Inversión

Mercados Emergentes: en búsqueda del Dorado.

Inversión en mercados emergentes
Inversión en mercados emergentes (Foto. Stock)

Finalizado el primer mes del año, y a tenor del comportamiento que han tenido los distintos mercados de capitales, podemos decir que enero ha hecho buena aquella expresión que a veces oímos en finanzas y que dice: “se baja en ascensor…y se sube en escalera».

Y es que, a pesar de mantenerse los principales focos de tensión que agitaron el ánimo de muchos inversores durante el pasado año, los mercados financieros han tenido un buen arranque de año en parte, gracias al cambio en el tono del discurso de los principales bancos centrales del mundo; algo más conciliadores de lo que quizás se mostraron en 2018.

Muchos han sido los activos financieros que han tenido un buen inicio de ejercicio pero, si me lo permiten, hoy voy a centrarme en la renta variable emergente por ser una de las inversiones que, como señalé en un artículo anterior, más me gusta de cara a este año.

Decía, al parecer, uno de los más famosos gurús en este tipo de inversiones, Mark Mobius, que para tener éxito al invertir no existe un secreto simple, ni un plan único ni un conjunto de directrices rígidas. Mas bien, hay que comprar acciones infravaloradas y tener una visión global.

Mucho han cambiado las economías en vías de desarrollo desde que el antiguo gestor de Franklin Templeton comenzara a invertir en sus mercados de capitales. Sin embargo, y como entonces, muchos de estos países siguen enfrentándose a verdaderos retos y dificultades económicas, políticas, regulatorias o, incluso, de gobernanza empresarial.

Aun así, creo que en estos instantes hay ciertos factores positivos que confluyen sobre los mercados emergentes y que podrían permitir lograr un buen resultado, a medio y largo plazo, a todos aquellos inversores más dispuestos a asumir riesgos y que, invirtiendo en los mismos, deseen seguir una estrategia global en sus carteras y sean selectivos en sus inversiones. En este sentido, destacaría:

a) En primer lugar, la posibilidad de que la Fed sea algo más dovish o acomodaticia de lo que se pensaba el pasado año. Que la Reserva Federal de Estados Unidos pueda reducir el ritmo de las subidas de tipos de interés posibilitaría, no sólo, que las condiciones financieras fueran menos restrictivas a nivel mundial, sino que permitiría, muy probablemente, que el Dólar USA dejara de apreciarse frente a muchas divisas de países en vías de desarrollo. Y esto, sin duda alguna, creo que sería una buena noticia para la inversión en determinadas bolsas emergentes.

b) En segundo lugar, estaría la posibilidad de que se rebajase la tensión algo en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos. Esto no sólo beneficiaría a ambos países sino también a muchos de los Estados proveedores de servicios y productos a China, incluyendo países del primer mundo como puede ser Alemania.

c) En tercer lugar nos encontramos las medidas económicas contra cíclicas que ha aprobado el gobierno chino – en materia fiscal, monetaria y de mejoras de infraestructuras – tratando de evitar no sólo un aterrizaje fuerte de su economía sino que, en el caso en el que se produzca cierto estancamiento económico, este dure el menor tiempo posible.

China se enfrenta a una serie de retos económicos muy importantes que están afectando tanto a sus exportaciones, por culpa de la llamada guerra comercial, como a sus importaciones como consecuencia de cierto enfriamiento de la demanda interna en el país.  Por eso es tan importante  que surta algún efecto positivo las recientes medidas económicas aprobadas en este país.

d) En cuarto lugar podemos encontrar las valoraciones realmente atractivas de muchas de sus empresas o de sus divisas. Este permite seguir una de las reglas que señalara el gran Mark Mobius: comprar activos infravalorados.

e) En quinto lugar estaría el hecho de que la inversión en mercados emergentes está muy infraponderada en el conjunto de las carteras de muchos inversores a nivel mundial. Un entorno como el actual, que para algunos permitiría asumir un poco más de riesgo en sus inversiones, puede facilitar que haya ciertos flujos de capitales hacia este tipo de inversiones soportando una previsible evolución positiva en el precio de los mismos.

f) Y en sexto lugar, estaría el hecho de la existencia de determinados sectores y compañías que pueden aprovecharse de los nuevos hábitos de consumo (consumo de experiencias, consumo vía comercio electrónico,…etc) y de pago en muchas de las economías emergentes, hasta los cambios demográficos y nuevos estilos de vida que se están dando en muchos de estos países.

Ejemplos de todo ello lo podemos encontrar en empresas como RHT Health Trust, compañía dentro del sector salud que trata de aprovechar el crecimiento de este sector fundamentalmente en India; Infosys empresa líder en consultoría y servicios digitales a nivel mundial y que se creó también en India; el gigante tecnológico chino Alibaba Group; El llamado “google chino” Baidú; el multi operador de resorts y casinos en Macao Sands China; o la cervecera brasileña Ambev.

Hace unos días leía a Robert M. Almeida, gestor y estratega de inversión de la casa MFS. Este experimentado profesional de las finanzas precisamente se hacía eco de estos cambios en los mercados emergentes hasta el punto que señalaba cómo en pocos años la propia estructura del índice de bolsa emergente MSCI Emerging Markets ha pasado, en capitalización bursátil, de dar más importancia a los sectores de materias primas y energía a tener ahora más peso en los sectores tecnológico o financiero.

Y es que si antes la idea que teníamos del “made in emerging markets” era de que estábamos comprando productos baratos de baja o muy calidad, ahora no es difícil que en nuestras vidas estemos utilizando tecnología, maquinaria o servicios fabricados en estos países y cuya calidad es muy similar a la que se puede obtener de compañías del primer mundo. Además, cada vez hay más empresas de ese primer mundo que ven en los mercados emergentes un nuevo Dorado, una nueva frontera que les permita crecer y crear valor a sus accionistas.

Al final, y tras un periodo desastroso para la inversión en renta variable emergente, es posible que  se abra otro más benigno. Sin embargo ya saben lo que se suele decir, no esperen demasiado pues las oportunidades en inversiones, como sucede con los amaneceres, si uno espera demasiado quizás termina por perdérselos.

Feliz fin de semana!

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