El PNV acelera la fusión de Talgo y CAF tras entrar en el capital de la compañía vasca

Talgo
Tren de Talgo.
Borja Jiménez

El Gobierno del País Vasco, controlado por Íñigo Urkullu, adquirió recientemente un 1,24% del capital de la empresa CAF. Se trataba de “la primera actuación relevante en la estrategia del Fondo Estratégico de 250 millones” del Ejecutivo autonómico, que contribuiría “a garantizar el crecimiento y el arraigo de empresas vascas con potencialidad tecnológica y de internacionalización”. Sin embargo, lo cierto es que la entrada del Gobierno vasco ha acelerado, y mucho, una fusión que este periódico ya avanzó que se podría producir: la de CAF con Talgo.

Talgo y CAF llevan meses estudiando, de manera informal, las sinergias que surgirían en una hipotética fusión entre los dos. El objetivo pasa por ganar tamaño para competir con gigantes como CRRC, y aumentar de este modo las posibilidades a la hora de llevarse grandes proyectos.

«En Talgo el problema que tienen es que los árabes andan muy mal, con lo que la compañía podría pasarlo muy mal, precisamente por esa dependencia de los árabes», señalan fuentes conocedoras, que ven en esta fusión una gran oportunidad para salir de la ‘tempestad’. «Las negociaciones se habían enfriado en el último trimestre del año, pero tras la entrada del Gobierno vasco las negociaciones se acelerarán bastante», explican fuentes conocedoras.

La firma asiática no deja de lograr importantísimos proyectos que obligan a las grandes constructoras de trenes a tener que tomar cartas en el asunto. En este sentido, una fusión entre Talgo y CAF, según los expertos consultados, tendría mucho sentido para frenar la posición dominante que CRRC lleva adquiriendo desde hace un tiempo.

Talgo, con cerca de un 80% de su negocio en el exterior, no vería a priori con malos ojos una hipotética fusión, aunque oficialmente descartan cualquier tipo de acercamiento.

“En el último ‘Investors Day’ de Talgo ya nos anunciaba la compañía el interés por entrar en el segmento de trenes convencionales, estos últimos años Talgo se había centrado en la alta velocidad”, recuerdan desde BlackBird, que, por otro lado, recuerda que “CAF, fabricante español especializado en trenes convencionales, ya ha demostrado en el último concurso de Renfe su intención de optar a la fabricar los nuevos trenes AVE, es decir, entrar en segmento de la Alta Velocidad”.

“Los fondos de Private Equity Trialantic y HCM en 2005 compraron el 75% de la compañía a la familia Oriol por 178 millones cuando ésta pasaba por dificultades; tras la OPV, controlan todavía el 43’86%. La función de los Private Equities conseguir rentabilizar al máximo su inversión, por lo que entrar en una fusión o negociar una OPA no sería una buena salida”, explican los expertos de BlackBird, que recuerdan que en CAF, por el contrario, “el dominio recae sobre los empleados, que son máximos accionistas de la sociedad”.

“Tendría mucho sentido una fusión entre ambas ya que son muy complementarias por el actual segmento que dominan cada una de ellas; pero también para tener una mejor posición ante los millonarios contratos que están en juego en el sector y los procesos de internacionalización”, concluyen los expertos.

CAF capitaliza 1.200 millones de euros y Talgo casi 600 millones, con lo que, por tamaño y estructura accionarial, CAF debería dirigir el proceso de integración u OPA de la operación, según BlackBird.

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