Harían falta 300.000 millones de euros

El ex ministro Miguel Sebastián insiste a Pedro Sánchez: «no es viable una renta básica universal»

Renta básica universal
Miguel Sebastián en su etapa como ministro de Rodríguez Zapatero. (Foto: EFE)

La instauración de una Renta Básica Universal (RBU) no siendo un planteamiento nuevo sí es un debate actual. De hecho, el flamante líder del PSOE, Pedro Sánchez, apoya esta idea lo que ha llevado a deshacerse del anterior responsable de economía del partido, José Carlos Díez, que estaba frontalmente en contra. El exministro Miguel Sebastián tampoco comparte la tesis sanchista por varios motivos.

Cada vez hay más economistas, tecnólogos y políticos que se plantean la instauración de una Renta Básica Universal. De hecho, hablan de cuando se producirá su inevitable irrupción y cómo serán sus efectos en la sociedad, la economía o la cultura.

Uno de estos ideólogos es Pedro Sánchez, economista y flamante secretario general del PSOE. Por este motivo y con la ayuda de IMF Business School nos planteamos ¿por qué debería instaurarse? ¿Cómo se financia? ¿Tienen los países capacidad para asumir esta RBU? ¿Cómo afectará a los servicios públicos universales así como la productividad de un país, su empleo y sus salarios?

El que fuera ministro de Industria del Gobierno Zapatero, Miguel Sebastián, también director de la Oficina Económica de Moncloa y jefe del servicio de Estudios del BBVA, lo tiene claro, está en contra. Sebastián, que hasta el momento no se había posicionado sobre este asunto afirmó que aunque el Estado del Bienestar es difícilmente financiable y sostenible de haber una RBU se mejoraría la pobreza pero la distribución de la renta empeoraría.

De hecho, él ha realizado estudios por los que si se diera la mencionada renta a todos los ciudadanos mayores de 16 años activos o inactivos de 500 euros al mes, es decir, 6.000 euros al año, habría en nuestro país unos 10 millones de perceptores de esta renta, es decir, un 4-5% del PIB nacional, un coste para el ministro asumible pero conseguirías que las empresas sólo se quedaran con aquellos trabajadores más productivos y como sociedad tirarías la toalla con las políticas activas de empleo. Dicho de otra forma, mucha gente quedaría excluida del mercado laboral. Te ahorrarías políticas sociales pero no cree que aflorara la economía sumergida.

Estos 10 millones salen porque Sebastián quitaría a los pensionistas de esta renta, a los trabajadores y a una serie de colectivos que hacen que sus cuentas estén muy descafeinadas.

Además, aclaró, que aunque los socialistas franceses llevan esta propuesta en su programa político es una mala copia la que se hace en España y está totalmente en desacuerdo de que la quinta pata del estado del bienestar sea esto, como dicen algunos del PSOE.

Por todo ello, recomienda estudiar las experiencias de Finlandia y Holanda, donde se empiezan a aplicar estas cosas, sin olvidar que en España somos 48 millones de habitantes.

Por ello, el economista Lorenzo Dávila, mediador de esta mesa redonda, afirmaba que la implementación de esta renta supondría elevar la presión fiscal en España entre 12 y 15 puntos. 

El escritor Cive Pérez, autor de Renta Básica universal, la peor de las soluciones a excepción de las demás, está a favor de la misma debido a los problemas que plantea la automatización. Los humanos al estar en desventaja con las máquinas perderán la batalla por lo que hay que pensar qué hacer con todos aquellos que no podrán adecuarse al cambiante escenario laboral que se plantea. De no hacerse habrá desórdenes constantes a nivel político.

En este apartado Lorenzo Dávila recordó que se estima que en 20 años, la mitad de los puestos de trabajo actuales quedarán obsoletos pero habría que incrementar la capacidad de recaudación un 60% para dar una RBU de 300 euros en nuestro país.  O lo que es igual, esto equivaldría unos 300.000 millones de euros, más de lo que recauda la Agencia Tributaria.

Juan Manuel López Zafra, profesor de CUNEF, afirmó que no se sabe ni cuanto empleo se va a crear ni cuanto se va a destruir ni a qué ritmo. No hay más que ver las diferentes revoluciones industriales en el mundo cómo siempre han dado paso a nuevos oficios. Las transiciones son siempre complejas pero plantear esta renta para 48 millones de españoles cuando hay poco más de 18 millones ocupados equivaldría a uno por cada 2 que no trabajan.

Es muy atractivo acabar con la pobreza y hay que ver si la ayuda se da antes de que te conviertas en pobre o después. Pero todo esto lleva inexorablemente a entrar en la esfera personal de cada uno pues si la Administración invade al individuo esto claramente desincentiva la búsqueda o mejora de un trabajo.

La innovación del ser humano ha venido siempre a consecuencia de la lucha y de los incentivos que genera pelear las cosas eso es innegable. Coincidieron los ponentes.

Carlos Martínez, presidente de la IMF Business School aclaró que las políticas activas de empleo son poco eficientes y que lo que hay que enseñar a la gente es no a darles subsidios sino medios para poder trabajar.

Los ponentes estuvieron de acuerdo en afirmar que los cálculos de Sebastián son para una renta básica pero no universal. De ser así, y en un país de nuestro tamaño supondría que absorberían el 85% de los presupuestos actuales del Estado. Además, si se da un cheque de 8.000 euros a todo el mundo, el umbral de la pobreza se doblaría.

Los cálculos de Sebastián convierten la renta en básica pero deja de ser universal. Si lo planteamos para cada español y 8.000 euros (para estar fuera umbral pobreza, que calcula el INE) a 46 millones españoles, estamos hablando de un 85% de los presupuestos actuales del Estado.
Con esta renta, afirmó Pérez se blinda uno ante la prostitución del trabajo, es decir, tener que bajar los precios en función del capricho de los empresarios.

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