Economía

España, Italia y Grecia: tres presupuestos problemáticos llegan a la vez a Bruselas

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María Jesús Montero, Isable Celaá y Nadia Calvino

Tres de los cuatro ‘PIGS’ tienen en vilo a las autoridades de la Unión Europea, que están viendo cómo, tras evitar el pasado año el riesgo de un gobierno populista en Francia y en medio de las negociaciones del Brexit que se ejecutará el 1 de abril de 2019, los países mediterráneos vuelven a ser un motivo de conflicto por su escasa disciplina fiscal y sus presupuestos. No sólo España, que envió este lunes su proyecto de presupuesto a la UE, sino Italia y Grecia también, tensionan la situación con Bruselas dejando a Portugal y su sorprendente -por fiable fiscalmente- gobierno entre socialdemócratas y comunistas, como único país del sur que no causa dolores de cabeza a Jean-Claude Juncker y a Pierre Moscovici, el presidente de la Comisión Europea y su comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas.

Precisamente sobre Italia están ahora mismo todas las miradas, con el vicepresidente Matteo Salvini de la Lega erigiéndose en el ‘Trump’ europeo. Salvini ha anunciado este lunes que Roma va a saltarse el límite exigido para enviar a la Comisión Europea sus presupuestos. El motivo es que aún quedan flecos en la negociación entre la Lega y el Movimiento Cinco Estrellas, los dos partidos (de extrema derecha y de extrema izquierda) que conforman el Ejecutivo transalpino. La parte más polémica que propone Salvini es nada menos que la supresión de la entidad pública dedicada a tasar y recaudar los impagos. Se llama Equitalia y Salvini ha dicho que quieren liquidarla por ser ineficaz, algo que no acepta el M5E. Mientras se cierran estas negociaciones, Bruselas no recibirá el presupuesto.

Cuatro instituciones italianas han puesto reticencias a los presupuestos del gobierno transalpino compuesto por Lega y Movimiento 5 Estrellas

Italia lleva meses siendo el gran problema de la Eurozona, los mismos meses que llevan Salvini y compañía en el Gobierno. Y el presupuesto que prepara no ayuda a acabar con las dudas: el texto carece de reformas estructurales que en Bruselas se consideran necesarias, como la inversión en renovación de bienes de equipo o el control del gasto público.

Por el momento, cuatro importantes instituciones italianas han puesto problemas a los presupuestos gubernamentales: son el Consejo Fiscal, el Banco de Italia, la Oficina de Estadística Italiana y el Tribunal de Cuentas. Las tendencias a impulsar rentas básicas amenazan con descuadrar sus ingresos y gastos.

Atenas dice ‘no’ a seguir recortando pensiones

Otro problema vendrá por la parte de Grecia. El Gobierno de Syriza ya hace dos años que está fuera de los focos de los mercados y la presión sobre su deuda se ha ido relajando con un bono a 10 años que tiene actualmente un interés del 4,4% (a tan sólo un punto de Italia o de Estados Unidos). Esto permite que el Ejecutivo de Tsipras, que también vislumbra elecciones quizá para principios del año que viene, y por ello ha mandado a Bruselas unos presupuestos que no incluyen el recorte de pensiones que se le exigía.

En clave interna, Tsipras lo dejó claro este sábado durante la celebración del Comité Central de Syriza: «Hemos dejado atrás los tiempos difíciles y hora es el momento de recoger el fruto de nuestros esfuerzos para sacar al país fuera del memorandum de entendimiento y el periodo difícil de crisis y vigilancia». De igual modo Nikos Pappas, posiblemente el hombre más cercano a Tsipras de todo el Ejecutivo griego y quien le ayudó a encumbrarse como primer ministro desde la alcaldía de Atenas, aseguró este domingo que «la protección de las pensiones es una elección estratégica del Gobierno griego» en sus nuevos presupuestos.

Tsipras tiene elecciones a la vista, como ocurre en Portugal. Pero la situación de ambos estados es radicalmente diferente

Curiosamente Portugal se ha convertido en el aventajado del sur de Europa y de los países rescatados en la crisis del euro. Todo ello sin mencionar una Irlanda que, intervenida en 2010, navega ahora en la opulencia de dividendos fiscales como el de Apple (14.000 millones de euros). En el caso del gobierno de Lisboa, el primer ministro Antonio Costa y su ministro de Hacienda Mario Centeno prevén llevar el déficit del país al 0,2% en 2019 frente a un 0,7% en 2018. Su gestión recoge felicitaciones en la Comisión Europea.

Con un 2,2% de crecimiento de PIB y un 6,7% de paro, el partido socialista portugués afronta en buena forma la recta final antes de las elecciones del próximo otoño, justo dentro de un año, tras una legislatura en la que ha dado la vuelta como un calcetín al anémico crecimiento luso utilizando algunas medidas de economías liberales. Lisboa hasta se permite intentar quitarle a Barcelona eventos mundiales como el Mobile World Congress.

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