Cambio de régimen monetario

Los analistas creen que el BCE se ha quedado corto y se verá obligado a subir más los tipos de interés

FED, Tipos
Christine Lagarde y Jerome Powell

La mayoría de los analistas cree que el Banco Central Europeo se ha quedado corto con la subida de un cuarto de punto de los tipos de interés aprobada ayer, hasta el 3,75%, y que se verá obligado a seguir elevando el precio del dinero en los próximos meses ante las muestras de resistencia a la baja de la inflación en la zona euro, en particular del índice subyacente -que descuente la volatilidad de los precios de la energía y de los alimentos-.  De hecho, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, aprovechó su rueda de prensa posterior a la decisión para asegurar que la entidad no se ha tomado una pausa en absoluto y que seguirá adoptado todas las medidas posibles para reconducir la inflación hasta el nivel del 2%, que es el objetivo fundacional de la institución.

Pero, en opinión de las fuentes consultadas por OKDIARIO, lo idóneo en estos momentos habría sido un aumento de medio punto hasta situar los tipos de interés en el 4%. Las razones que esgrimen es que la evolución de la llamada M3 -que es el indicador que mide la cantidad de dinero en circulación- todavía es positiva en Europa y esto es una señal de que la restricción monetaria debe ser aún mayor y adquirir un tono más contundente para frenar los precios con determinación. Por otra parte, la inflación subyacente sigue en estos momentos por encima del 5%, a una gran distancia del objetivo que se propone la institución. Y todo esto se está produciendo a pesar de que la contracción del crédito está siendo muy notable en todos los países del Continente, que el acceso a la financiación se ha endurecido considerablemente y que las operaciones de compraventa de empresas están prácticamente paradas.

En Estados Unidos la situación es sensiblemente distinta. Allí la evolución de la M3 lleva en crecimiento negativo desde hace dos meses, lo que ha sido desde siempre un indicador claro de una recesión económica en ciernes. De hecho, el PIB se ha desacelerado en el último mes hasta registrar un aumento de sólo el 1%, pero en cambio la inflación sigue siendo elevada y el mercado laboral también da signos de fortaleza, con un empleo alto y una tasa de paro muy reducid, aunque es verdad que ayudado por la caída de la población activa como consecuencia de la generalización de los subsidios y de la correspondiente renuncia de buena parte de los trabajadores, un hecho inaudito en la historia americana, más acorde con lo que sucede habitualmente en Europa.

En todo, los medios consultados creen que «estamos en presencia de un cambio de régimen monetario, y que tanto la FED como el BCE están dispuestos a enfriar más la economía para frenar en seco la inflación, que aún aguanta después de muchos meses de subidas continuadas de tipos de interés y de que entrara en vigor la nueva política en julio de 2022». Estas fuentes destacan que, a pesar del viraje de 180 grados, no se han detectado elementos de contracción muy fuertes y no se han producido acontecimientos destacables salvo la quiebra de cuatro bancos americanos por cuestiones relacionadas con su mala política de inversiones y de incursión en riesgos inapropiados durante la época del dinero barato. Puede que otras entidades se vean afectadas pero todo indica que la situación está más o menos controlada

Los analistas también opinan que la política de altos tipos de interés se mantendrá hasta que no consiga otro de sus objetivos colaterales, que es provocar un cambio de la política fiscal de los Gobiernos, disuadir su propósito de seguir aumentando el gasto público e inducir un recorte del endeudamiento de los estados, una situación que podría eventualmente provocar una crisis de la deuda como la que sucedió hace unos años.

Según el comentario realizado por los expertos de Pimco, el mayor gestor de deuda del mundo -tanto bonos públicos como privados-, «aunque el BCE ha confirmado su enfoque basado en los datos y en tomar sus decisiones reunión a reunión, también espera cubrir más terreno en lo que respecta a los tipos de interés oficiales para alcanzar niveles suficientemente restrictivos». A su juicio, el banco central seguirá subiendo los tipos de interés, ya que las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo demasiado fuertes. Pimco también prevé que el fin del programa de reinversiones en compra de activos de la institución de Fráncfort, que está previsto que finalice en julio, se prolongue hasta unos 25.000 millones de euros al mes de media durante el segundo semestre.

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