La industria alimentaria española bate un nuevo récord: las exportaciones suben un 9% hasta los 30.000 millones

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La industria alimentaria española lo ha vuelto ha hacer. En 2017 volvió a batir récords en 2017, sus exportaciones se incrementaron en torno a un 9%, hasta alcanzar los 30.000 millones de euros.

En una entrevista con Efe, el director general de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, destaca la positiva evolución de las ventas al exterior una semana antes del comienzo del Salón Alimentaria en Barcelona, una cita clave para el sector.

Las exportaciones de alimentos y bebidas españoles han crecido un 33% en el último lustro y hoy representan casi tres de cada diez euros de la facturación de toda la industria.

«Mantenemos nuestro objetivo de que para 2020 representen el 40 % de todos los ingresos, ya estamos superando el 30 % y al ritmo que vamos…», augura García de Quevedo, quien también confía en que la industria española supere a la de Italia y Bélgica en el valor de sus exportaciones, pasando así de la sexta a la cuarta posición en la clasificación europea.

En 2017 se batieron igualmente todos los registros en términos de producción, empleo (aumentó cerca de un 4 %) y superávit comercial. En su opinión, las tasas de crecimiento de las exportaciones «casi a doble dígito» de los últimos años son sostenibles y pueden prolongarse en el tiempo salvo «hecatombe».

Sitúa en torno a 2003 el punto de inflexión para el sector, que hasta entonces estaba concentrado en el mercado nacional. «Mirar al exterior es una evolución natural que otros países de nuestro entorno hicieron antes que nosotros», explica el responsable de FIAB, quien atribuye en parte esa falta inicial de visión internacional a la constitución del sector, donde las pymes son abrumadora mayoría.

De hecho, la patronal destaca la ausencia de «grandes grupos empresariales» dentro de la industria, ya que este tipo de compañías «ayuda a acelerar» los procesos de internacionalización.

«En nuestro sector apenas se han dado fusiones ni concentraciones, es muy familiar y no ha habido un apoyo público como sí ocurrió con la banca, por ejemplo», arguye García de Quevedo.

El trinomio calidad-gastronomía-turismo que vende la Marca España está detrás de la mejora de las exportaciones, que ya va más allá de los productos «estrella» -carne, aceite y vino- y se extiende a dulces, conservas vegetales y de pescado o aceitunas.

«Hace 15 años el 95 % de lo que vendíamos fuera iba a la UE, y hoy es el 66%», apunta el director general de la patronal en alusión a la diversificación de mercados.

El sudeste asiático y China suponen una de las zonas que mayores expectativas genera, mientras que África y América Latina son todavía las grandes «asignaturas pendientes».

Mención aparte merece Estados Unidos, sexto mercado más importante para el sector y motivo de «preocupación» por el giro proteccionista de la Administración de Donald Trump, que ya ha impuesto un arancel a la importación de aceituna de mesa española.

Preguntado por el reto de conseguir que España enfoque sus exportaciones en el producto de calidad y no tanto en volumen y graneles -como ha ocurrido históricamente con el vino y el aceite-, García de Quevedo garantiza que el sector camina «por la senda correcta», aunque es «un proceso» todavía en marcha.

Para conseguir dar ese valor añadido, la industria alimentaria subraya su esfuerzo inversor en I+D+i, con el programa Food for Life de FIAB -con 1.500 millones de euros de financiación- como ejemplo.

«El consumidor no percibe la innovación como un elemento fundamental en nuestro sector como sí hace con el área de la telefonía o lo digital. Es una asignatura pendiente», admite.

De cara a la cita en Barcelona del Salón Alimentaria, el responsable de la patronal resalta su importancia tanto en el área comercial -para lo que FIAB organiza los «Food&Drink Business Meetings»- como para mostrar el trabajo en materia de innovación -a través del foro Aliber y los premios Ecotrophelia-.

«Los espacios están todos llenos y las confirmaciones van a buen ritmo, creemos que tendremos una feria bastante productiva», vaticina.

García de Quevedo descarta que la incertidumbre política vivida en Cataluña haya afectado a Alimentaria, aunque sí reclama «estabilidad» y que todo «se aclare cuanto antes y se pase página».

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