etiquetas que incluya más información para los consumidores.

Las sospechas

En la fundamentación de los hechos de la denuncia presentada inicialmente por Avival y Vinartis contra Felix Solís en agosto, y que ahora ha llegado al Alto Tribunal, los denunciantes destacaban lo siguiente: «Desde hace unos años, tanto “VINARTIS” como AVIVAL” están teniendo fundadas sospechas de que la compañía denunciada (Félix Solís) está comercializando y vendiendo fraudulentamente a los consumidores vino tinto con la denominación de origen Valdepeñas, etiquetado como “Casa Albali”, “Los Molinos”, “Viña Albali” y “Diego de Almagro”, embotellado con las correspondientes contraetiquetas y precintos de Denominación de Origen, con las categorías de crianza, reserva y gran reserva, cuando, en realidad, su contenido no se corresponde con esas calificaciones, como se acredita con el presente escrito de denuncia».

La denuncia explicaba que «los vinos crianza, reserva y gran reserva requieren unas condiciones específicas de envejecimiento en barricas de madera para poder acceder a tal calificación». Y añade a continuación que «los indicios que revelan la existencia de este fraude a los consumidores, y que sustentan la necesidad de investigar los hechos a los que se refiere la presente denuncia son, fundamentalmente, las graves incongruencias detectadas entre los tipos y volúmenes totales de litros de vino comercializados en el año 2018 bajo la Denominación de Origen Valdepeñas», comparados con «los datos declarados oficialmente».

Los denunciantes citaban un informe pericial encargado a la empresa «DUFF & PHELPS» y decían en el escrito a la Fiscalía que el perito llega a la conclusión de que «resulta evidente que Félix Solís ha declarado al Consejo Regulador de la D.O. Valdepeñas vino joven que sin embargo ha sido etiquetado y comercializado como vino criado (Crianza, Reserva y Gran Reserva)».

Según la denuncia de AVIVAL y Vinartis, «existen numerosos indicios, serios y de distinto contenido, de que la bodega denunciada (Félix Solís) está comercializando, fraudulentamente, como crianza, reserva y gran reserva, vinos que no lo son, añadiendo esas categorías a las etiquetas y contraetiquetas genéricas que emite el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdepeñas cuando, en realidad, no puede hacerlo, pues esos vinos carecen de los requisitos para tener las categorías con las que se publicitan y venden, al tratarse, meramente de vino tinto tradicional».