Acuamed

La ex cúpula de Acuamed pactó pagar 28 millones a FCC por Flix: ahora costará 100 millones

La ex cúpula de Acuamed, acusada de aceptar sobornos a cambio de inflar contratos a favor de las constructoras, alcanzó un acuerdo con FCC para abonar 28 millones de euros en concepto de sobrecostes por la obra de descontaminación del embalse de Flix, en Tarragona. Según admiten fuentes conocedoras del acuerdo a este diario, a esa cantidad había que sumar otros nueve millones por trabajos pendientes de finalizar. Total: 37 millones.

FCC administración Metrovacesa
El empresario Carlos Slim.
Carlos Ribagorda

Pero ese acuerdo saltó por los aires cuando en 2015 se inició la operación de la Guardia Civil. La constructora que controla ahora Carlos Slim no abandonó la batalla y recurrió a un tribunal de arbitraje por el total del dinero que reclamaba a Acuamed: 60 millones en sobrecostes, 32 millones más de que había aceptado cobrar con la ex cúpula de la compañía.

Como adelantó este diario, en enero el tribunal de arbitraje dio la razón a FCC en sus reclamaciones y dictó que las obras del embalse de Flix estaban terminadas y que la constructora cumplió con el contrato.

La consecuencia de esto es que FCC reclama ahora a Acuamed los 60 millones por sobrecostes que reclamaba al principio, algo que podrán ganar en un juzgado tras el informe del árbitro.

Pero, además de esos 60 millones, esta obra costará al erario público otros 44 millones de euros. Ésta es la cifra que se gastó el Ministerio de Agricultura de Isabel García Tejerina en contratar a la empresa pública Tragsa para que finalizara unos trabajos que el tribunal de arbitraje asegura ahora que estaban terminados. En total, 104 millones de euros que tendrá que pagar la empresa pública Acuamed. El pacto de la ex cúpula fue de 37 millones en total, incluidos los sobrecostes.

La obra de Flix es una de las principales incluidas en el ‘caso Acuamed’, actualmente en fase de instrucción. Como publicó este diario, los actuales responsables del ministerio de Agricultura han reconocido al juez que ni siquiera han empezado a peritar las obras bajo sospecha de corrupción, lo que alargará más de un año este proceso.

Moncófar

Pero el caso del embalse de Flix no es el único. De momento ya se han dirimido otras cuatro obras en tribunales de arbitraje que han acabado dando la razón a la constructora demandante. En todos los casos el árbitro reconoce el dinero que reclama la empresa, a lo que hay que añadir los intereses. En definitiva, el coste final es mayor para las arcas públicas.

«¿Quién paga todo esto?», se pregunta una fuente del sector. «¿Es que el dinero público no es de nadie? Seguro que los que dan las órdenes seguirán en su puesto mucho tiempo y nadie les reclamará nada», insisten desde el sector de la construcción.

Hasta el momento se han celebrado arbitrajes por las obras de Rambla Gallinera, Aldesa, Moncófar, Flix y Llosa del Cavall -fuera del proceso judicial-, todos a favor de las constructoras.

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